GÉNESIS 3
3
El pecado y sus consecuencias
1La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Dios, el Señor, había hecho, entabló conversación con la mujer diciendo:
—¿Conque Dios les ha dicho que no coman de ningún árbol del jardín?#Rm 5,12.
2La mujer le contestó:
—Podemos comer del fruto de todos los árboles del jardín; 3únicamente nos ha prohibido comer o tocar el fruto del árbol que está en medio del jardín, porque moriríamos.
4Pero la serpiente replicó a la mujer:
—De ninguna manera morirán. 5Dios sabe que, si un día comen, se les abrirán los ojos y serán iguales a él: conocerán el bien y el mal.
6Entonces la mujer se dio cuenta de lo hermoso que era el árbol, de lo deliciosos que eran sus frutos y lo tentador que era tener aquel conocimiento; así que tomó del fruto y comió, dándoselo seguidamente a su marido que estaba junto a ella y que también comió. 7En aquel momento se les abrieron los ojos y descubrieron que estaban desnudos, por lo que entrelazaron unas hojas de higuera y se taparon con ellas.
8Cuando el hombre y su mujer sintieron los pasos de Dios, el Señor, que estaba paseando por el jardín al fresco de la tarde, corrieron a esconderse entre los árboles del jardín para que Dios no los viera. 9Pero Dios, el Señor, llamó al hombre diciendo:
—¿Dónde estás?
10El hombre contestó:
—Te oí en el jardín, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí.
11Entonces Dios, el Señor, le preguntó:
—¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te prohibí comer?
12El hombre respondió:
—La mujer que me diste por compañera me ofreció de ese fruto y yo lo probé.
13Entonces Dios, el Señor, preguntó a la mujer:
—¿Por qué hiciste eso?
Ella respondió:
—La serpiente me engañó y comí.#ver 2 Co 11,3; 1 Tm 2,14.
14Entonces Dios, el Señor, dijo a la serpiente:
—Por haber hecho esto,
maldita serás entre todos los animales,
tanto domésticos como salvajes.
De ahora en adelante te arrastrarás sobre tu vientre
y comerás polvo toda tu vida.
15Pondré enemistad entre tú y la mujer,
entre tu descendencia y la suya.
Su descendencia te aplastará la cabeza,
y tú le morderás el talón.#ver Rm 16,20; Ap 12,7.
16A la mujer le dijo:
—Multiplicaré sobremanera
las molestias en tus embarazos,
y con dolor parirás a tus hijos.
Tendrás ansia de tu marido
y él te dominará.
17Al hombre le dijo:
—Como hiciste caso a tu mujer
y comiste del árbol del que te prohibí comer,
la tierra va a ser maldita por tu culpa;
con fatiga sacarás de ella tu alimento
durante todo el tiempo de tu vida;
18te producirá espinos y cardos,
y comerás hierba del campo#ver Rm 8,20; Heb 6,8..
19Te ganarás el pan
con el sudor de tu frente,
hasta que vuelvas a la tierra
de la cual fuiste formado,
pues eres polvo,
y al polvo volverás.
20El hombre puso a su mujer el nombre de Eva porque ella sería la madre de todo ser viviente. 21Dios, el Señor, hizo para el hombre y su mujer ropas de piel, y los vistió. 22Después, Dios, el Señor, se dijo: «El ser humano es ya como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal; para ser inmortal solo le falta extender la mano y comer del fruto del árbol de la vida».
23Así que Dios, el Señor, lo expulsó del jardín de Edén, para que labrase la tierra de la que había sido formado. 24Y después de expulsarlo, puso al oriente del jardín de Edén a los querubines y a la espada llameante que se revolvía hacia todas partes para custodiar el acceso al árbol de la vida.
