2 SAMUEL 24
24
El censo de David
(1 Cr 21)
1El Señor volvió a enojarse con Israel e instigó a David para que les causara daño, diciéndole:
— Haz el censo#24,1: Haz el censo: A primera vista la ejecución del censo parte de la iniciativa divina, para así tener ocasión de castigar a Israel que se ha hecho merecedor de tal castigo por su mal comportamiento. Sin embargo, Joab considera que es un error llevar a cabo el censo y el propio David se autoinculpa más adelante (24,10). En 1 Cr 21,1 se resuelve el conflicto atribuyendo la iniciativa a Satán. de Israel y de Judá.
2El rey ordenó a Joab, jefe de su ejército:
— Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba#24,2.15: desde Dan hasta Berseba: ver nota a Jos 19,40 y 1 Sm 3,20. y haz el censo de la población, para que pueda conocer su número.
3Joab replicó al rey:
— Que el Señor, tu Dios, multiplique por cien la población y que el rey, mi señor, pueda verlo con sus propios ojos. Pero, ¿por qué quiere el rey hacer tal cosa#24,3: hacer tal cosa: No se indica el motivo de las reticencias de Joab que, por otra parte, no es precisamente un modelo de ética (ver 3,23-27; 18,10-15; 20,8-10).?
4Sin embargo, la orden del rey prevaleció sobre el parecer de Joab y el de los jefes del ejército. Así que Joab y los jefes del ejército se retiraron de la presencia del rey para ir a censar a la población de Israel. 5Cruzaron el Jordán y se detuvieron en Aroer, al sur de la ciudad que está situada junto al torrente de Gad, en dirección a Jazer. 6Llegaron a Galaad y al país de Jodsí; luego llegaron a Dan y de allí giraron hacia Sidón#24,6: al país de Jodsí: Lugar desconocido, por lo que bastantes traducciones, siguiendo la versión griega, proponen: a Cadés, en territorio hitita; pero también esta opción presenta serias dificultades.— hacia Sidón: Sidón, como Tiro (24,7), no pertenecía al reino de David, cuyo imperio llegó a limitar con ambas ciudades fenicias.. 7Después llegaron a la fortaleza de Tiro y a todas las poblaciones de los jeveos y los cananeos. Finalmente se dirigieron al sur de Judá, llegando hasta Berseba. 8Así recorrieron todo el país y, al cabo de nueve meses y veinte días, regresaron a Jerusalén. 9Joab entregó al rey las cifras del censo de la población: en Israel había ochocientos mil guerreros, diestros con la espada; y en Judá, quinientos mil#24,9: quinientos mil: Las cifras parecen exageradas. 1 Cr 21,5-6 las amplía aún más..
10Después de haber hecho el censo de la población, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor:
— He cometido un grave delito#24,10: un grave delito: Aunque el texto no aclara en qué consiste el delito de David, para la concepción del AT el censo suponía querer apoyarse en efectivos humanos, lo que constituía una grave falta de confianza en Dios (ver 1 Sm 7,7-12; 17,45-47). haciendo esto. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, pues he sido muy insensato.
11A la mañana siguiente, cuando David se levantó, el Señor dirigió al profeta Gad#24,11: Gad: Ver 1 Sm 22,5., vidente de David, este mensaje: #1 Sm 22,5.
12— Ve a decir a David: “Esto dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno de ellos y yo lo llevaré a cabo”.
13Gad fue a ver a David y le dijo:
— ¿Qué prefieres: siete años#24,13: siete años: La versión griega habla de tres años, tal vez bajo la influencia de 21,1 y 1 Cr 21,12. de hambre en tu territorio, tres meses de huida perseguido por tu adversario, o tres días de peste en tu territorio? Piénsatelo y decide qué debo responder a quien me ha enviado.
14David respondió a Gad:
— Me pones en un gran aprieto. Pero es preferible caer en manos de Dios, por su gran compasión, a caer en manos humanas.
15El Señor envió la peste sobre Israel, desde aquella mañana hasta el plazo fijado, y desde Dan hasta Berseba murieron setenta mil personas del pueblo. 16Cuando el ángel extendía su mano para castigar a Jerusalén, el Señor se arrepintió del castigo y dijo al ángel que aniquilaba a la población:
— ¡Basta ya! ¡Retira tu mano!
