El Fin Del VacíoMuestra

Hubo una etapa en mi vida en la que todo lo sentía perdido. Me levantaba cada mañana sintiéndome vacía, estaba completamente rota por dentro. Sin fuerzas, y lo peor de todo, es que ya no tenía esperanza.
Creía que no tenía sentido seguir intentando hacer las cosas bien, porque no tenía el poder de romper con ciertos hábitos y algunos ciclos que volvían una y otra vez a mi vida. Por tanto, no valía la pena seguir intentando algo que no funcionaba.
Desde niña, oí hablar de Jesús, pero mis preguntas eran:
Si Jesús sana, ¿dónde es que sana?
Si liberta, ¿por qué no actúa en mi vida?
Si Él es quien dice ser, ¿por qué hay tanto oprimido en su pueblo?
A mi alrededor había personas que amaban a Dios pero seguían depresivas, enfermas, llenas de opresiones y con vidas muy diferentes a lo que supuestamente debían vivir. Y fue entonces, en medio de todo este dolor, cuando ella apareció.
Dios colocó en mi casa a una chica para ayudar a mi madre con las tareas del hogar. Hoy sé que su presencia no fue casual: estaba puesta de manera estratégica para acercarse a mi corazón.
No era una gran predicadora, ni una persona que me daba grandes sermones sobre el infierno o la salvación. Pero tenía algo que, por mucho tiempo, no había visto en nadie más a mi alrededor: ¡AMOR! Y con ese amor, se ganó mi corazón.
Nunca me preguntó por qué había llegado tan bajo. No me pidió explicaciones de mi vida, ni me exigió que cambiara. Su vida me impartía amor y, sin palabras, me decía: “Yo estoy aquí para ayudarte”.
No me juzgó…
Me cubrió.
Y me enseñó sus cicatrices.
Ella había vivido cosas muy similares a mí. Y yo, tan acostumbrada a la apariencia de piedad, me sentí cautivada por una persona que supo guiarme, mostrándome un pasado perdonado, sanado y restaurado.
Hoy puedo decir, sin exagerar, que ella fue los brazos de Jesús en la tierra. Su amor me sostuvo. Sus palabras me guiaron. Y sus cicatrices me llevaron directamente al corazón de Dios, sabiendo que también para mí había redención.
Esta es mi historia y podría ser la tuya.
APLICACIÓN PERSONAL
Tal vez hoy, Dios quiere usarte a ti.
Porque hay personas a tu alrededor que solo necesitan una palabra, un abrazo, un gesto sencillo, y no la condenación a la que se han visto sometidas.
Estas personas, para volver a creer, para volver a vivir o reencontrarse con Jesús, necesitan el amor de Dios manifestado en una vida que no esconde quién fue, y muestra quién es hoy gracias al poder libertador que operó en ella.
Esto no sucederá si solo mostramos la gloria y ocultamos la ceniza. No sucederá si solo damos golpes de Biblia, pero no mostramos la gracia.
DESAFÍO DEL DÍA
Sé los brazos de Jesús para alguien que lo necesite hoy.
Que tu amor sea ese puente que lo lleve de regreso a la vida y al corazón del Padre.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34).
Las redes sociales están llenas de publicaciones que terminan diciendo: “Comparte este mensaje con alguien que lo necesite”. Pero TU VIDA es la que alguien necesita hoy.
Mostrar quién eras y en quién te has convertido es lo que muchos están esperando. Permitir que el amor de Dios fluya a través de ti, como un día fluyó para ti, es lo que el mundo necesita.
No más condenación.
Su gracia, manifestada en una vida que Cristo redimió.
ORACIÓN
Señor, gracias por tu amor, porque me alcanzó cuando más lo necesitaba. Gracias por esas personas que un día me acercaron a ti. Gracias por quien no me juzgó, porque tú tampoco tuviste juicio para mí. Hoy te pido que yo pueda hacer lo mismo por alguien más, y que me ayudes a ser una extensión de tu amor en esta tierra. Hazme sensible, compasiva y dispuesta a levantar al que lo necesite.
En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan

¿Te has sentido alguna vez perdida, herida o con un vacío que nada logra llenar? Este devocional es un viaje de 7 días donde descubrirás que Dios tiene un plan perfecto para tu vida. A través de historias reales, reflexiones y oraciones, experimentarás sanidad interior, restauración y un encuentro genuino con Jesús, el único que puede llenar tu corazón y transformar tu historia.
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Nos gustaría agradecer a Editorial Renacer por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: renacereditorial.com
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