1 REYES 1
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I.— REINADO DE SALOMÓN (1—11)
Salomón, sucesor de David (1—2)#1—2: 1 Re 1—2 es la continuación y el desenlace lógico de la Historia de la Sucesión de David (2 Sm 9—20), convirtiéndose en el eslabón que encadena Samuel y Reyes.
Vejez de David y complot de Adonías
1El rey David era ya un anciano entrado en años y, aunque lo cubrían con mantas, no entraba en calor. 2Entonces sus servidores le dijeron:
— Hay que buscar a nuestro señor, el rey, una muchacha virgen que lo atienda, lo cuide y duerma a su lado para que nuestro señor el rey entre en calor.
3Buscaron una muchacha hermosa por todo el territorio de Israel, encontraron a Abisag la sunamita y se la llevaron al rey. 4La muchacha, que era muy hermosa, cuidaba al rey y lo servía; pero el rey no tuvo relaciones con ella#1,4: no tuvo relaciones con ella: Lit. no la conoció; es conocida la utilización del verbo conocer en la Biblia como eufemismo para referirse a las relaciones sexuales..
5Adonías, hijo de Jaguit, presumiendo de que él sería el rey, se procuró un carro, caballos y una escolta de cincuenta hombres. #2 Sm 3,4 (ver también 15,1). 6Su padre David nunca le había regañado ni le pedía cuentas de lo que hacía#1,6: ni le pedía cuentas de lo que hacía: David mantiene hacia Adonías una actitud semejante a la que tuvo con Amnón (ver 2 Sm 13,21 y nota), el que fuera entonces su primogénito y antagonista de Absalón., pues había nacido después de Absalón y era también muy atractivo. 7Adonías se había confabulado con Joab, el hijo de Seruyá, y con el sacerdote Abiatar, que secundaban sus propósitos#1,7: secundaban sus propósitos: Joab había perdido la confianza del rey tras la muerte de Absalón (2 Sm 19,14; 20,4). Abiatar, por su parte, había sido siempre fiel a David.. 8En cambio, el sacerdote Sadoc, Benaías, el hijo de Joyadá, el profeta Natán, Simeí, Reí y los valientes de David no estaban a favor#1,8: no estaban a favor: Benaías era el jefe de la guardia personal de David (2 Sm 8,18; 20,23). Para el profeta Natán, ver 2 Sm 7,1ss; 12,1-15.25. Sorprende la mención de Simeí (ver 2,8-9) y de Reí, personaje inédito y desconocido. de Adonías.
9Un día Adonías fue a sacrificar#1,9: fue a sacrificar: Idéntico comportamiento al de Absalón en 2 Sm 15,7-12. corderos, toros y terneros cebados a la piedra de Zojélet, cerca de la fuente de Roguel. Invitó al sacrificio a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá que estaban al servicio del rey; 10pero no invitó al profeta Natán, ni a Benaías, ni a los paladines, ni a su hermano Salomón.
11Entonces Natán dijo a Betsabé, la madre de Salomón:
— ¿No has oído que Adonías, el hijo de Jaguit, se ha proclamado rey sin que lo sepa David, nuestro señor?#2 Sm 12,24. 12Ahora voy a darte un consejo, para que puedas salvar tu vida y la de tu hijo Salomón. 13Preséntate ante el rey David y dile: “Majestad, tú juraste a una servidora que mi hijo Salomón te sucedería como rey y se sentaría en tu trono#1,13: se sentaría en tu trono: Estribillo que, con pequeñas variantes, recorre todo el capítulo. Desconocemos el juramento previo de David a Betsabé que debía ser estrictamente personal (ver 1,30).. ¿Por qué, entonces, se ha proclamado rey Adonías?”. 14Y mientras estés tú allí hablando con el rey, yo entraré detrás y confirmaré tus palabras.
15Inmediatamente Betsabé se presentó en la alcoba real. El rey estaba muy viejo, atendido por Abisag, la sunamita. 16Betsabé se inclinó ante el rey y le hizo una reverencia. El rey le preguntó:
— ¿Qué quieres?
17Ella le respondió:
— Señor, tú le juraste a tu servidora por el Señor, tu Dios, que mi hijo Salomón te sucedería como rey y se sentaría en tu trono; 18y ahora resulta que Adonías ha sido proclamado rey sin que mi señor, el rey, lo sepa. 19Ha sacrificado toros, terneros cebados y corderos en cantidad y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y al jefe del ejército Joab, pero no ha invitado a tu siervo Salomón. 20Ahora, majestad, todo Israel está pendiente de ti y de que les anuncies quién va a suceder#1,20: quién va a suceder: Parece claro que el proceso de la sucesión al trono aún no estaba regulado en Israel. La promesa dinástica hablaba de descendiente, pero no de primogénito (2 Sm 7,12-13). en el trono al rey, mi señor. 21Pues, cuando el rey, mi señor, vaya a reunirse con sus padres, yo y mi hijo Salomón quedaremos como culpables.
