2 Samuel 24
24
Dios castiga a su pueblo
(1 Cr 21.1-14)
1Dios volvió a enojarse contra Israel. Le hizo creer a David que sería bueno hacer una lista de todos los soldados que había en Israel y Judá. 2Entonces el rey le dijo a Joab y a los jefes del ejército:
—Vayan por todo el país, y cuenten a todos los hombres en edad militar, para que yo sepa cuántos soldados tengo.
3Pero Joab le contestó:
—Yo le pido a Dios que multiplique a su pueblo, y que lo haga cien veces más grande de lo que ahora es. También le pido a Dios que le permita a usted llegar a verlo. Pero no creo que contarlos sea una buena idea.
4Sin embargo, la orden del rey pudo más que la opinión de Joab y de los jefes del ejército, y ellos tuvieron que salir a contar a todos los israelitas.
5Cruzaron el río Jordán y empezaron a contar a la gente de Aroer, y de una ciudad que está en medio de un valle, en el camino a Gad y a Jazer.
6Luego fueron a Galaad, y de allí a Cadés, que está en el país de los hititas. Después fueron a Dan, y de allí dieron la vuelta hasta llegar a Sidón.
7Fueron luego a la fortaleza que está en Tiro, y recorrieron también todas las ciudades de los heveos y cananeos. Después se fueron al sur de Judá, en dirección de Beerseba.
8Después de haber recorrido todo el país durante nueve meses y veinte días, regresaron a Jerusalén. 9Allí Joab le informó al rey: «En Israel hay ochocientos mil hombres que pueden ir a la guerra, y en Judá hay quinientos mil».
10Pero David se dio cuenta de que había sido un error haber contado a toda la gente, así que dijo: «Dios mío, no está bien lo que hice. Te he ofendido al contar los soldados que tenemos. Yo te ruego que perdones mi error».
11David siempre consultaba al profeta Gad. Por eso al día siguiente, cuando David se estaba levantando, Dios le dio a Gad un mensaje para David. Le dijo:
12«Ve a decirle a David que lo voy a castigar, y que puede escoger uno de estos tres castigos: 13Siete años de hambre en todo el país; ser perseguido por sus enemigos durante tres meses; o que todo el pueblo sufra enfermedades durante tres días».
Gad fue, entregó el mensaje y le dijo a David: «Dime qué respuesta debo llevarle a Dios». 14Y David le dijo a Gad:
—¡Me resulta difícil elegir uno de los tres! Pero Dios es compasivo, así que prefiero que sea él quien me castigue. No quiero que me hagan sufrir mis enemigos.
15Entonces Dios envió una enfermedad por todo Israel, desde esa mañana hasta el tercer día. Y desde el norte hasta el sur de Israel murieron setenta mil personas.
Dios perdona a su pueblo
(1 Cr 21.15-27)
16-20El ángel que Dios había enviado a matar a la gente, llegó a Jerusalén. David lo vio cuando llegó a donde Arauna el jebuseo estaba limpiando el trigo. Como el ángel ya estaba a punto de destruir la ciudad, David dijo: «Dios mío, yo fui el que hizo mal; yo fui quien pecó contra ti. Por favor, no castigues a mi pueblo. Mejor castígame a mí y a mi familia».
Dios envió a David este mensaje por medio del profeta Gad: «Ve y constrúyeme un altar en el lugar donde Arauna limpia el trigo».
David obedeció el mensaje de Dios, y fue con sus sirvientes a construir el altar. Cuando Arauna vio que el rey se acercaba, salió y se inclinó ante él hasta tocar el suelo con su frente, 21y le dijo:
—¿A qué debo que Su Majestad venga a verme? ¡Yo no soy más que su sirviente!
Pero David le contestó:
—He venido a comprarte el lugar donde limpias el trigo. Quiero construir allí un altar para Dios. Así se detendrá la enfermedad que está matando a la gente.
22Arauna le contestó:
—Su Majestad, todo lo que tengo es suyo. Presente las ofrendas a Dios, y yo le daré los toros para el sacrificio, y hasta mis herramientas de trabajo para que las use como leña. 23Yo le doy a usted todo esto, y deseo que Dios acepte lo que usted le ofrezca.
24—Te lo agradezco —dijo David—, pero yo no puedo ofrecerle a Dios algo que no me haya costado nada. Así que yo te pagaré todo lo que me des.
David le dio a Arauna cincuenta monedas de plata por el terreno y por los toros, 25y construyó allí un altar para Dios. Para que ya no los castigara, le presentó a Dios los toros como ofrenda, y además le presentó otras ofrendas. Y Dios escuchó sus ruegos y detuvo el castigo contra los israelitas, pues le dio tristeza haberlos castigado. Entonces le dijo al ángel: «Basta, ya no sigas». Así fue como se detuvo la enfermedad en Israel.
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Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
2 SAMUEL 24
24
El censo de David
(1 Cr 21)
1El Señor volvió a enojarse con Israel e instigó a David para que les causara daño, diciéndole:
— Haz el censo#24,1: Haz el censo: A primera vista la ejecución del censo parte de la iniciativa divina, para así tener ocasión de castigar a Israel que se ha hecho merecedor de tal castigo por su mal comportamiento. Sin embargo, Joab considera que es un error llevar a cabo el censo y el propio David se autoinculpa más adelante (24,10). En 1 Cr 21,1 se resuelve el conflicto atribuyendo la iniciativa a Satán. de Israel y de Judá.
2El rey ordenó a Joab, jefe de su ejército:
— Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba#24,2.15: desde Dan hasta Berseba: ver nota a Jos 19,40 y 1 Sm 3,20. y haz el censo de la población, para que pueda conocer su número.
