Una vida de intimidad con DiosMuestra

Desenmascarando al diablo

“No comas del árbol... si comes... morirás irremediablemente”, Génesis 2:17 (BDA 2010). La serpiente dijo: “Eso es mentira. No morirán”, Génesis 3:4 (TLA).

El pecado es cosa seria. Clavó a Jesús en la cruz y rompió la intimidad que tenía con el Padre. Lo que no pudieron los principales líderes religiosos, lo que no pudo Satanás con todos sus demonios lo logró el pecado. No subestimes el pecado. Si lo haces, te arruinará como ocurrió con Adán y Eva.

La serpiente dijo: “¡No morirán!”. El diablo utiliza la misma mentira para hacernos creer que si desobedecemos no moriremos espiritualmente. Sin embargo, el Señor ha sido categórico: el pecado mata la comunión con Dios y sepulta nuestra vida espiritual: “La paga que deja el pecado es la muerte”, Romanos 6:23 (NTV).

El “no morirán” es la mentira más grande del diablo. Nos hace creer que a pesar del pecado podemos seguir disfrutando de amistad con Dios. Cientos y cientos de cristianos que practican el pecado se congregan todos los fines de semana, leen sus Biblias y muchos de ellos ‘oran’ y diezman. Creen tener comunión con Dios y que Dios les habla. Pero eso no puede ser verdad porque Dios dijo que la muerte es la paga del pecado, ¡y Él no miente!

¡Basta de mirar con liviandad al pecado! Llamemos las cosas por su nombre. Ya nadie comete adulterio ahora ‘ellos tuvieron una aventura’. Ya nadie más fornica, ahora ‘tienen sexo antes del matrimonio’. Ya nadie se mete en el espiritismo ahora ‘canalizan la energía’. Ya no se predica del infierno, del pecado ni del arrepentimiento. Hemos perdido de vista la majestad y la santidad de Dios. Necesitamos un avivamiento de santidad. ¿Por qué razón se demora Jesús en venir a buscar su iglesia? Porque la novia no está lista. La impureza de la novia mantiene lejos a su prometido. Necesitamos arrepentirnos.

Ahora bien, hay esperanza para el pecador. Y se la encuentra en la cruz. Cristo es el remedio para el pecado. Y la cruz revela el gran amor de Dios. “... ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado...? ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor”, Romanos 7:24-25 (NTV). El pecado es muy grave y el remedio es muy costoso. En ningún lugar sino en la cruz puede verse la amplitud de la benignidad del amor de Dios. Acude arrepentido al crucificado y tus pecados serán perdonados. ¡Oh, qué gloriosa es esa cruz!