22Todavía estaba ella hablando con el rey, cuando llegó Natán 23y lo anunciaron al rey:
— Está aquí el profeta Natán.
Natán se presentó ante el rey, le hizo una reverencia inclinando su rostro 24y le dijo:
— Majestad, ¿has decretado tú que Adonías te suceda como rey y se siente en tu trono? 25Porque hoy ha ido a sacrificar toros, terneros cebados y corderos en cantidad, ha invitado a todos los hijos del rey, a los capitanes del ejército y al sacerdote Abiatar; ahora están comiendo y bebiendo con él mientras lo aclaman: “¡Viva el rey Adonías!”. 26Pero no me ha invitado a mí, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaías, el hijo de Joyadá, ni a tu siervo Salomón. 27¿Acaso mi señor, el rey, ha tomado tal decisión sin haber comunicado a sus servidores quién le sucedería en el trono?
28El rey David ordenó:
— Llamen a Betsabé.
Betsabé se presentó al rey y se quedó de pie ante él. 29Entonces David hizo este juramento:
— ¡Vive Dios que me ha salvado de todos los peligros! 30Hoy mismo voy a cumplir lo que te juré ante el Señor, Dios de Israel, cuando te prometí que tu hijo Salomón me sucedería como rey y se sentaría en el trono en mi lugar.
31Betsabé se inclinó rostro en tierra, hizo una reverencia al rey y dijo:
— ¡Viva siempre mi señor, el rey David!
32Luego David ordenó:
— Llámenme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías, el hijo de Joyadá.
Ellos se presentaron ante el rey 33y él les dijo#1,33-34: les dijo…: David dicta un ritual de consagración y entronización del nuevo rey (1,33-35), que será repetido por dos veces con ligeras ampliaciones (1,38-40 y 1,43-48). Este ritual debió consolidarse en Judá, pues reaparece más tarde (ver 2 Re 11,12). De modo particular, la consagración convertía al nuevo rey en el “ungido” o “mesías” del Señor, dotado de prerrogativas y poderes casi sobrenaturales.:
— Tomen con ustedes a los servidores reales, suban a Salomón en mi propia mula y llévenlo a Guijón. 34Una vez allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo consagrarán como rey de Israel. Entonces tocarán la trompeta y gritarán: “¡Viva el rey Salomón!”. #1 Sm 10,1; 2 Sm 2,4; 5,3; 1 Cr 29,32. 35Luego subirán tras él, y cuando llegue aquí se sentará en mi trono y empezará a reinar en mi lugar, pues lo he designado jefe de Israel y de Judá#1,35: jefe de Israel y de Judá: Aunque el título de “naguid” (jefe o príncipe) será más tarde casi sinónimo del título de “melek” (rey), parece que inicialmente fue el título que llevaron los reyes israelitas (ver 1 Sm 9,16 y nota).. 36Benaías, el hijo de Joyadá, respondió al rey:
— ¡Amén! Que así lo decrete el Señor, Dios de mi señor, el rey. 37Que el Señor esté con Salomón como lo ha estado con mi señor, el rey, y que haga su reino más poderoso que el reino de mi señor, el rey David.
38Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaías, el hijo de Joyadá, los quereteos y los peleteos#1,38: quereteos y peleteos: Ver nota a 2 Sm 8,18. fueron a montar a Salomón en la mula del rey David y lo llevaron a Guijón. 39El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite del santuario y consagró a Salomón. Después hicieron sonar la trompeta y toda la gente se puso a gritar:
— ¡Viva el rey Salomón!
40Luego todos subieron tras él al son de trompetas y con tanto alboroto que la tierra parecía temblar con sus gritos.
41Adonías y todos sus invitados lo oyeron cuando acababan de comer. Joab escuchó el sonido de la trompeta y dijo:
— ¿Por qué hay tanto alboroto en la ciudad?
42Mientras hablaba llegó Jonatán, el hijo del sacerdote Abiatar#1,42: hijo del sacerdote Abiatar: Ver 2 Sm 15,27 y 17,17-21., y Adonías le dijo:
— Entra, que tú eres persona influyente y traerás buenas noticias. #Ver 2 Sm 18,27.
