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Lavados por la Palabra

Por Robert Morris

¿Te bañas a diario? Esta no pretende ser una pregunta sobre lo físico, aunque espero que la respuesta sea un sí, mas bien es una pregunta espiritual. Permíteme explicarlo con una historia. Charlando con un pastor amigo, él mencionó Efesios 5:26, que dice que somos lavados con agua por la Palabra de Dios. Él dijo: "No entiendo esa escritura porque yo creí que éramos lavados por su sangre, aqui dice que somos lavados por la Palabra". Yo le respondí: "Tienes que entender, no dice que somos justificados por la Palabra, dice que somos santificados por ella. Existe una diferencia". Somos justificados en nuestros espíritus y santificados en nuestras almas.” Eso significa que si ya eres salvo, tu espíritu está sentado en lugares celestiales con Jesucristo. Por la sangre de Jesús, tu espíritu ha sido completamente lavado y tus pecados han sido perdonados.

Tu alma, sin embargo, está aún siendo salvada, lo que en griego significa: "totalmente redimida". Así que, es tu alma la que necesita ser lavada en la Palabra. Tu alma está formada por tres partes: mente, voluntad y emociones, las cuales están en batalla contra Satanás quien trata de inundar con mentiras tus pensamientos, deseos y emociones. La razón por la que muchos cristianos están perdiendo la batalla es porque no están lavados por la Palabra. Por ejemplo, algunos se sienten condenados porque no se han lavado con Romanos 8:1, que dice, "Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús“. Y otros aún tienen pensamientos impuros e inmorales porque se están amoldando al mundo actual en vez de ser transformados mediante la renovación de su mente (Romanos 12:2). Por esto es muy importante lavarse en la Palabra de Dios cada día. ¡Necesitamos bañarnos cada día!

Esta es la manera en que puedes renovar tu mente y vivir sin condenarte. Lee un capítulo de la Biblia cada día. Quizá sientas que el Señor te pide que leas dos o tres. Luego, medita en un versículo durante todo el día, Anótalo en un cuaderno y léelo a lo largo del día. Al final del día, habrás meditado en la Palabra durante todo ese día y probablemente hayas memorizado esa escritura. Imagina dónde llagarás de aquí a un año si lees un capítulo y meditas en un versículo específico cada día. ¡Serás transformado!

Oración

Padre, gracias porque mi espíritu está limpio y mi alma puede ser lavada en la Palabra. Renueva mi mente a través de Tu Palabra ya que me comprometo a meditar en ella. En el nombre de Jesús, amén.

Versículo para memorizar

Toda la escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia. 2 Timoteo 3:16