Dios Está en ControlMuestra

Día 10: Carácter vs. Circunstancias

La fe madura no dice: "Entiendo", sino: "Confío".

"Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado" (2 Timoteo 1:12 NVI).

A menudo nos sentimos frustrados cuando Dios no actúa como esperamos. Cuando la enfermedad nos ataca, sabemos que Él tiene el poder de sanar. Quizás incluso lo hayamos visto sanar a otros. Pero en nuestro caso, la respuesta no llega en el momento que deseamos. ¿Significa esto que Él no nos ama? Aquí es donde aprendemos a confiar en el carácter de Dios, incluso cuando sus acciones no se ajustan a nuestras expectativas.

El carácter de Dios permanece constante, mientras que sus acciones pueden variar según su perfecta sabiduría y tiempo. Su amor no siempre se manifiesta como un alivio inmediato. Su poder no siempre se manifiesta como una intervención instantánea. Su sabiduría no siempre se alinea con nuestra perspectiva limitada. Pero estas variaciones en las acciones no indican cambios en el carácter. Reflejan la complejidad de su plan perfecto.

Dios permitió un tremendo sufrimiento en la vida de Job, pero Job declaró: «Aunque Él me mate, en Él confiaré». Job aprendió a confiar en el carácter de Dios incluso cuando no podía comprender sus acciones.

Un cirujano experto puede infligir un gran dolor para sanar. La cirugía no es cruel, aunque implique cortar. Del mismo modo, las acciones de Dios, incluso cuando traen dificultades temporales, fluyen de su carácter amoroso, sabio y poderoso. Podemos confiar en su corazón incluso cuando no comprendemos sus manos. La esencia de Dios es el amor, y todo lo que Él hace fluye de esa esencia.

La fe madura, entonces, aprende a decir: «No entiendo lo que haces, pero sé quién eres».

Este tipo de confianza va más allá de las circunstancias y se basa firmemente en el fundamento de la naturaleza inmutable de Dios.

Mi oración:

Dios, ayúdame a confiar en tu corazón cuando no entiendo tu voluntad. Cuando tus acciones no se ajusten a mis expectativas, cimienta mi fe en tu carácter inmutable. Eres bueno, eres fiel, eres amor, incluso cuando no puedo ver con claridad. Ayúdame a descansar en quién eres, no en lo que creo que deberías hacer. En el nombre de Jesús, amén.

Preguntas para reflexionar:

1. Piensa en un momento en el que te costó conciliar las acciones (o la aparente inacción) de Dios con su carácter.

2. ¿Qué aspecto del carácter de Dios te brinda más consuelo en momentos difíciles, cuando sus acciones te confunden?