Romanos 6
6
6. Con Cristo hemos muerto al pecado
(6.1-23)
En el bautismo nos unimos a Cristo
1¿Qué diremos entonces? ¿Vamos a seguir pecando para que Dios se muestre aún más bondadoso? 2¡Claro que no! Nosotros ya hemos muerto respecto al pecado;#6.2 Pablo recurre a la figura de la muerte para simbolizar la separación total respecto del pecado, desarrollada en los vv. 3-5 en relación con el bautismo. ¿cómo, pues, podremos seguir viviendo en pecado?#6.1-2 Ro 3.8; cf. Eclo 5.5-6. 3¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo,#Gl 3.27. quedamos unidos a su muerte?#6.3-4 En el bautismo, el creyente se incorpora a Cristo y se une a su muerte y a su resurrección y vida nueva. Col 2.12. 4Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo,#6.4 Se alude a la forma generalmente usada entonces de celebrar el bautismo, sumergiendo a la persona en el agua. y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre.
5Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. 6Sabemos que lo que antes éramos#6.6 Lo que antes éramos: Lit. nuestro hombre viejo (Ef 4.22; Col 3.9). fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado.#6.6 Gl 2.19-20; 5.24-25. Esclavos del pecado: Véase Ro 5.21 n. 7Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado.#1~P 4.1. 8Si nosotros hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él.#2~Ti 2.11. 9Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. 10Pues Cristo, al morir, murió de una vez para siempre#6.10 Una vez para siempre: Cf. Heb 7.27; 9.26-28; 1 P 3.18. respecto al pecado;#6.10 Cf. 6.2,7; Cristo, quien sin conocer pecado se identificó con el hombre pecador (2 Co 5.21; Heb 4.14; 1 P 2.24), con su sacrificio libra del pecado a los que están unidos a él en su muerte (v. 6). pero al vivir, vive para Dios. 11Así también, ustedes considérense#6.11 Considérense: El verbo griego es el mismo que aparece en el cap. 4 con el sentido de tener en cuenta (véase Ro 4.3 n.). No se trata de una simple opinión, sino de que el creyente reconozca que, por su unión con Cristo, está realmente muerto respecto al pecado pero vivo para Dios (vv. 3-8). muertos respecto al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús.#6.11 En unión con Cristo Jesús: Lit. en Cristo Jesús. Pablo usa con frecuencia la expresión en Cristo Jesús. Con ella se refiere a la obra de salvación que Dios ha realizado por medio de Cristo, especialmente en su muerte y resurrección (véase Ro 3.24 nota; cf. 1 Co 1.30). Además, con esta expresión caracteriza toda la vida del creyente, quien en el bautismo se ha unido a la persona de Cristo, a su muerte y resurrección, y debe seguir viviendo unido a él (cf. Ro 6.3-11; 1 Co 1.9; Gl 3.27; Flp 1.1; Col 1.4). Esa unión con Cristo crea también la unión entre los creyentes (Ro 12.5; Gl 3.28). La vida eterna es asimismo una vida en unión con él (Ro 6.23).
12Por lo tanto, no dejen ustedes que el pecado siga dominando en su cuerpo mortal y que los siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. 13No entreguen su cuerpo al pecado, como instrumento para hacer lo malo. Al contrario, entréguense a Dios,#6.13 Ro 12.1. En el texto griego, las expresiones no entreguen y entréguense tienen matices diferentes; el sentido es, en efecto: ya no vivan entregados al pecado... sino entréguense de una vez por todas a Dios. como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entréguenle su cuerpo como instrumento para hacer lo que es justo ante él. 14Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes,#6.14 El pecado... ustedes: El futuro del verbo tiene valor de imperativo, así que esta oración puede traducirse como no tenga ya poder sobre ustedes el pecado. pues no están sujetos a la ley sino a la bondad de Dios.#6.11-14 Cf. Col 3.1-10.
Comparación con la esclavitud#6.15-23 Cf. Jn 8.31-36; 2 P 2.19. Pablo ilustra su idea con un ejemplo tomado de la vida diaria de su tiempo. La esclavitud u obediencia forzada al pecado (Ro 5.21 n.) se contrapone a la libertad que permite obedecer a Dios para vivir en la justicia (v. 16).
15¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos sujetos a la ley sino a la bondad de Dios? ¡Claro que no! 16Ustedes saben muy bien que si se entregan como esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son esclavos de ese amo a quien obedecen. Y esto es así, tanto si obedecen al pecado, lo cual lleva a la muerte, como si obedecen a Dios para vivir en la justicia. 17Pero gracias a Dios que ustedes, que antes eran esclavos del pecado, ya han obedecido de corazón a la forma de enseñanza que han recibido. 18Una vez libres de la esclavitud del pecado, ustedes han entrado al servicio de la justicia. 19(Hablo en términos humanos, porque ustedes, por su debilidad, no pueden entender bien estas cosas.) De modo que, así como antes entregaron su cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer lo malo, entreguen también ahora su cuerpo al servicio de la justicia, con el fin de llevar una vida santa.
20Cuando ustedes todavía eran esclavos del pecado, no estaban al servicio de la justicia; 21pero ¿qué provecho sacaron entonces? Ahora ustedes se avergüenzan de esas cosas, pues solo llevan a la muerte. 22Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna.#Pr 12.28. 23El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.#6.23 Cf. Ro 5.21.
Currently Selected:
Romanos 6: DHH94PC
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Romanos 6
6
Muertos al pecado
1Entonces, ¿qué diremos? ¿Seguiremos pecando, para que la gracia abunde?
2¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él?
3¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte?
4Porque por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva.
5Porque si nos hemos unido a Cristo en su muerte, así también nos uniremos a él en su resurrección.
6Sabemos que nuestro antiguo yo fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
7Porque el que ha muerto, ha sido liberado del pecado.
8Así que, si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él.
9Sabemos que Cristo resucitó y que no volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él.
10Porque en cuanto a su muerte, murió al pecado de una vez y para siempre; pero en cuanto a su vida, vive para Dios.
11Así también ustedes, considérense muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor.
12Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni lo obedezcan en sus malos deseos.
13Tampoco presenten sus miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y presenten sus miembros a Dios como instrumentos de justicia.
14El pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues ya no están bajo la ley sino bajo la gracia.
Siervos de la justicia
15¿Entonces, qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!
16¿Acaso no saben ustedes que, si se someten a alguien para obedecerlo como esclavos, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, ya sea del pecado que lleva a la muerte, o de la obediencia que lleva a la justicia?
17Pero gracias a Dios que, aunque ustedes eran esclavos del pecado, han obedecido de corazón al modelo de enseñanza que han recibido,
18y una vez liberados del pecado llegaron a ser siervos de la justicia.
19Hablo en términos humanos, por la debilidad de su naturaleza humana. Así como para practicar la iniquidad presentaron sus miembros para servir a la impureza y la maldad, ahora, para practicar la santidad, presenten sus miembros para servir a la justicia.
20Cuando ustedes eran esclavos del pecado, eran libres en cuanto a la justicia.
21¿Pero qué provecho sacaron de eso? Ahora ustedes se avergüenzan de aquellas cosas, pues conducen a la muerte;
22pero como ya han sido liberados del pecado y hechos siervos de Dios, el provecho que obtienen es la santificación, cuya meta final es la vida eterna.
23Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Currently Selected:
:
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Reina Valera Contemporánea™ © Sociedades Bíblicas Unidas, 2009, 2010.