ROMANOS 6
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Resucitados a una vida nueva
1¿Querrá todo esto decir que debemos seguir pecando para que se desborde la gracia? 2¡De ningún modo! Quienes hemos muerto al pecado, ¿cómo vamos a seguir viviendo sometidos a él? 3¿No saben ustedes que, al ser vinculados a Cristo por el bautismo, fuimos vinculados también a su muerte?#Ga 3,27. 4Por el bautismo, en efecto, fuimos sepultados con Cristo, a fin de participar en su muerte. Por tanto, si Cristo venció a la muerte resucitando por el glorioso poder del Padre, es preciso que también nosotros emprendamos una vida nueva.#Col 2,12. 5Si hemos sido injertados en Cristo compartiendo una muerte como la suya, compartiremos, también su resurrección.#Flp 3,10-11. 6Tengan en cuenta que nuestra antigua condición pecadora fue clavada junto con Cristo en la cruz, para que así quedara destruido este cuerpo sometido al pecado y nosotros quedáramos liberados de su servidumbre.#Ef 4,22-24; Col 3,9-10; Ga 5,24. 7Pues cuando una persona muere, queda libre del dominio del pecado. 8Si, pues, hemos muerto con Cristo, debemos confiar en que también viviremos con él; 9sabemos, en efecto, que Cristo, al haber resucitado de entre los muertos, es ya inmortal; la muerte ha perdido su dominio sobre él. 10En cuanto a la razón de su muerte, murió para liberarnos definitivamente del pecado; en lo que se refiere a su vivir, vive para Dios. 11Igualmente ustedes, consideren que han muerto al pecado y viven para Dios en unión con Cristo Jesús.#Ga 2,19; 1 Pe 2,24.
12Que no los siga dominando el pecado; aunque el cuerpo sea mortal, no se sometan a sus apetencias, 13ni se conviertan en instrumentos del mal al servicio del pecado. Preséntense, más bien, ante Dios como lo que son: muertos retornados a la vida, y hagan de sus cuerpos instrumentos del bien al servicio de Dios. 14No se dejen dominar por el pecado, ya que no están bajo el yugo de la ley, sino bajo la acción de la gracia.#Ga 5,18.
Libres del pecado
15Entonces, ¿qué? Porque ya no estemos bajo el yugo de la ley, sino bajo la acción de la gracia, ¿habremos de pecar sin miramientos? ¡De ningún modo! 16Saben de sobra que, si se ponen al servicio de alguien dispuestos a obedecerle, se convierten en sus esclavos: esclavos del pecado que los llevará a la muerte, o bien esclavos de la obediencia a Dios que los llevará a vivir correctamente.#Jn 8,34-36; Ga 5,13; 2 Pe 2,19.
17Gracias a Dios, ustedes, que eran en otro tiempo esclavos del pecado, se han sometido de todo corazón al modelo de enseñanza que les ha sido transmitido. 18Liberados del pecado, habéis aceptado vivir una vida recta. 19Les estoy hablando con un lenguaje corriente en atención a la debilidad de su condición humana. Así pues, lo mismo que en otro tiempo se hicieron esclavos del vicio y la maldad enfangándose en el mal, háganse ahora esclavos de una vida recta, consagrándose a Dios.
20Cuando ustedes eran esclavos del pecado, no se consideraban obligados a practicar el bien. 21¿Y cuál fue el resultado? Vergüenza les da a ustedes decirlo, porque todo desembocó en la muerte. 22Pero ahora han sido liberados del pecado, son siervos de Dios, han sido consagrados a él y tienen como meta la vida eterna. 23Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don que Dios nos hace es la vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.#5,12.
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La Palabra (BLPH) versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2010 Utilizada con permiso
Romanos 6
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6. Con Cristo hemos muerto al pecado
(6.1-23)
En el bautismo nos unimos a Cristo
1¿Qué diremos entonces? ¿Vamos a seguir pecando para que Dios se muestre aún más bondadoso? 2¡Claro que no! Nosotros ya hemos muerto respecto al pecado;#6.2 Pablo recurre a la figura de la muerte para simbolizar la separación total respecto del pecado, desarrollada en los vv. 3-5 en relación con el bautismo. ¿cómo, pues, podremos seguir viviendo en pecado?#6.1-2 Ro 3.8; cf. Eclo 5.5-6. 3¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo,#Gl 3.27. quedamos unidos a su muerte?#6.3-4 En el bautismo, el creyente se incorpora a Cristo y se une a su muerte y a su resurrección y vida nueva. Col 2.12. 4Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo,#6.4 Se alude a la forma generalmente usada entonces de celebrar el bautismo, sumergiendo a la persona en el agua. y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre.
5Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. 6Sabemos que lo que antes éramos#6.6 Lo que antes éramos: Lit. nuestro hombre viejo (Ef 4.22; Col 3.9). fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado.#6.6 Gl 2.19-20; 5.24-25. Esclavos del pecado: Véase Ro 5.21 n. 7Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado.#1~P 4.1. 8Si nosotros hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él.#2~Ti 2.11. 9Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. 10Pues Cristo, al morir, murió de una vez para siempre#6.10 Una vez para siempre: Cf. Heb 7.27; 9.26-28; 1 P 3.18. respecto al pecado;#6.10 Cf. 6.2,7; Cristo, quien sin conocer pecado se identificó con el hombre pecador (2 Co 5.21; Heb 4.14; 1 P 2.24), con su sacrificio libra del pecado a los que están unidos a él en su muerte (v. 6). pero al vivir, vive para Dios. 11Así también, ustedes considérense#6.11 Considérense: El verbo griego es el mismo que aparece en el cap. 4 con el sentido de tener en cuenta (véase Ro 4.3 n.). No se trata de una simple opinión, sino de que el creyente reconozca que, por su unión con Cristo, está realmente muerto respecto al pecado pero vivo para Dios (vv. 3-8). muertos respecto al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús.#6.11 En unión con Cristo Jesús: Lit. en Cristo Jesús. Pablo usa con frecuencia la expresión en Cristo Jesús. Con ella se refiere a la obra de salvación que Dios ha realizado por medio de Cristo, especialmente en su muerte y resurrección (véase Ro 3.24 nota; cf. 1 Co 1.30). Además, con esta expresión caracteriza toda la vida del creyente, quien en el bautismo se ha unido a la persona de Cristo, a su muerte y resurrección, y debe seguir viviendo unido a él (cf. Ro 6.3-11; 1 Co 1.9; Gl 3.27; Flp 1.1; Col 1.4). Esa unión con Cristo crea también la unión entre los creyentes (Ro 12.5; Gl 3.28). La vida eterna es asimismo una vida en unión con él (Ro 6.23).
12Por lo tanto, no dejen ustedes que el pecado siga dominando en su cuerpo mortal y que los siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. 13No entreguen su cuerpo al pecado, como instrumento para hacer lo malo. Al contrario, entréguense a Dios,#6.13 Ro 12.1. En el texto griego, las expresiones no entreguen y entréguense tienen matices diferentes; el sentido es, en efecto: ya no vivan entregados al pecado... sino entréguense de una vez por todas a Dios. como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entréguenle su cuerpo como instrumento para hacer lo que es justo ante él. 14Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes,#6.14 El pecado... ustedes: El futuro del verbo tiene valor de imperativo, así que esta oración puede traducirse como no tenga ya poder sobre ustedes el pecado. pues no están sujetos a la ley sino a la bondad de Dios.#6.11-14 Cf. Col 3.1-10.
Comparación con la esclavitud#6.15-23 Cf. Jn 8.31-36; 2 P 2.19. Pablo ilustra su idea con un ejemplo tomado de la vida diaria de su tiempo. La esclavitud u obediencia forzada al pecado (Ro 5.21 n.) se contrapone a la libertad que permite obedecer a Dios para vivir en la justicia (v. 16).
15¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos sujetos a la ley sino a la bondad de Dios? ¡Claro que no! 16Ustedes saben muy bien que si se entregan como esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son esclavos de ese amo a quien obedecen. Y esto es así, tanto si obedecen al pecado, lo cual lleva a la muerte, como si obedecen a Dios para vivir en la justicia. 17Pero gracias a Dios que ustedes, que antes eran esclavos del pecado, ya han obedecido de corazón a la forma de enseñanza que han recibido. 18Una vez libres de la esclavitud del pecado, ustedes han entrado al servicio de la justicia. 19(Hablo en términos humanos, porque ustedes, por su debilidad, no pueden entender bien estas cosas.) De modo que, así como antes entregaron su cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer lo malo, entreguen también ahora su cuerpo al servicio de la justicia, con el fin de llevar una vida santa.
20Cuando ustedes todavía eran esclavos del pecado, no estaban al servicio de la justicia; 21pero ¿qué provecho sacaron entonces? Ahora ustedes se avergüenzan de esas cosas, pues solo llevan a la muerte. 22Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna.#Pr 12.28. 23El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.#6.23 Cf. Ro 5.21.
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.