EZEQUIEL 17
17
Alegoría de las dos águilas
1El Señor me dirigió la palabra:
2— Hijo de hombre, propón un enigma y cuenta una alegoría al pueblo de Israel. 3Le dirás: Esto dice el Señor Dios:
El águila gigante,
de gran envergadura
y largas alas remeras,
de tupido plumaje,
todo colorido,
vino al Líbano
y arrancó un pimpollo del cedro#17,3: el águila gigante: Imagen de Nabucodonosor quien, tras el primer asedio de Jerusalén (597 a. C.), depuso al rey Jeconías y se lo llevó cautivo a Babilonia.— Líbano… cedro: En este contexto, no es la cadena montañosa al norte de Palestina, sino un apelativo de Jerusalén. En consecuencia, el cedro es una imagen de la casa real (ver v. 13).,
4cortó su tallo más alto
y lo transportó a tierra de mercaderes,
lo replantó en una ciudad de comerciantes.#16,29.
5Tomó semilla del país#17,5: semilla del país: Son los israelitas deportados que según el v. 6 prosperan en Babilonia.
y la plantó en una fértil parcela;
la puso junto a aguas abundantes,
como si fuera un sauce,
6de modo que brotara y se hiciera
una vid#17,6: una vid: Ver 15,2. frondosa, achaparrada;
sus sarmientos se inclinaron hacia el águila,
sus raíces le quedaron sometidas.
Se convirtió en cepa:
brotaron los vástagos,
se cubrió de sarmientos.
7Pero había otra águila#17,7: otra águila: Esta segunda águila es el faraón egipcio. El rey Sedecías recurrió a Egipto para tratar de minar el poderío babilónico.
de gran envergadura
y abundante plumaje.
Dobló la vid sus raíces
y las extendió hacia ella;
dirigió a ella sus sarmientos
para recibir más agua que en el bancal
donde estaba plantada.
8Plantada en fértil campiña,
a la vera de aguas abundantes,
podía echar ramas y frutos,
ser una vid portentosa.
9Di: Esto dice el Señor Dios:
¿Saldrá adelante la vid?
¿No le arrancará [el águila] las raíces
y hará que se malogre su fruto,
dejando secos sus rebrotes
[sin necesitar gran esfuerzo,
sin el concurso de mucha gente]#17,9: [el águila]: Sin duda, la primera.— [… de mucha gente]: El texto entre corchetes parece una adición al poema original.,
hasta que quede arruinada, sin raíz?
10¿Prosperará aunque esté plantada?
¿No se secará cuando la azote
el viento que viene del este#17,10: viento del este: Fenómeno atmosférico asociado frecuentemente a la acción punitiva del Señor y vinculado, en el plano de la imagen, a una incursión bélica del enemigo. Ver 19,12; 27,26.?
Se secará en el bancal donde brotó.
11El Señor me dirigió la palabra:
12— Dile a esta casa rebelde: ¿Saben lo que esto significa? Que llegó a Jerusalén el rey de Babilonia, tomó prisioneros al rey y a sus ministros y se los llevó consigo a Babilonia.#2 Re 24,10-17.
13Tomó a uno de estirpe real
y, tras llevarse a la nobleza del país,
pactó con él una alianza
y le hizo prestar juramento
14de que sería un reino sumiso,
que no intentaría rebelarse,
que sabría respetar su alianza,
y así podría subsistir.
15Pero se rebeló contra él y envió sus mensajeros a Egipto, para que le proporcionase caballos y un ejército numeroso. ¿Prosperará? ¿Se salvará el que hace tales cosas? ¿Puede escapar quien rompe una alianza?
16Lo juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que morirá en Babilonia#17,16-21: morirá en Babilonia: Mientras los vv. 12-14 se referían a la deportación del legítimo rey Jeconías, los vv. 16-21 aluden a las intrigas de su sucesor Sedecías y a su fracaso; “el rey que lo puso en el trono” fue evidentemente Nabucodonosor., en el país del rey que lo puso en el trono, cuyo juramento menospreció y cuya alianza rompió. 17Y cuando se construyan contra él torres de asalto y un terraplén para eliminar a una multitud de personas, que no cuente con que el faraón vaya a ayudarlo en la batalla con su poderoso ejército y sus numerosos soldados. 18Despreció el juramento hasta romper la alianza, haciendo todas esas cosas, incluso después de haberse comprometido. ¡No tiene posibilidad de salvación!
19Por eso, así dice el Señor Dios:
Juro por mí mismo#17,19: por mí mismo: En un tratado de alianza eran invocados los dioses respectivos de los países que sellaban el pacto. Por tanto, de algún modo, las divinidades y su honor se veían implicadas en él. Por eso, el Señor dice aquí “mi juramento… mi alianza”.
que lo haré responsable
de mi juramento, que despreció,
de mi alianza, que rompió.
20Le echaré mi red
y caerá en mi trampa.
Lo llevaré a Babilonia
y allí lo juzgaré
por haberme sido infiel.#12,13.
21Lo más selecto
de todas sus huestes
a espada caerá.
Los que queden
serán dispersados
a todos los vientos.
Y reconocerán que yo soy
el Señor, que ha hablado.#5,10.