El ángel del Señor estaba junto a la era de Arauná, el jebuseo.#Ver Ex 12,23. 17Cuando David vio al ángel exterminando a la población, dijo al Señor:
— ¡Soy yo el que he pecado, yo soy el culpable! ¿Qué ha hecho este rebaño? ¡Descarga tu mano contra mí y contra mi familia!
18Aquel mismo día Gad se presentó a decir a David:
— Sube a construir un altar al Señor en la era de Arauná, el jebuseo.
19David fue a hacer lo que le había dicho Gad por orden del Señor. 20Arauná se asomó y, cuando vio que el rey y sus servidores se dirigían hacia él, salió e hizo una reverencia al rey con su rostro hacia el suelo. 21Luego Arauná preguntó:
— ¿A qué se debe la visita de mi señor, el rey, a su servidor?
David le respondió:
— Vengo a comprarte la era para construirle un altar al Señor, a ver si se aleja del pueblo esta plaga.
22Arauná le dijo:
— Que mi señor el rey tome y ofrezca lo que le parezca mejor. Ahí están los bueyes para el holocausto y las trillas y los yugos para el fuego.#1 Re 19,21. 23Todo esto, majestad, se lo entrega Arauná al rey#24,23: todo esto, majestad, se lo entrega Arauná al rey: En realidad, siguiendo literalmente el texto hebreo habría que traducir: todo esto el rey Arauná se lo entrega al rey..
Y añadió:
— ¡Que el Señor, tu Dios, te bendiga!
24Pero el rey respondió a Arauná:
— No. Quiero comprártela a su precio. No quiero ofrecer al Señor sacrificios de balde.
Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata#24,24: cincuenta siclos: Ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.. 25Luego David construyó allí un altar#24,25: construyó allí un altar: Aunque 2 Sm y 1 Re no hacen más comentarios, 1 Cr 22,1 y 2 Cr 3,1 identifican el altar de la era de Arauná con el lugar cultual donde Salomón construirá más tarde el Templo concebido y diseñado por David. al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Entonces el Señor se compadeció del país y la plaga se alejó de Israel.
Currently Selected:
2 SAMUEL 24: BHTI
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
2 Samuel 24
24
David censa la población
(1~Cr 21.1-17)
1El Señor#24.1 Según 1 Cr 21.1, el causante de que David hiciera el censo fue Satanás. volvió a encenderse en ira contra los israelitas, e incitó#1~S 26.19. a David contra ellos, ordenándole que hiciera un censo de Israel y Judá. 2Entonces el rey ordenó a Joab, jefe del ejército, que lo acompañaba:
—Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba,#24.2 Desde Dan hasta Beerseba: Véase 1 S 3.20 n. y haz el censo de la población, para que yo sepa cuántos habitantes hay.
3Pero Joab respondió al rey:
—Que el Señor, el Dios de Su Majestad, aumente su pueblo cien veces más de lo que es ahora, y que Su Majestad viva para verlo; pero, ¿para qué desea Su Majestad hacer un censo?#24.3 Como de costumbre, Joab manifiesta ser una persona muy práctica y calculadora (cf. 2 S 19.6-8).
4Sin embargo, la orden del rey se impuso a Joab y a los jefes del ejército, y por lo tanto Joab y los jefes del ejército se retiraron de la presencia del rey para hacer el censo del pueblo de Israel. 5Atravesaron el río Jordán y comenzaron por Aroer y por la ciudad que está en medio del valle, en dirección a Gad y Jazer. 6Después fueron a Galaad y a Cadés, en el país de los hititas. Llegaron luego a Dan, y desde Dan dieron la vuelta por Sidón. 7Después fueron a la fortaleza de Tiro y a todas las ciudades de los heveos y los cananeos, hasta salir al sur de Judá, a Beerseba.#24.5-7 El censo sigue un movimiento circular: empieza en el sur, desde Aroer, al este del Mar Muerto; luego sigue hacia el norte, por la ruta al este del río Jordán, hasta llegar a Dan. De allí avanza hacia el oeste, hasta la región de Tiro y Sidón; finalmente, se llega a Beerseba, en el sur, por la llanura costera del Mediterráneo. Véase Índice de mapas. 8Al cabo de nueve meses y veinte días, y tras haber recorrido todo el país, llegaron a Jerusalén. 9Joab entregó al rey cifras del censo de la población, y resultó que había en Israel ochocientos mil hombres aptos para la guerra, y quinientos mil en Judá.#24.9 Para las cifras con mil, véase 2 S 10.6 n.
