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Una vida de intimidad con Dios

DÍA 110 DE 365

Volver a vivir, volver a reír

“Si... permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!”, Juan 15:7 (NTV).

Jesús prometió que se nos daría lo que pidamos siempre que permanezcamos en Él. ¿A qué se refería? Para saberlo estudiemos la forma en la que Jesús se relacionó con su Padre: ”...El Padre está en mí y yo estoy en el Padre, Juan 10:38 (NTV):

1. Jesús permanecía con el Padre: “A Dios nadie lo vio jamás; quien lo ha dado a conocer es el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, Juan 1:18 (RVC).

2. Jesús fue enviado por el Padre: “Porque he venido a ustedes de parte de Dios...”, Juan 8:42 (NTV), Juan 7:28.

3. Jesús hablaba solo lo que el Padre le decía: “Yo no invento lo que enseño. Dios me envió y me ha dicho lo que debo enseñar”, Juan 7:16 (TLA).

4. Jesús hacía solo lo que veía hacer a su Padre: “El Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, solo hace lo que ve que el Padre hace...”, Juan 5:19 (NTV).

5. Jesús buscaba la gloria del Padre: “Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta... llevo a cabo la voluntad del que me envió”, Juan 5:30 (NTV).

Ya que Jesús hacía la voluntad del Padre, dependía de los recursos del Padre y buscaba la gloria del Padre podía decir con toda seguridad: “yo estoy en el Padre” y “yo vivo gracias al Padre...”, Juan 6:57 (NTV). Permanecer en Jesús es tener con Él la misma relación que Él tiene con su Padre: “Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió”, 1ª Juan 2:6 (NTV). No existen dudas de que si nosotros pudiéramos hacer la voluntad de Dios y buscáramos solo su gloria nuestras oraciones tendrían mucho más éxito del que están teniendo. En la medida en que aprendamos a permanecer en Jesús y sus palabras permanezcan en nosotros nuestras oraciones nunca serán rechazadas, como nunca lo fueron las oraciones de Jesús.

“Jesús miró al cielo y dijo: “Padre, gracias por haberme oído. Tú siempre me oyes...”, Juan 11:41-42 (NTV). ¿Cuál era el secreto de que las oraciones de Jesús siempre recibían respuestas? Su dependencia de Dios. Vivía para hacer la voluntad del Padre. Cuando el Padre sepa que nuestras prioridades se relacionan con sus intereses y su gloria no podrá evitar contestar todas nuestras oraciones.

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/