Currently Selected:
GÉNESIS 3: BLPH
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
La Palabra (BLPH) versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2010 Utilizada con permiso
Génesis 3
3
Adán y Eva desobedecen a Dios
1La serpiente#3.1 En el Oriente antiguo, la serpiente era un símbolo de la sabiduría y de los poderes mágicos. Además, su astucia era proverbial (cf. Mt 10.16). Estas características la predisponían para hacer de ella la representación de una potencia maléfica y opuesta a los planes de Dios, que se vale de la seducción para incitar a desobedecer el mandato divino. Por eso, más tarde la serpiente fue identificada con el diablo. Cf. Sab 2.24; Jn 8.44; Ap 12.9; 20.2. era más astuta#3.1 Más astuta: Esta expresión tiene aquí un sentido negativo. Se trata de una astucia que no excluye el engaño y el fraude. que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer:
—¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?
2Y la mujer le contestó:
—Podemos comer del fruto de cualquier árbol, 3menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos.
4Pero la serpiente le dijo a la mujer:
—No es cierto. No morirán. 5Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios.
6La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió.#3.1-6 Cf. Sab 2.24; Ro 5.12. 7En ese momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos.#3.7 Se dieron cuenta… desnudos: Véase Gn 2.25 n. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.
8El hombre y su mujer escucharon que Dios el Señor andaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de él entre los árboles del jardín. 9Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:
—¿Dónde estás?#3.9 ¿Dónde estás?: Véase Gn 4.9 n.
10El hombre contestó:
—Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.
11Entonces Dios le preguntó:
—¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
12El hombre contestó:
—La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
13Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer:
—¿Por qué lo hiciste?
Y ella respondió:
—La serpiente me engañó,#3.13 Cf. 2 Co 11.3; 1 Ti 2.14. y por eso comí del fruto.
14Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente:
—Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. 15Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.#3.15 Cf. Ro 16.20; Ap 12.17. La tradición cristiana ha visto en esta mención de la descendencia de la mujer una velada referencia al Mesías en su lucha contra Satanás y en su victoria final sobre las fuerzas del mal.
16A la mujer le dijo:
—Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.
17Al hombre le dijo:
—Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa;#3.17 El pecado del hombre atrae la maldición sobre la tierra, que es su morada y de la que recibe el sustento. Véase Gn 12.2-3 n. con duro trabajo#3.17 Con duro trabajo: Véase Gn 2.15 n. la harás producir tu alimento durante toda tu vida. 18La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres.#3.17-18 Cf. Ro 8.20; Heb 6.8. 19Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás.
20El hombre llamó Eva#3.20 En hebreo, el nombre Eva y la palabra que significa vida o viviente tienen un sonido semejante. a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven. 21Dios el Señor hizo ropa de pieles de animales para que el hombre y su mujer se vistieran,#3.21 Nótese la compasión manifestada en este gesto. A pesar del pecado, el modo de actuar de Dios incluye también el perdón y la promesa de salvación. Véase un gesto similar en Gn 4.15 nota *. 22y dijo: «Ahora el hombre se ha vuelto como uno de nosotros, pues sabe lo que es bueno y lo que es malo. No vaya a tomar también del fruto del árbol de la vida,#3.22 Árbol de la vida: Cf. Ap 22.14. y lo coma y viva para siempre.»
23Por eso Dios el Señor sacó al hombre del jardín de Edén, y lo puso a trabajar la tierra de la cual había sido formado. 24Después de haber sacado al hombre, puso al oriente del jardín unos seres alados#3.24 Estos seres alados, lit. querubines, eran considerados en el antiguo Oriente como guardianes de los templos y de los lugares sagrados. Véase Ex 25.18 n. y una espada ardiendo que daba vueltas hacia todos lados, para evitar que nadie llegara al árbol de la vida.#3.24 La imposibilidad de llegar al árbol de la vida hace efectivo el castigo anunciado en Gn 2.17. El destino original del hombre era la vida. Pero al desobedecer el mandamiento divino, él se apartó de Dios, fuente de toda vida, y junto con el pecado entró la muerte en el mundo (Ro 5.12).
Currently Selected:
:
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Texto Bíblico: Dios habla hoy © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1994.