10Pero David se sintió culpable por haber hecho el censo de la población, y confesó al Señor:
—He cometido un grave pecado al hacer esto. Pero te ruego, Señor, que perdones ahora el pecado de este siervo tuyo, pues me he portado como un necio.
11A la mañana siguiente, cuando se levantó David, dijo el Señor al profeta Gad,#24.11 Véase 1 S 22.5 n. vidente al servicio de David: 12«Ve a ver a David, y dile de mi parte que le propongo tres cosas, y que escoja la que él quiera que yo haga.» 13Gad fue a ver a David, y le preguntó:
—¿Qué prefieres: siete años#24.13 Siete años: cifra redonda para hablar del tiempo total que duraba una hambruna (cf. Gn 41.27) de hambre en el país, tres meses huyendo tú de la persecución de tus enemigos, o tres días de peste en el país? Piensa y decide ahora lo que he de responder al que me ha enviado.
14Y David contestó a Gad:
—Estoy en un grave aprieto. Ahora bien, es preferible que caigamos en manos del Señor, pues su bondad es muy grande, y no en manos de los hombres.
15Entonces mandó el Señor una peste sobre Israel, desde aquella misma mañana hasta la fecha indicada, y desde Dan hasta Beerseba murieron setenta mil personas. 16Y cuando el ángel estaba a punto de destruir Jerusalén, le pesó al Señor#24.16 Le pesó al Señor: En varias partes del AT se dice que Dios se arrepiente del castigo que pensaba infligir a su pueblo (Ex 32.14; Jer 42.10; Jon 3.10; cf. Jer 18.8; Jl 2.13-14). aquel daño y ordenó al ángel que estaba hiriendo al pueblo: «¡Basta ya, no sigas!»
En aquel momento el ángel del Señor#24.16 A diferencia de otros pasajes del AT (véase Gn 16.7 nota), aquí el ángel del Señor es un ser distinto de Dios. se encontraba junto al lugar donde Arauna el jebuseo trillaba el trigo.#24.16 Donde... trillaba el trigo: Cf. Jue 6.37. Éste fue el sitio donde Salomón construyó más tarde el templo de Jerusalén (1 Cr 21.8—22.1; 2 Cr 3.1). 17Y cuando David vio al ángel que hería a la población, dijo al Señor:
—¡Yo soy quien ha pecado! ¡Yo soy el culpable! ¿Pero qué han hecho estos inocentes?#24.17 Estos inocentes: Lit. estas ovejas (cf. Jer 23.1-3; Ez 24.5; Zac 11.7,17). ¡Yo te ruego que tu castigo caiga sobre mí y sobre mi familia!
David levanta un altar
(1~Cr 21.18-27)
18Aquel mismo día, Gad fue a ver a David, y le dijo que levantara un altar al Señor en el lugar donde Arauna el jebuseo trillaba el trigo. 19Entonces David fue a hacer lo que Gad le había dicho por orden del Señor. 20Arauna estaba mirando a lo lejos, cuando vio que el rey y sus servidores se dirigían hacia él. Entonces Arauna se adelantó, e inclinándose delante del rey 21le dijo:
—¿A qué se debe la visita de Su Majestad a su criado?
David respondió:
—Quiero comprarte el lugar donde trillas el trigo, para construir allí un altar al Señor, a fin de que la peste se retire del pueblo.
22Y Arauna le contestó:
—Tome Su Majestad lo que le parezca mejor, y ofrezca holocaustos. Aquí hay toros para el holocausto, y los trillos y los yugos de las yuntas pueden servir de leña. 23¡Todo esto se lo doy a Su Majestad!
Además, Arauna exclamó:
—¡Ojalá Su Majestad pueda complacer al Señor su Dios!
24Pero el rey respondió:
—Te lo agradezco, pero tengo que comprártelo todo pagándote lo que vale, pues no presentaré al Señor mi Dios holocaustos que no me hayan costado nada.
De esta manera David compró aquel lugar y los toros por cincuenta monedas de plata, 25y allí construyó un altar al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de reconciliación. Entonces el Señor atendió las súplicas en favor del país, y la peste se retiró de Israel.
Currently Selected:
:
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.