Salmos 2
2
Dios y su rey
1-2¿Por qué se rebelan contra Dios
las naciones y los pueblos?
¿Por qué estudian la manera
de luchar contra él y contra su rey?
¡Inútiles son los planes
de los reyes de este mundo!
3¡Quieren acabar con su poder!
¡Quieren librarse de su dominio!
4Pero Dios desde su trono
se ríe y se burla de ellos.
5Luego se enoja y los reprende,
se enfurece y los asusta.
6Los amenaza diciendo:
«Ya elegí al rey
que gobernará desde el monte Sión,
que es mi montaña santa».
7Voy a dar a conocer
lo que Dios ha decidido.
Él me dijo:
«Tú eres mi hijo;
desde hoy soy tu padre.
8¡Pídeme lo que quieras!
Te daré como herencia las naciones;
¡todo el mundo será tuyo!
9Gobernarás a las naciones
con mano de hierro;
¡las destrozarás
como a ollas de barro!»
10Ustedes los reyes,
pónganse a pensar;
déjense enseñar,
gobernantes de la tierra.
11 Adoren a Dios con reverencia;
y con alegría ríndanle culto.
12Adoren a Dios,
para que no se enoje,
pues fácilmente se enfurece,
y podría quitarles la vida.
¡Dios bendice
a todos los que en él confían!
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Salmos 2: TLA
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Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Salmos 2
2
El reino del ungido de Jehová
1¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
2Se levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido,#Hch. 4.25-26. diciendo:
3Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.
4El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.
5Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.
6Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.
7Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.#Hch. 13.33; He. 1.5; 5.5.
8Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.
9Los quebrantarás con vara de hierro;#Ap. 2.26-27; 12.5; 19.15.
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
10Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.
11Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.
12Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.