GENESIS. 37
37
CAPIT. XXXVII.
Comiençase de aqui la historia de Ioseph figura illustre de Chriſto y de todo el cuerpo de los pios. A cauſa de ſer singularmente amado de ſu padre, de corregir los malos hechos de ſus hermanos, deaduertirles porreualaçion de Dios de ſu venidera condicion incurre en émbidia y mortal odio deellos. II. Tratan de matarle, viniendo el à visitarles, y ayudarles en ſus trabajos: mas por induzimiento de Ruben ſe contentan con empozarle en vna cisterna donde lo meten biuo y despojado de ſu ropa. III. Por consejo de Iuda lo sacan de alli, y lo venden para ſer lleuado a Egypto, donde es bialto a vẽder. IIII. Cargan ſu muerte con calumnia à las beſtias fieras, y ſu padrelo llora por muerto, ſin querer admittir conſolacion.
1Y Habitó Iacob en la tierra donde peregrinó ſu padre, en la tierra de Chanaan. 2Estas fueron las generaciones de Iacob: Ioseph quando fue de edad de diez y ſiete años, apacentaua las ouejas consus hermanos: y era moço conlos hijos de Bala, y con los hijos de Zelpha las mugeres de ſu padre: y Ioseph traya la mala fama deellos à ſu padre. 3Y Iſrael amaua à Ioseph mas que à todos ſus hijos, porque lo auia auido en ſu ve jez: y hizole vnaropa de diuersas colores. 4Y viendo ſus hermanos que ſu padre lo amaua mas que à todos ſus hermanos, aborrecianlo, y no le podian hablar pacificamente. 5Y soñó Ioseph vn ſueño, y contolo à ſus hermanos, y ellos añidieron à aborrecerle mas. 6Y dixoles, Oyd aora eſte ſueño que he soñado, 7 He aqui que atauamos manojos medio del campo, y he aqui que mi manojo ſe leuantaua, y eſtaua derecho: y que vuestros manojos eſtauan ál derredor y ſe inclinauã àl mio. 8Y respondieronle ſus hermanos, Has de reynar ſobre noſotros, o haste de enseñorear ſobre noſotros? Y añi dieron à aborrecerle mas, à cauſa de ſus sueños y de ſus palabras. 9Y soñó mas otro ſueño, y contolo à ſus hermanos diziendo, He aqui que he soñado otro ſueño: Que el Sol y la Luna, y onze eſtrellas ſe inclinauan à mi. 10Y contolo à ſu padre y à ſus hermanos, y ſu padre lo reprehendió, y dixole, Que ſueño es eſte que soñaste? Aue mos de venir yo y tu madre, y tus hermanos à inclinar nos à ti à tieria? 11Y ſus hermanos le ouieron embidia: mas ſu padre miraua el negocio.
12¶ Y fueró ſus hermanos à apacẽtar las ouejas de ſu padre eu Sichem. 13Y dixo Iſrael à Ioseph, Tus hermanos apaciẽtã las ouejas en Sichẽ, vẽ y embiartehé à ellos. Y el respondió, Heme aqui. 14Y elle dixo, Ve aora, mirá como estã tus hermanos, y como eſtan las ouejas, y traeme la respuesta. Y embiolo del valle de Hebron, y vino à Sichem. 15Y hallolo vn hombre andando el perdido por el campo, y preguntole aquel hõbre diziendo, Que buscas? 16Y el respondió, Busco à mis hermanos: ruegote que me muestres donde pastan. 17Y aquel hombre respondió, Ya sehán ydo de aqui: y yo les óy dezir, Vamos à Dothain entonces Ioseph fué tras ſus hermanos, y hallolos en Dothain. 18Y como ellos lo vieron delexos, antes que llegaſſe cerca deellos pensaron contra el para matarlo. 19Y dixeron el vno àl otro, He aqui viene el soñador. 20Aora pues venid, y matemoslo, y echemosló en vna cisterna, y diremos, Alguna mala bestia lo tragó: y veremos que serán ſus sueños. 21Y como Ruben oyó eſto escapolo de ſus manos, y dixo, Nó lo matemos. 22Y dixoles Ruben, No derrameys sangre: echaldo en eſta cisterna, que eſtá enel deſsierto: y no metays mano enel: por eſcaparlo de ſus manos para azerló boluer à ſu padre. 23Y fue, que como Ioseph llegó à ſus hermanos, ellos hizieron desnudar à Ioseph ſu ropa, la ropa de colores que tenia ſobre ſi, 24Y tomaronlo, y echaronlo en la cisterna: y la cisterna eſtaua vazia, que no, auia agua en ella. 25Y affentaronſe à comer pan: y alçãdo los ojos miraron, y he aqui vna compañia de Ismaelitas que venia de Galaad, y ſus camellos trayan especias y cera y almaciga, y yuan para lleuar à Egypto.
