2 Corintios 7
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1Así pues, queridos hermanos, estas son las promesas que tenemos. Por eso debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, tanto en el cuerpo como en el espíritu;#7.1 Cuerpo y espíritu incluyen todo el ser en sus diversos aspectos. y en el temor de Dios procuremos alcanzar una completa santidad.
Alegría de Pablo por la actitud de los corintios
2¡Dennos cabida en su corazón!#7.2 2 Co 6.11. En el v. 2 vuelve al tema de 6.11-13 (véase 2 Co 6.14—7.1 n.), para reconciliarse con los corintios. Con nadie hemos sido injustos; a nadie hemos hecho daño; a nadie hemos explotado.#7.2 Sido injustos... hecho daño... explotado: Se trata, bien de acusaciones hechas a Pablo por sus adversarios, o de alusiones que él hace a los falsos apóstoles (cf. 2 Co 11.4-13). 3No les digo esto para criticarlos, pues, como ya les dije antes, ustedes están en mi corazón, para vivir juntos y morir juntos. 4Tengo mucha franqueza para hablarles y estoy muy orgulloso de ustedes.#2~Co 6.11-13. En medio de todo lo que sufrimos, me siento muy animado y lleno de gozo.
5Desde que llegamos a Macedonia,#7.5-7 El autor continúa su narración interrumpida (véase 2 Co 2.12-13 n.). no hemos tenido ningún descanso, sino que en todas partes hemos encontrado dificultades: luchas a nuestro alrededor y temores en nuestro interior. 6Pero Dios, que anima a los desanimados, nos animó con la llegada de Tito;#7.6 La llegada de Tito: Véanse Introducción y 2 Co 8.6 nota. 7y no solamente con su llegada, sino también por el hecho de que él se sentía muy animado a causa de ustedes. Él nos habló de lo mucho que ustedes desean vernos, y nos contó de la tristeza que sienten y de su preocupación por mí; y con todo esto me alegré más todavía.
8Aunque la carta que les escribí#7.8-9 La carta que les escribí: Véase 2 Co 2.3-4 n. los entristeció, no lo lamento ahora. Y si antes lo lamenté viendo que esa carta los había entristecido por un poco de tiempo, 9ahora me alegro; no por la tristeza que les causó, sino porque esa tristeza los hizo volverse a Dios. Fue una tristeza según la voluntad de Dios, así que nosotros no les causamos ningún daño; 10pues la tristeza según la voluntad de Dios conduce a una conversión que da por resultado la salvación, y no hay nada que lamentar. Pero la tristeza del mundo produce la muerte. 11Su tristeza, que fue según la voluntad de Dios, ¡miren qué resultados ha dado! Los hizo tomar en serio el asunto y defenderme;#7.11 Defenderme: otra posible traducción: disculparse; nótese el fin del v. los hizo enojar, y también sentir miedo. Después tuvieron deseos de verme, sintieron celos por mí y castigaron al culpable. Con todo lo cual han demostrado ustedes que no tuvieron nada que ver en este asunto. 12Así pues, cuando les escribí aquella carta, no lo hice pensando en el ofensor ni en la persona ofendida,#7.12 La persona ofendida: Pablo, directa o indirectamente (véase 2 Co 2.1 n.). sino más bien para que se viera delante de Dios la preocupación que ustedes tienen por nosotros. 13Esto ha sido para nosotros un consuelo.
Pero mucho más que este consuelo que hemos recibido, nos ha alegrado el ver que Tito está muy contento; pues todos ustedes le han dado nuevos ánimos. 14Yo ya le había dicho a Tito que me sentía orgulloso de ustedes, y no he quedado mal. Al contrario, así como es verdad todo lo que les hemos dicho a ustedes, también resultó cierto lo que le habíamos dicho a Tito: que estamos orgullosos de ustedes. 15Y él les tiene aún más cariño cuando recuerda que todos ustedes lo obedecieron y lo recibieron con tan profundo respeto.#7.15 Con tan profundo respeto: Lit. con temor y temblor; véase Ef 6.5 n. 16¡Me alegro de poder confiar plenamente en ustedes!
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2 Corintios 7: DHH94I
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
2 CORINTIOS 7
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1Tales son, queridos míos, las promesas que tenemos. Purifiquémonos, pues, de todo cuanto contamine el cuerpo o el espíritu y realicemos plenamente nuestra consagración viviendo en el respeto a Dios.
2Acójannos en sus corazones. A nadie agraviamos, a nadie arruinamos, a nadie explotamos.#1 Co 9,12-15. 3Y con esto no pretendo recriminarlos, pues ya les he dicho que, en vida o en muerte, los llevo en el corazón. 4Tengo puesta en ustedes toda mi confianza y es tanto el orgullo que siento por ustedes, que estoy rebosante de ánimo y de alegría a pesar de todas las penalidades.#7,14; 8,24 (ver 1 Ts 2,19-20; 2 Ts 1,4).
Alegría de Pablo por la nueva actitud de los corintios
5Cuando llegué a Macedonia tampoco pude disfrutar del más mínimo sosiego; las tribulaciones me acosaban por doquier: por fuera los conflictos, por dentro el miedo.#4,8-12; 6,4-5; 11,23-27; 1 Co 4,11-12. 6Pero Dios, que conforta a los humildes, me reanimó también a mí con la presencia de Tito.#1,3-4; Is 49,13. 7Y no fue solo su presencia, fue sobre todo el conocer cómo ustedes le habían animado y reconfortado. Él me habló de la añoranza de ustedes por verme, del arrepentimiento, de la preocupación que ustedes tienen por mí. Esto me hizo todavía más feliz.
8No me pesa haberles causado tristeza con mi carta. Hubo, sí, un momento en que lo sentí, al darme cuenta de que aquella carta los entristeció, aunque solo fuera por breve tiempo. 9Pero ahora me alegro, no de haberlos entristecido, sino de que esa tristeza haya servido para que ustedes cambien de actitud. Como fue una tristeza querida por Dios, ningún daño han recibido de nosotros. 10Y es que si la tristeza está en conformidad con la voluntad de Dios, produce un saludable cambio de actitud del que no hay que lamentarse; en cambio, la tristeza producida por el mundo ocasiona la muerte. 11Fíjense, en efecto, en los frutos que esa tristeza conforme a la voluntad de Dios ha producido en ustedes: ¡Qué forma de preocuparse, de presentar excusas, de sentirse indignados por lo sucedido, y al mismo tiempo, asustados! ¡Qué añoranza por verme, qué interés por resolver el asunto, qué impaciencia por hacer justicia! Han demostrado, hasta donde es posible, que no son culpables de lo sucedido. 12Si, pues, les escribí aquella carta, no fue tanto por el que causó la ofensa o por el que la recibió, cuanto por brindarles la oportunidad de descubrir, por ustedes mismos y en presencia de Dios, hasta dónde llegaba el interés que sienten por mí.
13Esto es lo que me ha llenado de consuelo. Pero mucho más que mi propio consuelo, lo que me hace rebosar de alegría es ver a Tito íntimamente contento y reconfortado por el trato recibido de todos ustedes. 14Le dije que estaba orgulloso de ustedes y no me han dejado en mal lugar; al contrario, lo mismo que no me privé de decirles toda la verdad, también los elogios que hice a Tito con respecto a ustedes, han resultado verdaderos. 15Cada vez que recuerda el profundo respeto con que lo acogieron y la atención que todos le prestaron, crece más y más el cariño que les tiene.#Ef 6,5; Flp 2,12. 16¡Qué alegría para mí poder contar siempre con ustedes!
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