Preparando nuestros corazones para la Pascua: un devocional de CuaresmaMuestra

«Día 9: la casa»
El rey David, establecido por fin en su hogar de cedro, deseaba una casa para el arca de Dios. Sin embargo, la palabra del Señor vino a Natán, diciéndole a David que en lugar de permitirle construir un templo, el Señor establecería la Casa de David, la cual culminaría en aquel que «se sentaría en el trono eternamente».
Evidentemente, Dios no está simplemente prometiendo que asegurará la continuación del linaje de David como una especie de memorial para él: la creencia común de muchas religiones es que solo perduramos mediante nuestra descendencia. Él está prometiendo levantar a su propio Hijo de entre los descendientes de David, uno que soportará nuestros azotes y nuestra iniquidad.
¡Cómo es Dios! Le ofrecemos un plan grandioso con la manera en que planeamos honrarlo y él contesta con un plan completamente contradictorio, en el cual es glorificado al convertirse a la vez en rey y en sustituto.
Afortunadamente, Dios lee nuestros corazones y edita nuestros planes y nuestras oraciones a fin de que sean mucho más de lo que nos hubiéramos atrevido a preguntar o imaginar. Ora una y otra vez, hasta el límite de tu visión y tu fe, y entonces estate preparado para que Dios haga algo aún mejor.
Oración
Señor, Tú eres poderoso y fiel. Que tu honradez, tu justicia, así como tu amor y fidelidad inalterables, vayan delante de nosotros. Permítenos caminar a la luz de tu rostro y exaltar tu nombre todo el día. Recuérdanos tu pacto con David, que edificaste tu trono por todas las generaciones con el madero de la cruz. En el nombre de Cristo, amén.
Copyright © 2012, Iglesia Presbiteriana del Redentor.
El rey David, establecido por fin en su hogar de cedro, deseaba una casa para el arca de Dios. Sin embargo, la palabra del Señor vino a Natán, diciéndole a David que en lugar de permitirle construir un templo, el Señor establecería la Casa de David, la cual culminaría en aquel que «se sentaría en el trono eternamente».
Evidentemente, Dios no está simplemente prometiendo que asegurará la continuación del linaje de David como una especie de memorial para él: la creencia común de muchas religiones es que solo perduramos mediante nuestra descendencia. Él está prometiendo levantar a su propio Hijo de entre los descendientes de David, uno que soportará nuestros azotes y nuestra iniquidad.
¡Cómo es Dios! Le ofrecemos un plan grandioso con la manera en que planeamos honrarlo y él contesta con un plan completamente contradictorio, en el cual es glorificado al convertirse a la vez en rey y en sustituto.
Afortunadamente, Dios lee nuestros corazones y edita nuestros planes y nuestras oraciones a fin de que sean mucho más de lo que nos hubiéramos atrevido a preguntar o imaginar. Ora una y otra vez, hasta el límite de tu visión y tu fe, y entonces estate preparado para que Dios haga algo aún mejor.
Oración
Señor, Tú eres poderoso y fiel. Que tu honradez, tu justicia, así como tu amor y fidelidad inalterables, vayan delante de nosotros. Permítenos caminar a la luz de tu rostro y exaltar tu nombre todo el día. Recuérdanos tu pacto con David, que edificaste tu trono por todas las generaciones con el madero de la cruz. En el nombre de Cristo, amén.
Copyright © 2012, Iglesia Presbiteriana del Redentor.
Escritura
Acerca de este Plan

¿Qué es la Cuaresma? Es un tiempo en el cual anticipamos la victoria de la luz y la vida de Cristo sobre las tinieblas del pecado y la muerte. Conforme vamos avanzando desde el Miércoles de Ceniza hasta la Pascua, nos recuerda la realidad de nuestra fragilidad y la gracia redentora de Dios.
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Este devocional fue creado por el personal de la Iglesia Presbiteriana del Redentor y fue originalmente publicado en www.redeemer.com en 2012. Usado con permiso.