26¶ Entonces Iuda dixo à ſus hermanos, Que prouecho, que matemos à nuestro hermano, y encubramos ſu muerte. 27Andad, y vẽdamoslo à los Ismaelitas, y no ſea nueſtra mano ſobre el, que nuestro hermano, nueſtra carne es. Y ſus hermanos acordaron conel. 28Y como paſſaron los Madianitas mercaderes, ellos sacaron à Ioseph dela cisterna, y truxeronlo arriba, y vendieronlo à los Ismaelitas por veynte pesos de plata: y lleuaron à Ioseph à Egypto. 29Y Ruben boluió à la cisterna, y nó halló à Ioseph dentro, y rompió ſus veſtidos. 30Y tornó à ſus hermanos y dixo, El moço no parece, y yo adonde yré yo? 31Entõces ellos tomarõ la ropa de Ioseph, y degollaron vn cabrito delas cabras, y tiñeron la ropa con la sangre. 32Y embiaron la ropa de colores, y truxeronla à ſu padre, y dixeron, Esta hemos hallado, conoce aora ſi es la ropa de tu hijo, o nó. 33Y el la conoció y dixo, La ropa de mi hijo es, alguna mala bestia lo tragó: despedaçado ha sido Ioseph. 34Entonces Iacob rompió ſus veſtidos, y puso sacco ſobre ſus lomos, y enlutose por ſu hijo muchos dias. 35Y leuantaronſe todos ſus hijos y todas ſus hijas para cõſolarlo, mas el no quiſo tomar cõſolacion, y dixo, Porque tengo de decendir à mi hijo enlutado haſta la ſepultura. Y llorolo ſu padre. 36Y los Madiamitas lo vendieron en Egypto à Phutiphar eunucho de Pharaon capitan de los de la guarda.
Currently Selected:
GENESIS. 37: BDO1573
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Biblia del Oso 1973 Public Domain.
Edición Digital © Sociedades Biblicas Unidas, 2000.
Génesis 37
37
Los sueños de José
1Jacob se fue a vivir a la tierra de Canaán, donde su padre había vivido como extranjero. 2Esta es la historia de la familia de Jacob:
José, el hijo de Jacob, tenía diecisiete años. Su trabajo consistía en apacentar los rebaños de su padre, en compañía de los hijos de Bilhá y de Zilpá, que eran concubinas de Jacob. Pero José le informaba a su padre de la mala conducta de aquellos. 3Israel amaba más a José que a sus otros hijos, porque José le había nacido en su vejez. Un día Jacob le regaló una túnica de mangas largas. 4Los hermanos notaban que su padre prefería a José. Por eso, llegaron a odiarlo y no le podían hablar en buenos términos. 5Una noche José tuvo un sueño y se lo contó de inmediato a sus hermanos, lo que hizo que estos lo odiaran aún más.
6―Oigan, les voy a contar el sueño que tuve —les dijo—. 7Soñé que todos nosotros estábamos en el campo atando manojos de trigo. Mi manojo se mantuvo derecho, mientras que los de ustedes se reunieron alrededor del mío y le hicieron reverencias.
