Una vida de intimidad con DiosMuestra

Aunque sientas miedo, hazlo de todas formas
“...Le dijeron a Jesús: - ¡Huye, porque el rey Herodes... quiere matarte! Jesús les dijo: Vayan y díganle a esa zorra que... cumpliré mi propósito”, Lucas 13:31 (TLA) y 32 (NTV).
La amenaza de Herodes tenía como propósito desplazar a Jesús de su misión divina. La misma intención tuvo Jezabel cuando juró quitarle la vida al profeta Elías, 1º Reyes 19:2. ¿Y qué hizo Elías? “Se asustó y huyó...”, 1º Reyes 19:3 (NVI). Jesús, en cambio, siguió trabajando hasta cumplir su objetivo. ¡Dios quiere que terminemos lo que nos ha encomendado!
Elías se rindió ante el temor. El miedo le hizo tomar decisiones equivocadas. Detrás del miedo está Satanás y él buscará desplazarnos del lugar donde Dios nos ha establecido. Cada vez que te sientas intimidado por alguien y no lo confrontes, pierdes tu posición de autoridad y la misión de Dios corre peligro.
Elías había desertado de su misión. Entonces, Dios le pidió que unja a Eliseo en su lugar. La intimidación de Herodes tenía el mismo propósito. Si lograba su cometido, el plan de Dios para la salvación de la humanidad quedaría incompleto. Pero Jesús reaccionó de manera muy diferente al profeta Elías. Jesús ejecutó cabalmente lo que su Padre le había encomendado.
La mejor manera de hacer progresos en la fe es enfrentando el miedo, ya que si no lo haces el temor se vuelve más fuerte.
En otras palabras, no huyas del miedo, corre hacia él y derrótalo con la ayuda de Dios. Recuerda: ¡con Dios siempre se gana, con Dios nunca se pierde!
¿Has dejado de hacer alguna cosa por temor de las personas? ¿Te has sentido presionado a realizar algo para agradar a alguien? ¿Temes al hombre más que a Dios? ¿Alguien te ha intimidado? Piensa en aquello que Dios te pidió que hicieras y que por temor no lo hiciste. Enfrenta tu miedo y hazlo de todos modos. La victoria está de tu parte, porque la victoria ya fue conquistada por Cristo. Sin importar cuán fuerte sea la tormenta a tu alrededor, levántate y sigue avanzando. ¡El triunfo es tuyo!
“Amado Señor anhelo cumplir el propósito de mi vida. Tú sabes de mis miedos y ansiedades. Quiero imitar a Jesús y no permitir que el temor me desplace de tu voluntad. Ayúdame, en Jesús. Amén”.
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/