JEREMÍAS 8
8
1El Señor afirma: “En aquel tiempo sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes y de los jefes de Judá, de los sacerdotes, de los profetas y de los que vivieron en Jerusalén, 2y los dejarán tendidos al sol, a la luna y a todas las estrellas#8.2 Todas las estrellas: lit. todo el ejército del cielo (cf. 2 R 17.16; 21.3,5; Sof 1.5). a las que habían amado, servido, seguido, consultado y adorado.#8.2 A las que habían... consultado y adorado: En el antiguo Oriente estaban muy difundidos el culto a los astros y la práctica de la astrología. Se pensaba que los astros ejercían una misteriosa influencia sobre el destino de los seres humanos, y por eso se estudiaba el movimiento de las constelaciones con la esperanza de poder predecir el futuro. Este v. desautoriza, con tono de ironía, todas esas creencias y prácticas supersticiosas: los astros siguen su curso imperturbable sobre los cadáveres de sus fieles adoradores, sin prestarles ninguna atención y ninguna ayuda. Véase Gn 1.14-18 n. Nadie los recogerá para enterrarlos. Quedarán en el suelo, como estiércol.#8.1-2 Jer 25.33. 3Los que queden con vida de esta gente tan mala, en cualquier lugar en que se encuentren después que yo los disperse, preferirán la muerte a la vida. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo.
Traición y castigo de Israel
4“Tú, Jeremías, comunícale al pueblo este mensaje de mi parte:
‘Cuando uno se cae, se levanta;
cuando pierde el camino, vuelve a él.
5Entonces, Israel, ¿por qué me traicionaste?
¿Por qué, Jerusalén, renegaste de mí para siempre?
¿Por qué te empeñas en ser rebelde
y no quieres volver?
6He estado escuchando con atención,
pero no he oído a nadie
que se arrepienta de su maldad
y tenga la franqueza de decir:
¿Qué es lo que he hecho?
Todos siguen veloces su camino
como caballos desbocados en la batalla.
7Aun la cigüeña en el cielo
sabe cuándo debe volver.
La tórtola, la golondrina y la grulla
saben cuándo deben ir a otro lugar.
En cambio tú, pueblo mío,
no conoces mis leyes.#8.7 Cf. Is 1.3.
8¿Cómo podéis decir que sois sabios
y que tenéis la ley del Señor?
¡Si los cronistas, con pluma mentirosa,
la han falsificado!#8.8 Es difícil determinar el sentido exacto de este v. Según parece, los cronistas o escribas aquí mencionados eran los principales responsables de hacer copias de la ley y de instruir al pueblo para que la pusiera en práctica. Pero en lugar de interpretarla y de enseñarla correctamente, desviaban al pueblo del verdadero camino, poniendo el acento en cuestiones de menor importancia y pasando por alto lo esencial. Cf. Mt 23.23-26.
9Pero esos sabios#8.9 Estos sabios son los cronistas o escribas del v. anterior. quedarán humillados,
acobardados, como animales caídos en la trampa.
¿Dónde está su sabiduría,
si han rechazado mi palabra?
10Por eso, voy a entregar sus mujeres a otros hombres,
y sus tierras a otros dueños.
Porque todos, grandes y pequeños,
piensan solo en ganancias deshonestas;
profetas y sacerdotes,
todos cometen fraudes.
11Tratan por encima las heridas de mi pueblo;
dicen que todo está bien,
cuando todo está tan mal.#8.11 Jer 6.14; Ez 13.10.
12¡Debería darles vergüenza
hacer esas cosas que no soporto!
Pero no, no sienten vergüenza,
¡ya ni saben lo que es avergonzarse!
Por eso, cuando yo los castigue,
tropezarán y caerán como los otros.
Yo, el Señor, lo digo.’ ”#8.10-12 Estos vs. son una repetición de Jer 6.12-15.
13El Señor afirma:
“Voy a cortar a mi pueblo como si fuera trigo.#8.13 Voy a cortar... trigo: traducción probable. Heb. oscuro.
No quedará ni una uva en la vid
ni un higo en la higuera.
Tan sólo hojas marchitas.”#8.13 El Señor... hojas marchitas: según la versión griega (LXX). El texto heb. añade unas palabras oscuras.
14Y el pueblo dirá:
“¿Para qué nos quedamos aquí?
¡Vámonos todos a las ciudades fortificadas,
a que nos maten de una vez!
El Señor, nuestro Dios, va a hacernos morir;
nos da a beber agua envenenada
porque pecamos contra él.
15Esperábamos prosperidad,
pero nada bueno nos ha llegado.
Esperábamos salud,
pero solo hay espanto.
16¡Ya viene el enemigo!
¡Ya se oye desde Dan#8.16 Dan: Véanse Jos 19.40 n.; Jer 4.15 n. el resoplar de sus caballos!
Cuando relinchan, tiembla toda la tierra.
Vienen a destruir el país y todos sus bienes,
las ciudades y a los que en ellas viven.”
17El Señor afirma:
“Voy a enviar contra vosotros serpientes venenosas,
que os morderán;
contra ellas no hay magia que valga.”
Dolor de Jeremías por su pueblo
18Mi dolor no tiene remedio,#8.18 Mi dolor no tiene remedio: texto probable. Heb. oscuro.
mi corazón desfallece.
