Una vida de intimidad con DiosMuestra

Dios tiene las respuestas, siempre

“El sabio siempre busca la solución más práctica, pero el tonto anda por las nubes”, Proverbios 17:24 (PDT).

¡Qué enemiga mortal resulta ser la ansiedad para los tiempos de oración! ¿Has experimentado esa lucha interior durante la comunión con Dios? Cuando la ansiedad está presente las oraciones son ´rápidas’; más para cumplir que para adorar. No tienen sustancia ni vida, nada surge del alma y parece como si Dios no estuviera presente en el lugar secreto. En realidad, los que no estamos presentes somos nosotros. Andamos vagando en nuestra propia mente, como si estuviéramos en las nubes. Somos presa de nuestras propias agendas, enredados en cuestiones que, si las presentáramos delante del Señor, se resolverían sin contratiempos. ¡Cuánto nos cuesta descansar en el Señor! ¿En qué otro lugar podemos encontrar sabiduría y hallar la solución más práctica, sino en la presencia del Señor? Proverbios 2:2-10: “Afina tus oídos a la sabiduría y concéntrate en el entendimiento. Clama por inteligencia y pide entendimiento... ¡Pues el Señor concede sabiduría! De su boca provienen el saber y el entendimiento....la sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría” (NTV).

Estas promesas son maravillosas, el problema es que no creemos que en la presencia del Señor se puedan solucionar problemas en la economía, en la salud, en el hogar. Sin embargo, ¿hay alguien que sepa más de todo asunto?

Hoy tienes la oportunidad de buscar la inteligencia y la sabiduría en la comunión con el único que conoce el futuro. ¡Responde a la invitación! Nuestra terquedad y desobediencia nos impide la prosperidad. “Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías... dijo: Esto dice Dios: ¿Por qué desobedecen los mandatos del SEÑOR e impiden su propia prosperidad?...”, 2ª Crónicas 24:20 (NTV). Dios anhela nuestra cercanía. “Los llamé muy a menudo pero no quisieron venir; les tendí la mano pero no me hicieron caso. No prestaron atención a mi consejo y rechazaron la corrección que les ofrecí... Entonces, cuando clamen por ayuda, no les responderé... Pues odiaron el conocimiento... Rechazaron mi consejo y no prestaron atención cuando los corregía. Por lo tanto, tendrán que comer el fruto amargo de vivir a su manera...”, Proverbios 1:24-31 (NTV).

¡Hoy es el tiempo propicio para buscarlo! No te dejes invadir por la ansiedad ni la incredulidad. ¡Responde a su llamado a la intimidad!

“Amado Señor pido tu ayuda para perseverar en el sitio secreto y resolver con tu ayuda y consejo todas las situaciones de mi vida. Amén”.