43Pero Jonatán le respondió:
— ¡Todo lo contrario! Nuestro señor, el rey David, ha proclamado rey a Salomón. 44El rey ha mandado al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, a Benaías, el hijo de Joyadá, a los quereteos y a los peleteos y lo han montado en la mula del rey. 45Luego el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han consagrado en Guijón y han subido desde allí muy alegres. La ciudad anda alborotada: esa es la razón del griterío que han oído. 46Además, Salomón ha tomado posesión del reino 47y los servidores reales han ido a felicitar al rey David, diciendo: “¡Que tu Dios haga a Salomón más famoso que a ti, y que haga su reino más poderoso que el tuyo!”. Incluso el rey ha hecho una reverencia en su lecho 48y ha dicho: “¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha permitido hoy que alguien se siente en mi trono y que yo lo pueda ver!”.
49Todos los invitados de Adonías se echaron a temblar, se levantaron y se dispersaron. 50Adonías, temiendo a Salomón, se levantó y fue a refugiarse al amparo del altar#1,50: refugiarse al amparo del altar: Lit. agarrarse a los cuernos (o esquinas salientes) del altar. La fórmula alude al derecho de asilo que garantizaba la inmunidad a los homicidas involuntarios (ver Ex 21,13-14).. 51Alguien informó a Salomón:
— Adonías, por miedo al rey Salomón, se ha refugiado al amparo del altar, pidiendo al rey que le jure hoy mismo que no va a matar a su siervo. #Ver Ex 21,14; 2 Re 2,28.
52Salomón respondió:
— Si actúa como un hombre de bien, no se le tocará ni un pelo; pero, si se le descubre en falta, morirá.
53Entonces el rey Salomón mandó que lo sacaran del altar. Luego él llegó a rendirle homenaje. Pero Salomón le dijo:
— ¡Vete a tu casa!
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La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
1 Reyes 1
1
Ancianidad de David
1El rey David ya era muy anciano, entrado en días; lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. 2Entonces sus siervos le dijeron: «Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al#1:2 Lit. esté delante del. rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en su seno, para que mi señor el rey entre en calor». 3Por toda la tierra de Israel se buscó a una joven hermosa, y hallaron a Abisag la sunamita y la trajeron al rey. 4La joven era muy hermosa; ella cuidaba al rey y le servía, pero el rey no tuvo relaciones con ella.
Rebelión de Adonías
5Entretanto Adonías, hijo de Haguit, se ensalzaba diciendo: «Yo seré rey». Y preparó para sí carros, hombres de a caballo y cincuenta hombres que corrieran delante de él. 6Su padre nunca lo había contrariado#1:6 Lit. lastimado. preguntándole: «¿Por qué has hecho esto?». Él era también hombre de muy hermoso parecer, y había nacido después de Absalón. 7Y había consultado#1:7 Lit. sus palabras eran. con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, que respaldaban a Adonías. 8Pero el sacerdote Sadoc, Benaía, hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y los valientes que tenía David, no estaban con Adonías. 9Adonías sacrificó ovejas, bueyes y animales cebados junto a la piedra de Zohélet#1:9 I.e. piedra de la serpiente., que está al lado de En Rogel. Invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey David, y a todos los hombres de Judá, siervos del rey. 10Pero no invitó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los valientes, ni a Salomón su hermano.
11Entonces Natán habló a Betsabé, madre de Salomón y dijo: «¿No has oído que Adonías, hijo de Haguit, se ha hecho rey y que David nuestro señor no lo sabe? 12Ahora pues, ven, voy a darte un consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón. 13Ve ahora mismo#1:13 Lit. y entra. al rey David y dile: “¿No ha jurado usted, oh rey mi señor, a su sierva, diciendo: ‘Ciertamente tu hijo Salomón será rey después de mí y se sentará en mi trono?’. ¿Por qué, pues, se ha hecho rey Adonías?”. 14Así que mientras estés aún hablando con el rey, yo entraré tras de ti y confirmaré tus palabras».
15Betsabé vino a ver al rey en la alcoba. El rey ya era muy anciano, y Abisag la sunamita le servía. 16Entonces Betsabé se inclinó y se postró ante el#1:16 Lit. al. rey. Y el rey le preguntó: «¿Qué deseas?#1:16 Lit. ¿Qué a ti?». 17Ella le respondió: «Mi señor, usted juró a su sierva por el Señor su Dios: “Ciertamente su hijo Salomón será rey después de mí y se sentará en mi trono”. 18Sin embargo, ahora Adonías es rey; y usted, mi señor el rey, hasta ahora no lo sabe. 19Él ha sacrificado bueyes, animales cebados y ovejas en abundancia, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, jefe del ejército, pero no ha invitado a Salomón su siervo. 20En cuanto a usted, mi señor el rey, los ojos de todo Israel están sobre usted, para que les haga saber quién ha de sentarse en el trono de mi señor el rey después de él. 21Pues sucederá que en cuanto mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables#1:21 Lit. pecadores.».
