Enfrentando la ansiedadMuestra

ESCRÍBELO

¡La ansiedad secuestra nuestras emociones! Nos hace sentir ciertas cosas, y rara vez nos dice por qué nos sentimos así. Entonces, sientes como si estuvieras enfrentando ese gran miedo, pero esos sentimientos son tan intensos que no siempre podemos detenernos y procesar el hecho de que no hay un riesgo real (y por lo tanto, no hay una razón para sentirnos de esa manera). ¿Tiene sentido? En principio, las emociones son complicadas y, a menos que encontremos una manera de procesar lo que realmente está sucediendo, estaremos a merced de la ansiedad.

Una de las formas más útiles de frenar todo y procesar las emociones es escribirlo. Vemos este ejemplo para nosotros con el Rey David en los Salmos... Muchos de ellos son escritos por él cuando sin duda está luchando con el miedo, la ansiedad y la tristeza. Puedes llamarlo escribir en un diario, autorreflexión... En realidad no importa cómo lo llames o dónde lo escribas, esta práctica puede ser una de las herramientas más útiles que tienes para controlar la ansiedad. Y este es el punto: no estás escribiendo esto para nadie más. No tiene que tener formato, tampoco tener sentido, a quién le importa si hay oraciones sin puntuación o palabras mal escritas, esto es solo para que puedas pensar en lo que está sucediendo en tu interior. Mucha gente en verdad disfruta escribir con lápiz y papel (la vieja escuela, lo sé), pero también lo puedes hacer en computadora, en una nota en tu teléfono o en un pizarrón si lo prefieres… No importa.

Pero, esto es lo que determina si en efecto será de mucha ayuda o no: ¡Tienes que ser honesto cuando escribes! De nuevo, nadie está leyendo esto, así que no tienes que reprimirte o hacer que parezca que no es gran cosa. Lo que sea que sientas, cualquier situación que te llene de ansiedad solo escríbela. "Esto es lo que pasó, y es así como me siento al respecto". Si estás enojado, escribe enojado. Si estás triste, deja que algunas lágrimas caigan sobre la página… De verdad está bien. El punto es que solo poniendo esos pensamientos y sentimientos en papel, estás admitiendo cómo te sientes en realidad. Y al admitirlo y detenerte al escribirlo, te estás dando tiempo y espacio para procesar esas emociones. 

Es posible que cuando termines de escribir no tengas todas las respuestas o que sientas de inmediato que tu ansiedad se ha ido un instante, pero estás progresando. A veces, la parte más útil llega días después, cuando regresas y lees lo que escribiste, y ya puedes ver cómo Dios ha obrado en esa situación y cómo ya no es un gran problema. Eso ayuda a construir tu confianza para la próxima vez que estés en medio de una situación de ansiedad: Puedes saber que Dios está obrando y que todo estará bien porque ya lo has visto funcionar antes. Así que hoy, toma un cuaderno viejo, una simple hoja de papel, o abre una nueva nota en tu telefóno, y comienza a escribir lo que está pasando. Solo tú y Dios lo verán, pero puede ser sumamente útil a medida que trabajas para enfrentar tu ansiedad.