Juan 6:61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70
Juan 6:61 NVI
Jesús, muy consciente de que sus discípulos murmuraban por lo que había dicho, les reprochó: —¿Esto les causa tropiezo?
Juan 6:62 NVI
¿Qué tal si vieran al Hijo del hombre subir adonde antes estaba?
Juan 6:63 NVI
El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida.
Juan 6:64 NVI
Sin embargo, hay algunos de ustedes que no creen. Es que Jesús conocía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que iba a traicionarlo. Así que añadió
Juan 6:65 NVI
—Por esto les dije que nadie puede venir a mí, a menos que se lo haya concedido el Padre.
Juan 6:66 NVI
Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él.
Juan 6:67 NVI
Así que Jesús preguntó a los doce: —¿También ustedes quieren marcharse?
Juan 6:68 NVI
—Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Juan 6:69 NVI
Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.
Juan 6:70 NVI
—¿No los he escogido yo a ustedes doce? —respondió Jesús—. No obstante, uno de ustedes es un diablo.