JEREMÍAS 16
16
Jeremías recibe órdenes del Señor#16.1-18 El celibato de Jeremías anticipa simbólicamente la suerte que le está reservada al reino de Judá. Su vida solitaria anuncia la desolación que va a reinar en el país. Como en los casos de Oseas (cf. Os 1–3) y Ezequiel (cf. Ez 24.16-24), el estilo de vida del profeta es parte de su mensaje. Véase Jer 13.1-11 n.
1El Señor se dirigió a mí y me dijo: 2“No te cases ni tengas hijos en este país.#16.2 No te cases ni tengas hijos: Esta orden del Señor a Jeremías resulta mucho más sorprendente si se tiene en cuenta que el celibato no gozaba de ningún aprecio en el antiguo Israel. Véase Sal 128 n. 3Porque yo, el Señor, te voy a decir lo que sucederá a los hijos que nazcan en este país y a los padres que los tengan. 4Morirán de enfermedades terribles y nadie llorará por ellos ni los enterrará: quedarán tendidos como estiércol en la tierra. La guerra y el hambre acabarán con ellos, y sus cadáveres serán devorados por las aves de rapiña y por las fieras.”#16.4 Véase Jer 7.33 n.
5El Señor me dijo también: “No entres en una casa donde estén de luto por un muerto; no llores ni muestres tu dolor por él, porque a este pueblo le he retirado mi paz, mi amor y mi misericordia.#16.5 Cf. Os 1.6. Yo, el Señor, lo afirmo. 6Grandes y pequeños morirán en este país; nadie les dará sepultura, ni los llorará, ni mostrará dolor por ellos hiriéndose el cuerpo o rapándose la cabeza.#16.6 La costumbre de hacerse heridas en el cuerpo o de raparse la cabeza en señal de duelo estaba prohibida por la ley mosaica (cf. Lv 19.28; Dt 14.1). Sin embargo, aquí se presenta como un rito funerario practicado corrientemente. 7Nadie celebrará banquetes fúnebres#16.7 Banquetes fúnebres: Los parientes del difunto solían ayunar hasta el atardecer (cf. 2 S 1.12; 3.35), y a esa hora los vecinos los consolaban trayéndoles comida y bebida. para consolar a los parientes, ni aun cuando se trate de la muerte del padre o de la madre.
8“Tampoco entres en una casa donde haya un banquete, a sentarte con ellos a comer y beber. 9Porque yo, el Señor todopoderoso, el Dios de Israel, declaro: Yo haré que terminen en este país los cantos de fiesta y alegría, y los cantos de bodas.#16.9 Jer 7.34; 25.10; Ap 18.23. Esto pasará en vuestros propios días y vosotros mismos lo veréis.
10“Cuando comuniques al pueblo este mensaje, te preguntarán: ‘¿Por qué ha ordenado el Señor contra nosotros este mal tan grande? ¿Qué maldad hemos hecho? ¿Qué pecado hemos cometido contra el Señor nuestro Dios?’ 11Tú contéstales: ‘El Señor afirma: Esto es porque vuestros antepasados me dejaron y se fueron tras otros dioses, para darles culto y adorarlos; a mí me abandonaron, y no cumplieron las instrucciones que les di. 12Pero vosotros habéis sido peores que vuestros antepasados, pues ninguno me ha obedecido, sino que todos habéis seguido tercamente las malas inclinaciones de vuestro corazón. 13Por eso os voy a arrojar de esta tierra a un país que ni vosotros ni vuestros antepasados conocíais, y allá serviréis día y noche a otros dioses, pues no tendré compasión de vosotros.’#16.10-13 Acerca del recurso al diálogo imaginario entre el profeta y el pueblo, véase 1 R 9.8-9. El pasaje concluye con una referencia al exilio babilónico (v. 13). Cf. Jer 5.19.
14“Pero vendrá un tiempo –yo, el Señor, lo afirmo– en que ya no se jurará diciendo: ‘Por la vida del Señor, que sacó a los israelitas de Egipto’, 15sino que se dirá: ‘Por la vida del Señor, que sacó a los israelitas del país del norte y de todos los demás países por donde los había dispersado’. Y yo os haré regresar a vuestra tierra, a la tierra que di a vuestros antepasados.#16.14-15 Jer 23.7-8. Estos vs. introducen una nota de esperanza en medio de un contexto bastante sombrío: el Señor hará volver de Babilonia a los cautivos en un éxodo más glorioso y espectacular que la antigua salida de Egipto. Cf. Is 43.16-21; 48.16-21; 51.9-11.
16“Haré que vengan muchos pescadores –yo, el Señor, lo afirmo–, para que pesquen a los israelitas. Y luego haré que vengan muchos cazadores,#16.16 Pescadores... cazadores: Estas dos metáforas se combinan para poner de relieve la severidad del juicio de Dios a causa de los pecados e infidelidades de su pueblo. Cf. Ez 12.13; 29.4; Am 4.2; Hab 1.14-17. para que los cacen y los saquen de toda montaña y colina, y hasta de las grietas de las rocas. 17Porque veo todas sus acciones; ninguna queda oculta para mí, ni sus pecados pueden esconderse de mi vista. 18Primero les haré pagar el doble#16.18 Les haré pagar el doble: Cf. Is 40.2. por sus maldades y pecados, porque profanaron mi tierra con sus aborrecibles ídolos muertos,#16.18 Ídolos muertos: Cf. Lv 26.30. y en toda la tierra que les di como herencia hicieron cosas que detesto.”
