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2 Macabeos 11

11
Primera campaña de Lisias#11.1-12 La campaña de Lisias había ocurrido realmente en tiempo de Antíoco IV.
(1~Mac 4.28-35)
1Muy poco tiempo después, Lisias, tutor y pariente del rey y encargado del gobierno,#11.1 1 Mac 3.32-33; 6.17; 2 Mac 13.2. muy preocupado por los últimos acontecimientos, 2reunió cerca de ochenta mil hombres de infantería y toda su caballería, y avanzó contra los judíos. Su intención era convertir a Jerusalén en ciudad de residencia de los griegos, 3hacer que el templo pagara impuestos como los templos de las demás naciones, y vender cada año la dignidad de sumo sacerdote.#11.3 2 Mac 4.7. Vendiendo cada año el cargo de sumo sacerdote, el fisco se aseguraba unos ingresos considerables. 4Pero no contaba con el poder de Dios, sino que confiaba en sus millares de soldados de infantería y caballería y en sus ochenta elefantes.
5Penetrando en Judea, se acercó a Bet-sur,#11.5 Bet-sur:: Véase 1 Mac 4.29 n. fortaleza que distaba unos veinticinco kilómetros de Jerusalén, y la atacó. 6Cuando Macabeo y sus soldados supieron que Lisias estaba atacando la fortaleza, se reunieron con todo el pueblo, y con gemidos y lágrimas pidieron al Señor que enviara un ángel#11.6 Ex 23.20; Jos 5.13-15; Jue 6.11-24; 2 R 19.35; Tb 5.21; 2 Mac 15.23. bueno para salvar a Israel. 7Macabeo, que fue el primero en tomar las armas, animó a los demás para que todos juntos hicieran frente al peligro y fueran en ayuda de sus hermanos. Todos ellos, llenos de entusiasmo, se pusieron en marcha. 8Estando todavía cerca de Jerusalén, se apareció, a la cabeza de la tropa, un jinete vestido de blanco, agitando unas armas de oro. 9Entonces todos alabaron a Dios misericordioso, y tan fortalecidos se sintieron en su ánimo que estaban dispuestos a atacar no solo a los hombres, sino a las fieras más salvajes y a murallas de hierro. 10Marcharon en orden de batalla, con su defensor celestial, ayudados por la misericordia del Señor. 11Se lanzaron como leones sobre los enemigos, y derribaron por tierra a once mil soldados de infantería y a mil seiscientos de caballería, y a los demás los hicieron huir.#11.11 En 1 Mac 4.34 el número de los muertos sólo llega a cinco mil. 12La mayoría de ellos se escaparon heridos y sin armas. Lisias se salvó huyendo vergonzosamente.
Paz con los judíos
(1~Mac 6.55-63)
13Pero Lisias, que no era tonto, reflexionó sobre la derrota que había recibido, y comprendió que los hebreos eran invencibles porque tenían como aliado a Dios todopoderoso. Entonces les envió mensajeros 14para proponerles la paz en condiciones justas, y les prometió usar de su influencia para que el rey fuera amigo de ellos. 15Macabeo, en consideración al bien común, aceptó todo lo que Lisias proponía, y el rey concedió todo lo que Macabeo pidió por escrito a Lisias en favor de los judíos.
16Las cartas escritas por Lisias a los judíos estaban concebidas en estos términos:#11.16 Interrumpiendo el relato, se colocan aquí cuatro documentos que hablan de concesiones hechas a los judíos.
«Lisias saluda al pueblo judío. 17Juan y Absalón, delegados de ustedes, me han entregado el documento transcrito más abajo, y me han pedido la aprobación de su contenido. 18Yo comuniqué al rey todo lo que era de su competencia; lo que estaba en mis manos, lo concedí. 19Si ustedes continúan mostrando buena disposición hacia los intereses del estado, yo procuraré promover en el futuro el bienestar de ustedes. 20He dado orden a sus delegados y a los míos para que se pongan de acuerdo con ustedes sobre los detalles. 21Que les vaya bien.
»A los veinticuatro días del mes de Dióscoro del año ciento cuarenta y ocho.»#11.21 Corresponde al año 164 a.C.
22La carta del rey decía lo siguiente:
«El rey Antíoco saluda a su hermano Lisias.#11.22 El título honorífico de hermano puede darse a un funcionario de alto rango, sin que implique parentesco. Véase 1 Mac 10.89 n. 23Ahora que mi padre ha sido trasladado a los dioses,#11.23 Ha sido trasladado a los dioses: Esta expresión era frecuente, respecto de los reyes muertos, tanto en Siria como en Egipto. he querido que las personas de mi reino vivan tranquilas, para que puedan dedicarse a sus asuntos. 24Pero he oído decir que los judíos no están de acuerdo con adoptar las costumbres griegas, como lo quería mi padre, sino que prefieren vivir según su manera propia, y han pedido que se les permita cumplir sus leyes. 25Deseando, pues, que también esa nación viva tranquila, decido que se les devuelva el templo y que puedan vivir según las costumbres de sus antepasados. 26Hazme el favor de enviar algunos delegados que hagan las paces con ellos, para que, conociendo mi determinación, estén tranquilos y puedan dedicarse en paz a sus asuntos.»
27La carta del rey al pueblo judío decía así:
«El rey Antíoco saluda al consejo de ancianos y al pueblo judío. 28Deseo que ustedes se encuentren bien; yo estoy bien de salud. 29Menelao me ha manifestado que ustedes desean volver a sus hogares.#11.29 Menelao: 2 Mac 4.24. 30Por consiguiente, concedo una amnistía a todos los que hayan regresado para el día treinta del mes de Xántico. 31Los judíos podrán comer sus alimentos especiales y seguir sus leyes como antes. Ninguno de ellos será molestado en manera alguna por las faltas cometidas anteriormente. 32Les envío, además, a Menelao, para que garantice la seguridad de ustedes.#11.32 Al enviarles a Menelao, sacerdote detestado por los insurgentes, muestra el rey Antíoco que quiere imponerles un jefe distinto del que ellos reconocían. 33Que les vaya bien.
»A los quince días del mes de Xántico del año ciento cuarenta y ocho.»#11.33 Esta fecha corresponde a marzo de 164 a.C.
34También los romanos enviaron a los judíos una carta en los siguientes términos:
«Quinto Memio y Tito Manio, legados romanos, saludan al pueblo judío.#11.34 Los romanos, luego de la victoria de Pidna, en el año 168 a.C., habían consolidado su influencia en el Oriente próximo. 35Lo que Lisias, pariente del rey,#11.35 Pariente del rey: Véase 1 Mac 10.89 n. les ha concedido, lo aprobamos nosotros también. 36Pero revisen ustedes cuidadosamente lo que él juzgó que debía proponérsele al rey, y envíennos luego un delegado, para que nosotros se lo expongamos al rey de una manera conveniente para ustedes, pues nos dirigimos a Antioquía. 37Por lo tanto, apresúrense a enviarnos algunos delegados, para que sepamos cuáles son las intenciones de ustedes. 38Que les vaya bien.
»A los quince días del mes de Xántico del año ciento cuarenta y ocho.»#11.38 Véase 11.33 n.

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