1 Juan 5
5
2. La fe, raíz del amor
1Todo el que tiene fe en que Jesús es el Mesías, es hijo de Dios;#5.1 Jn 20.31. y el que ama a un padre, ama también a los hijos de ese padre. 2Cuando amamos a Dios y hacemos lo que él manda, sabemos que amamos también a los hijos de Dios. 3El amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos;#5.3 Jn 14.15; 2 Jn 6. y sus mandamientos no son una carga,#5.3 Mt 11.30; cf. Dt 30.11. 4porque todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. 5El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo.
6La venida de Jesucristo quedó señalada con agua y sangre;#5.6 Con agua y sangre: probable alusión al bautismo de Jesús y a su muerte en la cruz. El autor insiste en la sangre, es decir, en que su muerte era necesaria para llevar a cabo su obra salvadora. Véase también Jn 19.34 nota *. no sólo con agua, sino con agua y sangre. El Espíritu mismo es testigo de esto, y el Espíritu es la verdad. 7Tres son los testigos:#5.7 Tres son los testigos: Algunos mss. latinos añaden en el cielo: el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. 8 Y tres son los testigos en la tierra. Esta adición no aparece en ninguno de los mss. griegos antiguos; sólo cuatro mss. griegos tardíos, pertenecientes a los siglos XIV-XVIII d.C., la incluyen, como traducción del latín. 8el Espíritu, el agua y la sangre;#5.8 Continuando con la alusión hecha en el v. 6, el autor ve probablemente en el agua y la sangre un símbolo de la vida eterna que Cristo, por su muerte redentora, comunica por medio del Espíritu Santo. Cf. Jn 7.39, y véase Jn 19.34 nota *. Según Jn 15.26; 16.13-15, el Espíritu seguirá dando testimonio de Jesucristo. y los tres están de acuerdo. 9Aceptamos el testimonio de los hombres, pero el testimonio de Dios es de mucho más valor, porque consiste en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 10El que cree en el Hijo de Dios, lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios, lo hace aparecer como mentiroso,#5.10 1 Jn 1.10. porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo.#5.11 Jn 1.4; 14.6. Vida: Véase Jn 3.15 n. 12El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida; pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene.#5.12 Jn 3.36.
Conclusión
13Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.#5.13 Cf. Jn 20.31.
14Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. 15Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.#5.14-15 Cf. Mt 7.7-11; Lc 11.9-13; Jn 14.13; 15.7,16; 16.23-24; 1 Jn 3.21-22.
16Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, debe orar, y Dios dará vida al hermano, si se trata de un pecado que no lleva a la muerte.#5.16 Aquí se trata de los pecados del «hermano», del que acepta fundamentalmente a Cristo. Cf. 1 Jn 2.1. Hay un pecado que lleva a la muerte,#5.16 El pecado que lleva a la muerte es, probablemente, el pecado de los que rechazan totalmente a Cristo y su obra redentora. La muerte es la pérdida de la vida eterna. Cf. también Jn 8.19-21; 16.9. La oración es aquí la expresión de la comunión (véase Jn 17.9 n.). y por ese pecado no digo que se deba orar. 17Toda maldad es pecado; pero hay pecado que no lleva a la muerte.
18Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no sigue pecando,#5.18 No sigue pecando: Véase 1 Jn 3.6 n. porque el Hijo de Dios lo cuida,#5.18 El Hijo de Dios lo cuida: lit. el que fue engendrado de Dios lo cuida. Cf. Jn 17.11-12. y el maligno no lo toca. 19Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno.#5.19 Cf. Jn 12.31; 14.30; 2 Co 4.4. 20Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido#5.20 1 Jn 3.5,8; 4.2. y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna.#5.20 Para conocer al Dios verdadero: Jn 17.3. 21Hijitos, cuídense de los dioses falsos.#5.21 1 Co 10.14. La referencia a los dioses falsos es aquí un poco enigmática. Quizá tenga que ver con los mismos falsos profetas o anticristos denunciados antes (2.18-19,22-23; 4.1-6).
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1 Juan 5: DHHDK
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Texto Bíblico: Dios habla hoy © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1994.
1 Juan 5
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Confianza victoriosa
1Si creemos que Jesús es el Mesías, en verdad seremos hijos de Dios. Y recordemos que, si amamos al Padre, también debemos amar a los hijos de ese mismo Padre. 2Y sabemos que amamos a Dios y obedecemos sus mandamientos, cuando también amamos a los hijos de Dios. 3Nosotros demostramos que amamos a Dios cuando obedecemos sus mandamientos; y obedecerlos no es difícil. 4En realidad, todo el que es hijo de Dios vence lo malo de este mundo, y todo el que confía en Jesucristo obtiene la victoria. 5El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo y a su maldad.
Quién es Jesucristo
6Cuando Jesucristo vino a este mundo, fue bautizado en agua, y al morir derramó su sangre. El Espíritu de Dios es testigo de esto, y todo lo que el Espíritu dice es verdad. 7Son tres los que nos enseñan que esto es verdad: 8el Espíritu de Dios, el agua del bautismo, y la sangre que Jesús derramó al morir en la cruz. Y los tres dicen lo mismo.
9Nosotros valoramos lo que dice la gente, pero valoramos más lo que Dios dice, porque nos habla acerca de su Hijo. 10Confiar en el Hijo de Dios es creer en lo que Dios ha dicho. Pero el que no cree en Dios lo hace pasar por mentiroso, porque no ha creído lo que Dios mismo ha dicho acerca de su Hijo Jesucristo. 11Y lo que Dios ha dicho es que él nos ha dado vida eterna, y que tendremos esa vida si creemos en su Hijo. 12Si vivimos unidos al Hijo de Dios, tenemos vida eterna. Si no vivimos unidos al Hijo de Dios, no tenemos vida eterna.
Conclusión
13Les escribo esto a ustedes, que confían en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. 14Confiamos en Dios, pues sabemos que él nos oye, si le pedimos algo que a él le agrada. 15Y así como sabemos que él oye nuestras oraciones, también sabemos que ya nos ha dado lo que le hemos pedido.
16Si alguno ve que un hermano de la iglesia comete un pecado que no lleva a la muerte, debe orar por ese hermano, para que Dios le dé vida. Pero debe tratarse de un pecado que no lleve a la muerte. Porque hay pecados que llevan a la muerte, y quiero decirles que no se debe orar por quienes los cometen. 17Todo tipo de maldad es pecado, pero no todo pecado lleva a la muerte.
18Sabemos que los hijos de Dios no pecan porque Jesucristo, el Hijo de Dios, los cuida, y el diablo no puede hacerles daño. 19Sabemos que somos de Dios, y que el resto de la gente en el mundo está dominada por el diablo. 20Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y que nos ha dado la capacidad de conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo; él es el Dios verdadero, que da la vida eterna.
21Cuidado, hijos míos, no obedezcan a los dioses falsos.
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Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.