22Sucedió que mientras ella estaba aún hablando con el rey, entró el profeta Natán. 23Y le informaron al rey: «Aquí está el profeta Natán». Cuando este entró a la presencia del rey, se postró ante el#1:23 Lit. al. rey rostro en tierra. 24Entonces Natán dijo: «Mi señor el rey, ¿acaso ha dicho usted: “Adonías será rey después de mí y se sentará en mi trono”? 25Porque él ha descendido hoy y ha sacrificado bueyes, animales cebados y ovejas en abundancia, ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar, y allí están comiendo y bebiendo en su presencia, y gritando#1:25 Lit. dicen.: “¡Viva el rey Adonías!”. 26Pero ni a mí, su siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía, hijo de Joiada, ni a su siervo Salomón ha invitado. 27¿Ha sido hecho esto por mi señor el rey, y no ha declarado a sus siervos quién había de sentarse en el trono de mi señor el rey después de él?».
Salomón escogido por David
28Entonces el rey David respondió: «Llamen a Betsabé». Y ella entró a la presencia del rey, y se puso delante del rey. 29Y el rey juró: «Vive el Señor, que ha redimido mi vida de toda angustia, 30que ciertamente como te juré por el Señor, Dios de Israel: “Tu hijo Salomón será rey después de mí, y él se sentará sobre mi trono en mi lugar”, así lo haré hoy mismo». 31Betsabé se inclinó rostro en tierra, se postró ante el#1:31 Lit. al. rey y dijo: «Viva para siempre mi señor el rey David».
32Entonces el rey David dijo: «Llamen al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaía, hijo de Joiada». Ellos entraron a la presencia del rey, 33y el rey les dijo: «Tomen con ustedes a los siervos de su señor, hagan montar a mi hijo Salomón en mi propia mula y llévenlo a Gihón. 34Que allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey sobre Israel; y toquen trompeta y digan: “¡Viva el rey Salomón!”. 35Después subirán tras él, y él vendrá, se sentará en mi trono y reinará en mi lugar; porque lo he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá». 36Y Benaía, hijo de Joiada, respondió al rey: «¡Amén! Así lo diga también el Señor, el Dios de mi señor el rey. 37Como el Señor ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David».
38Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía, hijo de Joiada, los cereteos y los peleteos, descendieron e hicieron que Salomón montara en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón. 39El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite de la tienda y ungió a Salomón. Entonces tocaron trompeta, y todo el pueblo gritó#1:39 Lit. dijo.: «¡Viva el rey Salomón!». 40Luego todo el pueblo subió tras él. El pueblo tocaba flautas y se regocijaba con gran alegría, de modo que la tierra se estremecía#1:40 Lit. se hendía. con su sonido.
41Y lo oyó Adonías y todos los invitados que estaban con él cuando habían terminado de comer. Al oír Joab el sonido de la trompeta, dijo: «¿Por qué hace la ciudad tal alboroto?». 42Estaba aún hablando, cuando llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar. Y Adonías le dijo: «Entra, pues tú eres hombre valiente y traerás buenas noticias». 43Pero Jonatán respondió a Adonías: «Al contrario. Nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón. 44El rey también ha enviado con él al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, a Benaía, hijo de Joiada, a los cereteos y a los peleteos, y ellos lo han montado en la mula del rey. 45Y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido rey en Gihón, y de allí han subido gozosos y se ha alborotado la ciudad. Este es el ruido que han oído. 46Además, Salomón ya se ha sentado en el trono del reino, 47y aun los siervos del rey han ido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciéndole: “Que su Dios haga el nombre de Salomón más célebre#1:47 Lit. mejor. que su nombre y su trono más grande que el trono de usted”. Y el rey ha adorado en el lecho. 48El rey también ha dicho así: “Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha concedido que se siente hoy en mi trono un descendiente mío#1:48 Así en la versión gr. (sept.); el T.M. omite: un descendiente mío. mientras mis ojos lo ven” ».
49Entonces todos los invitados de Adonías se aterrorizaron, y se levantaron y cada uno se fue por su camino. 50Adonías tuvo miedo de Salomón, y se levantó, se fue y se agarró de los cuernos del altar. 51Y avisaron a Salomón, diciéndole: «Adonías tiene miedo del rey Salomón, y se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: “Que el rey Salomón me jure hoy que no matará a espada a su siervo” ». 52Y Salomón dijo: «Si es hombre digno, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; pero si se halla maldad en él, morirá». 53Entonces el rey Salomón envió que lo hicieran descender del altar. Y él vino y se postró ante el rey Salomón, y Salomón le dijo: «Vete a tu casa».
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