Está escritoMuestra

Hidrata tu espíritu

Por Robert Morris

En los últimos días hemos hablado del pan del cielo, pero hoy vamos a centrarnos en cómo la Palabra de Dios es también agua de vida. En el Salmo 105:40, leemos que Dios dio a los hijos de Israel, literalmente, pan del cielo cuando vagaban por el desierto en busca de la Tierra Prometida, aunque el pan también tenía un significado espiritual. Un versículo más adelante, aprendemos que Dios también les proveyó agua de una roca. ¿Crees que es posible que el agua y la roca tengan un significado espiritual que se aplique a nosotros? Yo sí lo creo.

De hecho, 1 Corintios 10:4 esclarece el significado espiritual de la roca y el agua. Dice: "y tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo.” El agua es Su Palabra, y Él es la roca. Verás, la Biblia está llena de símbolos. Es un libro espiritual escrito por un Ser espiritual para seres espirituales. Hay algo respecto a su lectura que realmente hidrata tu espíritu. El Salmo 1:2 habla del hombre que se deleita en la ley del Señor y medita en ella constantemente. El versículo 3 dice: "Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!"

Aquí, el árbol nos representa a nosotros y los ríos de agua representan la Palabra de Dios, lo que significa que beber de la Palabra produce frutos. Piensa en los frutos del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; meditar en la Palabra de Dios producirá estos frutos espirituales en tu vida y te hará prosperar.

Josué 1:8 dice que la Palabra te hará prosperar "en todo lo que hagas", ya sea tu matrimonio, tu salud, tus finanzas, tu carrera o la crianza de tus hijos. Creer en lo que dice el Salmo 1:1-3 cambiará nuestra vida y nuestros hábitos. Pero, por el contrario, si no meditamos en la Palabra día y noche, ¿en qué nos convertimos? Seremos como árboles que no están plantados cerca el agua. Nos secaremos y nos marchitaremos, y no daremos fruto.

¿Cuáles son algunos hábitos que puedes cambiar para que la lectura de la Palabra de Dios forme parte de tu vida diaria? Tal vez necesites levantarte media hora antes, o tal vez limitar el tiempo frente al televisor. No importa el sacrificio que hagas para tomar el agua de la vida; la prosperidad y el fruto que darás marcarán la diferencia en tu vida.

Oración

Dios, gracias porque tu Palabra hidrata mi espíritu. Tengo sed por más de Ti y necesito que des fruto en mi vida. Muéstrame formas en las que puedo hacer que la lectura de Tu Palabra sea parte de mi vida diaria. En el nombre de Jesús, amén.

Versículo para memorizar

Jesús le respondió: —"Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4