3Joab replicó al rey:
— Que el Señor, tu Dios, multiplique por cien la población y que el rey, mi señor, pueda verlo con sus propios ojos. Pero, ¿por qué quiere el rey hacer tal cosa#24,3: hacer tal cosa: No se indica el motivo de las reticencias de Joab que, por otra parte, no es precisamente un modelo de ética (ver 3,23-27; 18,10-15; 20,8-10).?
4Sin embargo, la orden del rey prevaleció sobre el parecer de Joab y el de los jefes del ejército. Así que Joab y los jefes del ejército se retiraron de la presencia del rey para ir a censar a la población de Israel. 5Cruzaron el Jordán y se detuvieron en Aroer, al sur de la ciudad que está situada junto al torrente de Gad, en dirección a Jazer. 6Llegaron a Galaad y al país de Jodsí; luego llegaron a Dan y de allí giraron hacia Sidón#24,6: al país de Jodsí: Lugar desconocido, por lo que bastantes traducciones, siguiendo la versión griega, proponen: a Cadés, en territorio hitita; pero también esta opción presenta serias dificultades.— hacia Sidón: Sidón, como Tiro (24,7), no pertenecía al reino de David, cuyo imperio llegó a limitar con ambas ciudades fenicias.. 7Después llegaron a la fortaleza de Tiro y a todas las poblaciones de los jeveos y los cananeos. Finalmente se dirigieron al sur de Judá, llegando hasta Berseba. 8Así recorrieron todo el país y, al cabo de nueve meses y veinte días, regresaron a Jerusalén. 9Joab entregó al rey las cifras del censo de la población: en Israel había ochocientos mil guerreros, diestros con la espada; y en Judá, quinientos mil#24,9: quinientos mil: Las cifras parecen exageradas. 1 Cr 21,5-6 las amplía aún más..
10Después de haber hecho el censo de la población, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor:
— He cometido un grave delito#24,10: un grave delito: Aunque el texto no aclara en qué consiste el delito de David, para la concepción del AT el censo suponía querer apoyarse en efectivos humanos, lo que constituía una grave falta de confianza en Dios (ver 1 Sm 7,7-12; 17,45-47). haciendo esto. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, pues he sido muy insensato.
11A la mañana siguiente, cuando David se levantó, el Señor dirigió al profeta Gad#24,11: Gad: Ver 1 Sm 22,5., vidente de David, este mensaje: #1 Sm 22,5.
12— Ve a decir a David: “Esto dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno de ellos y yo lo llevaré a cabo”.
13Gad fue a ver a David y le dijo:
— ¿Qué prefieres: siete años#24,13: siete años: La versión griega habla de tres años, tal vez bajo la influencia de 21,1 y 1 Cr 21,12. de hambre en tu territorio, tres meses de huida perseguido por tu adversario, o tres días de peste en tu territorio? Piénsatelo y decide qué debo responder a quien me ha enviado.
14David respondió a Gad:
— Me pones en un gran aprieto. Pero es preferible caer en manos de Dios, por su gran compasión, a caer en manos humanas.
15El Señor envió la peste sobre Israel, desde aquella mañana hasta el plazo fijado, y desde Dan hasta Berseba murieron setenta mil personas del pueblo. 16Cuando el ángel extendía su mano para castigar a Jerusalén, el Señor se arrepintió del castigo y dijo al ángel que aniquilaba a la población:
— ¡Basta ya! ¡Retira tu mano!
El ángel del Señor estaba junto a la era de Arauná, el jebuseo.#Ver Ex 12,23. 17Cuando David vio al ángel exterminando a la población, dijo al Señor:
— ¡Soy yo el que he pecado, yo soy el culpable! ¿Qué ha hecho este rebaño? ¡Descarga tu mano contra mí y contra mi familia!
18Aquel mismo día Gad se presentó a decir a David:
— Sube a construir un altar al Señor en la era de Arauná, el jebuseo.
19David fue a hacer lo que le había dicho Gad por orden del Señor. 20Arauná se asomó y, cuando vio que el rey y sus servidores se dirigían hacia él, salió e hizo una reverencia al rey con su rostro hacia el suelo. 21Luego Arauná preguntó:
— ¿A qué se debe la visita de mi señor, el rey, a su servidor?
David le respondió:
— Vengo a comprarte la era para construirle un altar al Señor, a ver si se aleja del pueblo esta plaga.
22Arauná le dijo:
— Que mi señor el rey tome y ofrezca lo que le parezca mejor. Ahí están los bueyes para el holocausto y las trillas y los yugos para el fuego.#1 Re 19,21. 23Todo esto, majestad, se lo entrega Arauná al rey#24,23: todo esto, majestad, se lo entrega Arauná al rey: En realidad, siguiendo literalmente el texto hebreo habría que traducir: todo esto el rey Arauná se lo entrega al rey..
Y añadió:
— ¡Que el Señor, tu Dios, te bendiga!
24Pero el rey respondió a Arauná:
— No. Quiero comprártela a su precio. No quiero ofrecer al Señor sacrificios de balde.
Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata#24,24: cincuenta siclos: Ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.. 25Luego David construyó allí un altar#24,25: construyó allí un altar: Aunque 2 Sm y 1 Re no hacen más comentarios, 1 Cr 22,1 y 2 Cr 3,1 identifican el altar de la era de Arauná con el lugar cultual donde Salomón construirá más tarde el Templo concebido y diseñado por David. al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Entonces el Señor se compadeció del país y la plaga se alejó de Israel.
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La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso