Cómo ser felizMuestra

Emociones concedidas por Dios

¿Te imaginas vivir en un mundo sin emociones? Al principio puedes pensar, “¡Asombroso! Sin miedos, ni preocupaciones, ni dolor, ni vergüenza. Eso seria perfecto. ¡Nada me molestaría!”. Pero piénsalo un poco más. Un mundo sin emociones también es uno sin risas, ni felicidad, ni sonrisas, ni abrazos, nada de las buenas y maravillosas emociones humanas que sentimos.

Dios nos creó para tener emociones y, lamentablemete, no solo sentimos emociones buenas, sino también malas.

Entonces, ¿qué hacemos con todas estas emociones? Primero, tenemos que reconocer que tener emociones, incluso negativas, no es algo malo. Después de todo, Dios también tiene emociones. Podemos ver en toda la Biblia que Dios siente felicidad, dolor, compasión, y muchas otras emociones. Segundo, lo que importa es lo que haces con tus emociones.

Entiende esto: Dios se preocupa profundamente por todas tus emociones. Cada lágrima, cada risa, cada sentimiento de temor; Dios lo ve todo y quiere estar ahí para celebrar con risas y sanar tu corazón cuando hay tristeza.