Cómo ser felizMuestra

Sustituyendo tus sentimientos malos con buenos

Piensa en tus emociones negativas como si fueran una granada. Puedes tirar de la anilla y hacer que tus emociones exploten por todos lados, destruyéndote a ti y a todos los que te rodean, o puedes entregarle esas granadas emocionales a Dios y dejar que Él desactive lo que sientes.

Cuando permites que las emociones dominen tu vida (como la ira, los celos, el rencor, la tristeza, incluso la pasión), pueden llevarte directo al pecado.

No te confundas. Las emociones no son pecaminosas, pero cuando los sentimientos fuertes nos llevan a hacer cosas que sabemos son incorrectas, es cuando han cruzado el límite y nos han hecho actuar de forma pecaminosa.

Cuando entregamos nuestras emociones negativas a Dios, Él sustituye la ira con el amor, los celos con la gratitud, el dolor con la paz, la tristeza con el gozo, el rencor con el perdón y la ansiedad con el dominio propio.

Toma la decisión de permitir que Dios te ayude a mantener tus emociones bajo control. Cuéntale cómo te sientes y pídele que cambie tu corazón para que no peques al hacer o decir algo que después puedes lamentar.

No tires de la anilla. Entrégale tus emociones a Dios y deja que Él te cuide.