Mateo 18:15, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35
Mateo 18:15 NVI
»Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
Mateo 18:16 NVI
Pero si no, lleva contigo a uno o dos más, para que “todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos”.
Mateo 18:17 NVI
Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un cobrador de impuestos.
Mateo 18:19 NVI
»Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo.
Mateo 18:20 NVI
Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Mateo 18:21 NVI
Pedro se acercó a Jesús y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?
Mateo 18:22 NVI
—No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete —contestó Jesús—.
Mateo 18:23 NVI
»Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos.
Mateo 18:24 NVI
Al comenzar a hacerlo, se presentó uno que le debía diez mil monedas de oro.
Mateo 18:25 NVI
Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos y todo lo que tenía, para así saldar la deuda.
Mateo 18:26 NVI
El siervo se postró delante de él. “Tenga paciencia conmigo —rogó—, y se lo pagaré todo”.
Mateo 18:27 NVI
El señor se compadeció de su siervo, perdonó su deuda y lo dejó en libertad.
Mateo 18:28 NVI
»Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, exigió.
Mateo 18:29 NVI
Su compañero se postró delante de él. “Ten paciencia conmigo —rogó—, y te lo pagaré”.
Mateo 18:30 NVI
Pero él se negó. Más bien fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda.
Mateo 18:31 NVI
Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido.
Mateo 18:32 NVI
Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le dijo—, te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste.
Mateo 18:33 NVI
¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?”.
Mateo 18:34 NVI
Y enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía.
Mateo 18:35 NVI
»Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano».