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Resistiendo la tentación

Por Robert Morris

Ayer aprendimos que la Biblia es nuestro pan de cada día, pero hoy vamos a descubrir de qué manera es nuestro pan de sustento. En Mateo 4, leemos que Jesús ayunó y oró en el desierto durante 40 días. Cuando comenzó a orar, Satanás se le acercó diciendo: "Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan". Cuando estás en un ayuno, ¿sabes lo que suena muy bien? Un par de panes calientes. Pero en lugar de ceder a la tentación y convertir las piedras en pan, Jesús le respondió: "No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". (Mateo 4:4). Jesús recitó la Palabra de Dios a Satanás, y éste huyó inmediatamente.

La manera en la que vencemos el pecado y la tentación es a través de la sangre del Cordero, que es lo que Jesús ya hizo por nosotros cuando murió en la cruz, y por la palabra de nuestro testimonio. ¿Sabes cuál es la palabra de nuestro testimonio? Es la Biblia, o como aprendimos en el devocional de ayer, nuestro pan de cada día. Cuanto más nos dejemos sostener y alimentar por la Palabra de Dios, más equipados estaremos para resistir la tentación. Cuando conozcamos su Palabra, podremos decir: "Escrito está..." ante la tentación, porque no importa lo que venga contra nosotros, la Palabra de Dios nos sostendrá.

En Job 23:12, Job dijo que atesoraba la Palabra de Dios más que su alimento esencial. ¿Cuántos de nosotros podemos decir eso de nuestras vidas? A decir verdad, no hay nada más importante que el pan que Dios nos da en la forma de Su Palabra. Lo mejor que podemos hacer es alimentar nuestro espíritu con la Palabra de Dios.

Oración

Padre, gracias por ayudarme a resistir la tentación a través de Tu Palabra. Ayúdame a llenar mi espíritu con ella para que cuando el Enemigo venga contra mí, pueda resistirlo. Te pido que me des un apetito por Tu Palabra que solo pueda ser satisfecho al pasar tiempo contigo. En el nombre de Jesús, amén.

>Versículo para memorizar

Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” Mateo 4:4