Obtener la appPreparando nuestros corazones para la Pascua: un devocional de CuaresmaMuestra
"Día 15: El abandonado"
El salmo 22 es el primero de un grupo de salmos que describen el sufrimiento de alguien que parece hacer eco de los relatos de Isaías del siervo sufriente del Señor. Es probable que la primera línea de este salmo nos sea familiar porque Jesús clamó estas palabras exactas cuando fue crucificado en la cruz. Sin embargo, este salmo fue escrito por David, muchas generaciones antes de eso. Cualquiera que sea el sufrimiento que David estaba contando, también describía proféticamente el sufrimiento redentor de Cristo en la cruz miles de años después.
Jesús habría leído este salmo muchas veces en su vida durante la adoración en el templo. Sin duda lo había memorizado, para que llegara tan fácilmente a su mente cuando estaba en la cruz.
Sabiendo lo que iba a enfrentar, Jesús podría haber pasado su vida con temor o pavor. En cambio, él, como David antes que él, se aferró a lo que él sabía que era verdad: Dios es santo, Dios es su Dios, y Dios ha sido digno de confianza a lo largo de su vida. Y entonces, basado en estas verdades, David llama a Dios a permanecer cerca de él. Jesús sabía, sin embargo, que el mayor sufrimiento que enfrentaría sería el abandono de Dios, para que Dios nunca abandonara a su pueblo.
El salmo termina con alabanza y una nota de triunfo al final: "que él hizo esto". Jesús permaneció hasta el final, llevó nuestros pecados y compró nuestra reconciliación con Dios. La naturaleza mesiánica del salmo queda clara cuando David declara que las generaciones pasadas que han muerto, así como las futuras generaciones aún no nacidas, todos llegarán a saber que su Dios es un Dios que libra a su pueblo del sufrimiento. Después de todo, porque Jesús fue completamente abandonado por Dios (¡para nosotros!), podemos estar seguros de que nunca seremos abandonados, aunque en nuestro sufrimiento, Dios aparezca lejos o silencioso cuando lo llamemos.
Oración
Dios misericordioso, te glorificamos porque Jesús sabía lo que significaba estar completamente separado de ti, nunca tendremos que experimentar eso. Fortalece nuestra fe para creer verdaderamente esto especialmente cuando pensamos que tenemos razones para dudarlo. En el Nombre de Cristo, Amén.
Copyright (c) 2012 por la Iglesia Presbiteriana Redentora.
El salmo 22 es el primero de un grupo de salmos que describen el sufrimiento de alguien que parece hacer eco de los relatos de Isaías del siervo sufriente del Señor. Es probable que la primera línea de este salmo nos sea familiar porque Jesús clamó estas palabras exactas cuando fue crucificado en la cruz. Sin embargo, este salmo fue escrito por David, muchas generaciones antes de eso. Cualquiera que sea el sufrimiento que David estaba contando, también describía proféticamente el sufrimiento redentor de Cristo en la cruz miles de años después.
Jesús habría leído este salmo muchas veces en su vida durante la adoración en el templo. Sin duda lo había memorizado, para que llegara tan fácilmente a su mente cuando estaba en la cruz.
Sabiendo lo que iba a enfrentar, Jesús podría haber pasado su vida con temor o pavor. En cambio, él, como David antes que él, se aferró a lo que él sabía que era verdad: Dios es santo, Dios es su Dios, y Dios ha sido digno de confianza a lo largo de su vida. Y entonces, basado en estas verdades, David llama a Dios a permanecer cerca de él. Jesús sabía, sin embargo, que el mayor sufrimiento que enfrentaría sería el abandono de Dios, para que Dios nunca abandonara a su pueblo.
El salmo termina con alabanza y una nota de triunfo al final: "que él hizo esto". Jesús permaneció hasta el final, llevó nuestros pecados y compró nuestra reconciliación con Dios. La naturaleza mesiánica del salmo queda clara cuando David declara que las generaciones pasadas que han muerto, así como las futuras generaciones aún no nacidas, todos llegarán a saber que su Dios es un Dios que libra a su pueblo del sufrimiento. Después de todo, porque Jesús fue completamente abandonado por Dios (¡para nosotros!), podemos estar seguros de que nunca seremos abandonados, aunque en nuestro sufrimiento, Dios aparezca lejos o silencioso cuando lo llamemos.
Oración
Dios misericordioso, te glorificamos porque Jesús sabía lo que significaba estar completamente separado de ti, nunca tendremos que experimentar eso. Fortalece nuestra fe para creer verdaderamente esto especialmente cuando pensamos que tenemos razones para dudarlo. En el Nombre de Cristo, Amén.
Copyright (c) 2012 por la Iglesia Presbiteriana Redentora.
Escritura
Acerca de este Plan
¿Qué es la Cuaresma? Es un tiempo en el cual anticipamos la victoria de la luz y la vida de Cristo sobre las tinieblas del pecado y la muerte. Conforme vamos avanzando desde el Miércoles de Ceniza hasta la Pascua, nos recuerda la realidad de nuestra fragilidad y la gracia redentora de Dios.
More
Este devocional fue creado por el personal de la Iglesia Presbiteriana del Redentor y fue originalmente publicado en www.redeemer.com en 2012. Usado con permiso.
