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Expulsando al enemigo

Por Robert Morris

En Marcos 4, Jesús enseña una de Sus más famosas parábolas, la parábola del sembrador. En el versículo 7, Jesús habla de semillas, las cuales representan la Palabra de Dios. Fueron plantadas entre espinos que las ahogaron evitando que den fruto. Los espinos en esta parábola son simbólicos, veamos lo que representan.

En 2 Corintios 12:7, Pablo dice: “una espina me fue clavada en el cuerpo, es decir, un mensajero de Satanás, para que me atormentara". En este pasaje leemos que un espino representa un mensajero de Satanás o un demonio. Es interesante que Pablo, quien vivió una vida centrada en Dios, que fue el apóstol más grande de todos los tiempos, que escribió un tercio del Nuevo Testamento; fue afligido por un demonio. Esto prueba que sin importar quién seas o dónde estés en tu caminar con Dios, los espinos siempre tratarán de ahogar la Palabra de Dios en tu vida.

Cuando Jesús repite la parábola en Marcos 4:13–20, lo hace ligeramente diferente: "Y otros son los que están sembrados entre espinos. Ellos son los que oyen la palabra, pero las preocupaciones de este mundo, el engaño de las riquezas y la codicia de otras cosas se entrometen y ahogan la palabra, y queda sin fruto". En otras palabras, Satanás envía espinos hacia nosotros para robarnos la Palabra.

Es por esto que debemos expulsar los espinos. Números 33:55 dice: "Pero si no echan de delante de ustedes a los habitantes de la tierra, sucederá que los que dejen de ellos serán como aguijones en sus ojos y espinas en sus costados, y los hostilizán en la tierra que ustedes han de habitar”. Si eres un creyente y deseas habitar en la Tierra Prometida, debes expulsar al enemigo. Mucha gente cree que la Tierra Prometida representa al cielo, pero en realidad significa vivir una vida cristiana de victoria y pelear contra el enemigo para poder vivir en la tierra de leche y miel. Si no expulsamos al enemigo, en nuestra vida vamos a tener espinos que nos van a afligir.

¿Cómo son estos espinos en tu vida? Tal vez sean amarguras, rencores, lujuria, orgullo o ira. Aunque seas creyente, estos espinos, y las fuerzas demoníacas que representan, aparecerán en tu vida. Pero Dios nos ha dado la única herramienta, Su Palabra, para expulsar para siempre los espinos y andar en libertad.

Oración

Señor, gracias por plantar la semilla de Tu Palabra en mi corazón. Revélame dónde ahogan los espinos a Tu Palabra e impiden que yo dé fruto en mi vida; ayúdame a expulsar al Enemigo fuera de esas áreas. En el nombre de Jesús, amén.

Versículo para memorizar

Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas. Salmo 33:6 NVI