Dios Está en ControlMuestra

Día 22: Confianza Solo por la Fe
"Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios y no por obras, para que nadie se jacte" (Efesios 2:8-9 NVI).
La fe es a la vez simple y profunda. Es simplemente la mano extendida que recibe lo que la gracia ofrece. No añade nada, no logra nada. Y, sin embargo, ¡cuántas veces complicamos lo que Dios ha dejado tan claro! Queremos aportar algo sustancial, pero la fe no es moneda corriente. Es simplemente el canal por el cual recibimos el don de Dios.
Muchos creyentes viven angustiados por la "calidad" de su fe: ¿Es lo suficientemente fuerte? ¿Lo suficientemente real? ¿Tengo suficiente fe? Pero Pablo nos recuerda que incluso la fe es un don. No nace de una reserva oculta de fuerza espiritual en nuestro interior. Es un don que se da junto con la salvación.
Imagine a alguien que se está ahogando. El chaleco salvavidas no depende de la fuerza del náufrago, sino del poder de quien lo lanza. El acto de aferrarse no es la causa de la salvación, solo el medio para recibirla. Lo mismo ocurre con la fe: no salva; Cristo salva a través de ella.
Por eso Pablo escribe "por la fe". La gracia es la fuente; la fe, el canal. Esta distinción es vital porque previene el error de confiar en nuestra propia confianza en lugar de confiar en Cristo.
Las dudas surgirán, y no pocas veces. Pero cuando surjan, no mires la fuerza de tu fe, mira la fidelidad de Aquel en quien crees. Una pequeña fe en un gran Salvador vale infinitamente más que una gran fe en ti mismo. Incluso una fe temblorosa, como una vela en el viento, es suficiente, porque lo que brilla no es la vela, sino la llama. Y Cristo es la llama que nunca se apaga.
La salvación solo es segura porque descansa completamente en las manos de Dios. Tus sentimientos cambian, tu fe flaquea, tus circunstancias fluctúan, pero Su propósito soberano no cambia. Quien te llamó es fiel y te sostendrá hasta el fin.
Mi oración:
Padre, te agradezco que mi salvación no dependa de la fuerza de mi fe, sino de tu fidelidad. Cuando las dudas me rodeen, aparta mi mirada de mí mismo y fíjala en ti. Enséñame a recordar que la fe no es más que la mano abierta que recibe tu don. No confío en mi confianza, sino en ti, que eres completamente digno de confianza. Que mi fe sea una ventana a tu gloria, no un espejo de mi debilidad. En el nombre de Jesús, amén.
Preguntas para reflexionar:
1. Cuando dudas, ¿tiendes a examinar tu fe o la fidelidad de Cristo?
2. ¿Cómo cambia tu perspectiva sobre el papel de la fe en la salvación al comprender que es un don de Dios?
Acerca de este Plan

¿Qué significa confiar en Dios con todo tu corazón? Este mes, te invitamos a vivir esta verdad inquebrantable: Dios tiene el control y es digno de tu completa confianza. Desde la creación hasta la cruz, desde las necesidades diarias hasta las pruebas de la vida, aprenderás a descansar en su soberanía, confiar en su gracia y vivir en su provisión. Cada día te llamará a cambiar el miedo por la fe, la autosuficiencia por la rendición y la duda por la confianza en el carácter de Dios.
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Nos gustaría agradecer a i2 Ministries (i2ministries.org) por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: thewadi.org/videos/espanol
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