22Esto dice el Señor Dios:
También yo arrancaré
un pimpollo del cedro#17,22: un pimpollo del cedro: Alusión a un nuevo representante dinástico; de hecho, a partir de aquí comienza un poema en tono mesiánico.,
cortaré su tallo más alto.
Yo mismo pienso plantarlo
en un monte alto y encumbrado:#20,40; 31,6; (ver Mt 13,32 y par.).
23en la excelsa montaña de Israel.
Producirá ramas y frutos,
se hará un cedro portentoso.
En él anidarán los pájaros,
las aves de toda especie;
habitarán a la sombra de sus ramas.
24Y tendrán que reconocer
los árboles del campo
que yo soy el Señor,
que humillo al árbol elevado
y exalto al árbol pequeño#17,24: árboles del campo: O bien: del bosque. Ver nota a 15,2.— árbol pequeño: Es decir, humillado, pero que ahora es engrandecido; hace referencia a la vid achaparrada del v. 6, humillada en el destierro.,
que seco el árbol verde
y hago reverdecer el árbol seco.
Yo, el Señor, lo digo y lo hago.#21,31; Sal 113,7; Lc 1,51-53.
Currently Selected:
EZEQUIEL 17: BHTI
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Ezequiel 17
17
La vid y las dos águilas
1Dios también me dijo:
2-4«Habla con los israelitas y ponlos a pensar en esta comparación, a ver si la entienden:
“Había un águila muy grande,
de anchas alas y coloridas plumas.
Esa águila fue al monte Líbano
y de la punta de un árbol
cortó la rama más alta.
Luego fue a un país de comerciantes,
y allí plantó la rama.
5De ese país tomó una semilla,
y fue a sembrarla en buena tierra.
La plantó junto a un río,
como se plantan los sauces.
6”Y la semilla creció,
y se convirtió en una vid.
Esa vid no era muy alta,
pero tenía muchas ramas.
Y cuando la vid maduró,
extendió sus ramas hacia el águila
y hundió sus raíces en el suelo.
7-8La vid estaba sembrada
en buena tierra,
y junto a un río caudaloso;
pudo haber sido una vid hermosa,
cargada de ramas y de uvas,
pero llegó otra águila más grande,
de anchas alas y coloridas plumas,
y la vid extendió sus ramas hacia ella,
para que le diera más agua todavía”.
9»Diles, por tanto, de mi parte:
“¿Creen que tendrá éxito la vid?
¡Claro que no!
El águila la arrancará del suelo,
le quitará todas las uvas,
y dejará que se marchite.
¡Para hacerlo no hace falta
mucha gente ni mucho esfuerzo!
10Si la plantan en otro lugar,
no volverá a retoñar;
al golpearla el viento del este,
se marchitará por completo
y morirá donde fue plantada”».
11Dios también me dijo:
12-14«Pregúntale a esta gente rebelde si sabe lo que significa la comparación. Si no lo sabe, explícale que, cuando el rey de Babilonia vino a Jerusalén, hizo prisioneros al rey de Judá y a sus principales jefes, y se los llevó a su país. Sin embargo, hizo un trato con uno de ellos, que era de la familia del rey, y lo hizo jurar que no lo traicionaría. Mediante ese trato, el rey de Babilonia esperaba que los de Judá no se rebelaran, sino que cumplieran fielmente el pacto.
15»Pero aquel jefe de Judá se rebeló contra el rey de Babilonia, y le pidió ayuda a los egipcios, y ellos le enviaron caballos y un gran ejército. Ahora bien, ¿ustedes creen que quien hace un trato y no lo cumple puede escapar con vida? 16-18¡Claro que no! Yo soy el Dios de Israel, y les juro que ese jefe de Judá morirá en Babilonia. Y morirá porque no supo cumplir su palabra, ¡porque no respetó el trato que hizo con el rey que lo dejó seguir reinando!
»Cuando los babilonios ataquen a Jerusalén, y construyan rampas y escaleras para conquistar la ciudad, y maten a mucha gente, de nada le servirá el gran ejército que le mandó el rey de Egipto. ¡Ni siquiera ese jefe saldrá con vida!
19»Yo soy el Dios de Israel, y les juro que castigaré a ese jefe de Judá. Lo castigaré por no haber respetado el trato que hizo, faltando así a su palabra. 20Lo atraparé con mis redes por haberse burlado de mí; lo llevaré preso a Babilonia, y allí le haré un juicio. 21Aun sus mejores soldados morirán en la guerra, y los que logren salvarse serán dispersados por toda la tierra. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que cumplo mi palabra.
22»Yo, el Dios de Israel, afirmo:
“Yo también cortaré una rama
de la punta del árbol más alto,
y la plantaré sobre un alto monte,
23¡sobre el monte más alto de Israel!
Y le crecerán muchas ramas,
y se llenará de frutos,
y llegará a ser un gran árbol.
Bajo la sombra de sus ramas
pondrán su nido las aves,
24y todos los árboles del bosque
reconocerán que yo soy Dios.
Yo echo abajo a los árboles altos,
y hago que se sequen;
pero hago crecer a los árboles pequeños,
y hago que reverdezca el árbol seco.
”Yo, el Dios de Israel, lo afirmo”».
Currently Selected:
:
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.