19Los ayes de mi pueblo
se oyen por todo el país:
“¿Ya no está el Señor en Sión?#8.19 Sión: Véase Sal 2.6 n.
¿Ya no está allí su rey?”
Y el Señor responde:
“¿Por qué me ofendieron adorando a los ídolos,
a dioses inútiles y extraños?”#8.19 Dioses inútiles y extraños: Cf. Jer 2.10-11.
20Pasó el verano, se acabó la cosecha
y no ha habido salvación para nosotros.
21Sufro con el sufrimiento de mi pueblo;
la tristeza y el terror se han apoderado de mí.
22¿No habrá algún remedio en Galaad?#8.22 Algún remedio: lit. algún bálsamo, es decir, un ungüento aromático con propiedades curativas. Las caravanas que iban de Damasco a Egipto transportando el bálsamo entraban en el territorio de Israel a través de Galaad, al este del Jordán. Véanse Dt 2.36-37 n. e Índice de mapas.
¿No habrá allí nadie que lo cure?
¿Por qué no puede sanar mi pueblo?
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JEREMÍAS 8: DHHE
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Sociedad Bíblica de España
Jeremías 8
8
1»”En aquel tiempo —afirma el Señor—, se exhumarán los huesos de los reyes y de los jefes de Judá, de los sacerdotes y de los profetas, y de los habitantes de Jerusalén. 2Quedarán expuestos al sol y a la luna, y a todas las estrellas del cielo, cuerpos celestes a los que ellos amaron, sirvieron, consultaron y adoraron. No se les recogerá ni se les enterrará; ¡como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra! 3En todos los lugares por donde yo disperse a los sobrevivientes de esta nación malvada, los que hayan quedado preferirán la muerte a la vida. Lo afirma el Señor Todopoderoso”.
Pecado y castigo
4»Pero tú les advertirás que así dice el Señor:
»“Cuando los hombres caen,
¿acaso no se levantan?
Cuando uno se desvía,
¿acaso no vuelve al camino?
5¿Por qué entonces este pueblo se ha desviado?
¿Por qué persiste Jerusalén en su apostasía?
Se aferran al engaño,
y no quieren volver a mí.
6He escuchado con suma atención,
para ver si alguien habla con rectitud,
pero nadie se arrepiente de su maldad;
nadie reconoce el mal que ha hecho.
Todos siguen su loca carrera,
como caballos desbocados en combate.
7Aun la cigüeña en el cielo
conoce sus estaciones;
la tórtola, la golondrina y la grulla
saben cuándo deben emigrar.
Pero mi pueblo no conoce
las leyes del Señor.
8»”¿Cómo os atrevéis a decir:
‘Somos sabios; la ley del Señor nos apoya’,
si la pluma engañosa de los escribas
la ha falsificado?
9Los sabios serán avergonzados,
serán atrapados y abatidos.
Si han rechazado la palabra del Señor,
¿qué sabiduría pueden tener?
10Por eso entregaré sus mujeres a otros hombres,
y sus campos a otros dueños.
Porque, desde el más pequeño hasta el más grande,
todos codician ganancias injustas;
desde el profeta hasta el sacerdote,
todos practican el engaño.
11Curan por encima la herida de mi pueblo,
y les desean: ‘¡Paz, paz!’,
cuando en realidad no hay paz.
12¿Acaso se han avergonzado
de la abominación que han cometido?
¡No, no se han avergonzado de nada,
y ni siquiera saben lo que es la vergüenza!
Por eso, caerán con los que caigan;
cuando los castigue, serán derribados
—dice el Señor—.
13»”Cuando quiero cosechar
—afirma el Señor—,
no encuentro uvas en la viña,
ni hay higos en la higuera;
sus hojas están marchitas.
¡Voy, pues, a quitarles
lo que les he dado!”»#8:13 ¡Voy … dado! Texto de difícil traducción.
14«¿Qué hacemos aquí sentados?
¡Venid, y vayámonos juntos a las ciudades fortificadas
para morir allí!
El Señor nuestro Dios nos está destruyendo.
Nos ha dado a beber agua envenenada,
porque hemos pecado contra él.
15Esperábamos paz,
pero no llegó nada bueno.
Esperábamos un tiempo de salud,
pero solo nos llegó el terror.
16Desde Dan se escucha
el resoplar de sus caballos;
cuando relinchan sus corceles,
tiembla toda la tierra.
Vienen a devorar el país,
y todo lo que hay en él,
la ciudad y todos sus habitantes».
17«¡Mirad! Estoy lanzando contra vosotros
serpientes venenosas que os morderán,
y contra ellas no hay encantamiento»,
afirma el Señor.
18La aflicción me abruma;#8:18 La aflicción me abruma. Frase de difícil traducción.
mi corazón desfallece.
19El clamor de mi pueblo se levanta
desde todos los rincones del país:
«¿Acaso no está el Señor en Sión?
¿No está allí su rey?»
«¿Por qué me provocan con sus ídolos,
con sus dioses inútiles y extraños?»
20«Pasó la cosecha, se acabó el verano,
y nosotros no hemos sido salvados».
21Por la herida de mi pueblo estoy herido;
estoy de luto, el terror se apoderó de mí.
22¿No queda bálsamo en Galaad?
¿No queda allí médico alguno?
¿Por qué no se ha restaurado
la salud de mi pueblo?
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