Jeremías invoca al Señor#16.19-21 Este breve poema añade otra nota de esperanza: las naciones paganas reconocerán que sus dioses son falsos y se covertirán al verdadero Dios.
19Señor, fuerza y protección mía,
mi refugio en el momento de peligro;
a ti vendrán las naciones#16.19 A ti vendrán las naciones: Cf. Is 2.1-5; Miq 4.1-3.
desde el extremo de la tierra, y te dirán:
“Tan sólo dioses falsos, inútiles y sin poder
recibieron nuestros padres como herencia.
20¿Puede el hombre hacer sus propios dioses?
¡Entonces esos dioses no son verdaderos!”#16.20 Cf. Jer 2.5,11.
Respuesta del Señor
21“Por eso, de una vez por todas
voy a mostrarles mi poder.
Así sabrán que mi nombre es el Señor.#16.21 Sabrán que mi nombre es el Señor: Ez 36.23,38.
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Sociedad Bíblica de España
Jeremías 16
16
Mensaje de juicio
1La palabra del Señor vino a mí, y me dijo: 2«No te cases, ni tengas hijos ni hijas en este lugar». 3Porque así dice el Señor en cuanto a los hijos y las hijas que han nacido en este lugar, y en cuanto a las madres que los dieron a luz y los padres que los engendraron en este país: 4«Morirán de enfermedades horribles. Nadie llorará por ellos ni los sepultará; se quedarán sobre la faz de la tierra, como el estiércol. La espada y el hambre acabarán con ellos, y sus cadáveres servirán de alimento para las aves del cielo y para las bestias de la tierra».
5Así dice el Señor: «No entres en una casa donde estén de luto, ni vayas a llorar, ni los consueles, porque a este pueblo le he retirado mi paz, mi amor y mi compasión —afirma el Señor—. 6En este país morirán grandes y pequeños; nadie llorará por ellos ni los sepultará; nadie se hará heridas en el cuerpo ni se rapará la cabeza por ellos. 7Nadie ofrecerá un banquete fúnebre a los que estén de duelo para consolarlos por el muerto ni a nadie se le dará a beber la copa del consuelo, aun cuando quien haya muerto sea su padre o su madre.
8»No entres en una casa donde haya una celebración, ni te sientes con ellos a comer y beber. 9Porque así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: Voy a poner fin en este lugar a toda expresión de alegría y de regocijo, y al cántico del novio y de la novia. Esto sucederá en vuestros propios días, y vosotros lo veréis.
10»Cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, ellos te preguntarán: “¿Por qué ha decretado el Señor contra nosotros esta calamidad tan grande? ¿Cuál es nuestra iniquidad? ¿Qué pecado hemos cometido contra el Señor nuestro Dios?” 11Entonces les responderás: “Esto es porque vuestros antepasados me abandonaron y se fueron tras otros dioses, y los sirvieron y los adoraron. Me abandonaron, y no cumplieron mi ley —afirma el Señor—. 12Pero vosotros os habéis comportado peor que vuestros antepasados. Cada uno sigue la terquedad de su corazón malvado, y no me ha obedecido. 13Por eso os voy a arrojar de esta tierra, a un país que ni vosotros ni vuestros antepasados habéis conocido, y allí serviréis a otros dioses día y noche. No os tendré clemencia”.
14»Por eso —afirma el Señor—, vienen días en que ya no se dirá: “Por la vida del Señor, que hizo salir a los israelitas de la tierra de Egipto”, 15sino: “Por la vida del Señor, que hizo salir a los israelitas de la tierra del norte, y de todos los países adonde los había expulsado”. Yo los haré volver a su tierra, la que antes di a sus antepasados.
16»Voy a enviar a muchos pescadores —afirma el Señor—, y ellos los pescarán. Después, enviaré a muchos cazadores, y ellos los cazarán por todas las montañas y colinas, y por las grietas de las rocas. 17Ciertamente mis ojos ven todas sus acciones; ninguna de ellas me es oculta. Su iniquidad no puede esconderse de mi vista. 18Primero les pagaré el doble por su iniquidad y su pecado, porque con los cadáveres de sus ídolos detestables han profanado mi tierra, y han llenado mi herencia con sus abominaciones».
19 Señor, fuerza y fortaleza mía,
mi refugio en el día de la angustia:
desde los confines de la tierra
vendrán a ti las naciones, y dirán:
«Solo mentira heredaron nuestros antepasados;
heredaron lo absurdo,
lo que no sirve para nada.
20¿Acaso puede el hombre hacer sus propios dioses?
¡Pero si no son dioses!»
21«Por eso, esta vez les daré una lección;
les daré a conocer mi mano poderosa.
¡Así sabrán que mi nombre es el Señor!
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