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LUCAS 13

13
Importancia de la conversión
1Por aquel mismo tiempo fueron unos a ver a Jesús, y le contaron lo que Pilato había hecho: sus soldados mataron a unos galileos cuando estaban ofreciendo sacrificios, y la sangre de esos galileos se mezcló con la sangre de los animales que sacrificaban.#13.1 Pilato: gobernador de Judea (Lc 3.1 nota c). No hay otros datos históricos respecto a este incidente ni al del v. 4. Probablemente, con motivo de algún disturbio, las tropas de Pilato habían dado muerte a algunos peregrinos de Galilea en el momento en que ofrecían su sacrificio. La expresión mezclar su sangre debe entenderse en sentido figurado, para indicar que la matanza coincidió con los sacrificios.
2Jesús les dijo: “¿Pensáis que aquellos galileos murieron así por ser más pecadores que los demás galileos? 3Os digo que no, y que si vosotros no os volvéis a Dios, también moriréis. 4¿O creéis que aquellos dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé#13.4 La torre de Siloé: fortificación cercana al estanque del mismo nombre (Jn 9.7 n.); el relato alude a algún accidente que ocurrió durante su construcción o reparación. les cayó encima, eran más culpables que los demás que vivían en Jerusalén? 5Os digo que no, y que si vosotros no os volvéis a Dios, también moriréis.”
Parábola de la higuera sin fruto#13.6-9 Esta parábola solo aparece en Lc, que, en cambio, omite la “parábola dramatizada” de la higuera, de Mt 21.18-22; Mc 11.12-14,20-25 (véase Mt 21.1-22 n.). Se refiere a la actitud negativa de Israel y de sus dirigentes. Cf. Is 5.1-7; Jer 2.21; 8.13.
6Jesús les contó esta parábola: “Un hombre había plantado una higuera en su viña, pero cuando fue a ver si tenía higos no encontró ninguno.#13.6-7 Cf. Is 5.1-7; Jer 2.21; 8.13. 7Así que dijo al hombre que cuidaba la viña: ‘Mira, hace tres años que vengo a esta higuera en busca de fruto, pero nunca lo encuentro. Córtala. ¿Para qué ha de ocupar terreno inútilmente?’ 8Pero el que cuidaba la viña le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año. Cavaré la tierra a su alrededor y le echaré abono. 9Con eso, tal vez dé fruto; y si no, ya la cortarás.’ ”
Jesús sana en sábado a una mujer enferma#13.10-17 Nótese la semejanza entre este relato y el de Lc 14.1-6.
10Un sábado#13.10 Sábado: Véase Índice temático. se puso Jesús a enseñar en una sinagoga. 11Había allí una mujer que estaba enferma desde hacía dieciocho años. Un espíritu maligno la había dejado encorvada, y no podía enderezarse para nada. 12Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo:
–Mujer, ya estás libre de tu enfermedad.
13Puso las manos sobre ella, y al momento la mujer se enderezó y comenzó a alabar a Dios. 14Pero el jefe de la sinagoga, enojado porque Jesús la había sanado en sábado, dijo a la gente:
–Hay seis días para trabajar: venid cualquiera de ellos a ser sanados, y no el sábado.#13.14 Ex 20.9-10; Dt 5.13-14; véase Mt 12.10 n. Según la interpretación rabínica, los casos de vida o muerte eran los únicos que se permitía atender en sábado.
15El Señor le contestó:
–Hipócritas, ¿no desata cualquiera de vosotros su buey o su asno en sábado, para llevarlo a beber?#13.15 Lc 14.5. 16Pues a esta mujer, que es descendiente de Abraham#13.16 Descendiente de Abraham: A pesar de que en el judaísmo no se daba a las mujeres todos los derechos que se daban a los hombres, Jesús sí reconoce a esta mujer como parte del pueblo de Dios, y, por tanto, con los derechos correspondientes. y que Satanás tenía atada con esa enfermedad desde hace dieciocho años, ¿acaso no se la debía desatar aunque fuera en sábado?
17Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron avergonzados; pero toda la gente se alegraba viendo las grandes cosas que él hacía.
Parábola de la semilla de mostaza
(Mt 13.31-32; Mc 4.30-32)
18Jesús decía: “¿A qué se parece el reino de Dios y a qué podré compararlo? 19Es como una semilla de mostaza#13.19 Mostaza: planta que llega a adquirir un gran tamaño a pesar de brotar de una semilla muy pequeña; véase Mt 13.31 n. que un hombre siembra en su campo, y que crece hasta llegar a ser como un árbol tan grande que las aves anidan entre sus ramas.”#13.19 Cf. Ez 17.23; 31.6; Dn 4.12,20-21.
Parábola de la levadura
(Mt 13.33)
20También dijo Jesús: “¿A qué podré comparar el reino de Dios? 21Es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para que toda la masa fermente.”#13.21 Levadura: Véase Mt 13.33 n.
La puerta angosta
(Mt 7.13-14,21-23)
22En su camino a Jerusalén,#13.22 Su camino a Jerusalén: Véase Lc 9.51–19.27 n. Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba. 23Alguien le preguntó:
–Señor, ¿son pocos los que se salvan?
Él contestó:
24–Procurad entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos querrán entrar y no podrán.#13.24 Cf. Sal 1.6; Pr 4.18-19. 25Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, vosotros, los que estáis fuera, llamaréis y diréis: ‘¡Señor, ábrenos!’ Pero él os contestará: ‘No sé de dónde sois.’#13.25 Mt 25.10-12. 26Entonces comenzaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras calles.’ 27Pero él os contestará: ‘Ya os digo que no sé de dónde sois. ¡Apartaos de mí, malhechores!’#13.27 Cf. Sal 6.8. 28Allí lloraréis y os rechinarán los dientes#13.28 Allí lloraréis y os rechinarán los dientes: Véase Mt 8.12 n. al ver que Abraham, Isaac, Jacob y todos los profetas están en el reino de Dios, y que vosotros sois echados fuera. 29Porque vendrá gente del norte, del sur, del este y del oeste,#13.29 Cf. Sal 107.2-3. y se sentará a la mesa en el reino de Dios.#13.29 Véase Mt 8.11 nota i. 30Y mirad, algunos de los que ahora son los últimos serán los primeros; y algunos que ahora son los primeros serán los últimos.#13.30 Mt 19.30; 20.16; Mc 10.31.
Jesús llora por Jerusalén
(Mt 23.37-39)
31También entonces llegaron algunos fariseos, a decirle a Jesús:
–Vete de aquí, porque Herodes#13.31 Herodes: llamado Antipas; véase Lc 3.1 nota d. En Galilea, Jesús estaba en territorio gobernado por aquel. te quiere matar.
32Él les contestó:
–Id y decidle a ese zorro:#13.32 Zorro: animal que recibe diferentes nombres en los países de habla hispana; se refiere al que se conoce generalmente como zorra o raposa. Entre los judíos era símbolo tanto de astucia como de debilidad o insignificancia (cf. Neh 4.3; Ez 13.4). ‘Mira, hoy y mañana expulso a los demonios y sano a los enfermos, y pasado mañana termino.’ 33Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y al día siguiente, porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.#13.33 Jesús alude a su próxima muerte, diciendo con cierta ironía que, puesto que en Jerusalén habían dado muerte a otros profetas (v. 34), lo propio para él era morir también allí.
34“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas#13.34 1 R 19.10; Jer 2.30; 26.20-23. y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas,#13.34 Jesús emplea una imagen familiar para referirse a la protección y el amparo divinos. pero no quisisteis! 35Pues mirad, vuestro hogar va a quedar desierto.#13.35 Jer 22.5. Hogar: puede ser también una alusión al templo. Y os digo que no volveréis a verme hasta que llegue el tiempo en que digáis:
‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’ ”

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