8―¿Quiere decir que vas a ser nuestro rey? —se burlaron—, y lo odiaron aún más por el sueño y porque creían que él se jactaba de ser superior a ellos.
9Luego tuvo otro sueño, y también se lo contó a sus hermanos:
―Oigan mi segundo sueño —les dijo—. Soñé que el sol, la luna y once estrellas me hacían reverencias.
10Esta vez José le contó el sueño también a su padre, después de habérselo contado a sus hermanos. Su padre lo reprendió:
―¿Qué es esto que has soñado? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vamos a inclinarnos delante de ti?
11Los hermanos se sintieron molestos y se llenaron de envidia, pero Jacob se quedó pensando qué significaría todo aquello.
José es vendido por sus hermanos
12Un día los hermanos de José llevaron los rebaños de su padre a Siquén, para apacentarlos allí. 13-14Pocos días después Israel llamó a José y le dijo:
―Tus hermanos están en Siquén apacentando el ganado. Anda a ver cómo están ellos y el ganado, y vuelve a avisarme.
―Muy bien —respondió José.
Entonces José salió del valle de Hebrón y se dirigió a Siquén. 15Un hombre que lo vio caminando por los campos le preguntó:
―¿A quién buscas?
16―Busco a mis hermanos y sus rebaños. ¿Los ha visto?
17―Sí —respondió el hombre—, ya no están aquí. Les oí decir que iban a Dotán.
José entonces se fue hasta Dotán y allí encontró a sus hermanos. 18Pero cuando ellos lo vieron, lo reconocieron a la distancia y decidieron matarlo.
19-20―¡Ahí viene el soñador! —exclamaron—. Vamos, matémoslo y echémoslo en una cisterna. Luego le diremos a nuestro padre que algún animal salvaje se lo comió. ¡Veremos en qué paran sus sueños!
21-22Cuando Rubén escuchó esto, intentó salvarle la vida a José.
―No lo matemos —dijo—; no debemos derramar sangre. Echémoslo vivo dentro de la cisterna. Así morirá sin que lo toquemos.
El plan de Rubén era sacarlo más tarde y enviarlo a casa de su padre. 23Cuando José llegó donde ellos estaban, le quitaron su túnica de mangas largas, 24y lo arrojaron a una cisterna vacía. 25Luego se sentaron a comer. De repente vieron a la distancia una caravana de Ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos iban cargados de perfumes, especias y bálsamos que llevaban a vender a Egipto.
26-27―¡Miren! —dijo Judá a los demás—. Allá vienen unos ismaelitas. ¡Vendámosles a José! ¿Para qué hemos de matarlo y cargar con esta culpa en la conciencia? No seamos responsables de su muerte porque, después de todo, es nuestro hermano.
Todos los hermanos estuvieron de acuerdo. 28Cuando llegaron los comerciantes, sacaron a José de la cisterna y se lo vendieron por veinte monedas de plata. Los comerciantes siguieron el viaje llevando consigo a José hasta Egipto. 29Un poco más tarde llegó Rubén (que había estado fuera cuando pasaron los ismaelitas) y fue hasta la cisterna para sacar a José. Cuando vio que José no estaba allí, rasgó sus ropas lleno de angustia y de frustración.
30―El muchacho no está; y yo, ¿dónde me meto ahora?
31Ellos entonces tomaron un cabrito, lo degollaron y con la sangre mancharon la túnica de José. 32Luego le llevaron la túnica a Jacob para que la identificara.
―Encontramos esto en el campo —le dijeron—. ¿Será la túnica de José?
33El padre la reconoció de inmediato.
―Sí, es la túnica de mi hijo. Algún animal salvaje destrozó a mi hijo y se lo comió.
34Entonces Israel rasgó su ropa y se vistió de ropas ásperas e hizo duelo por su hijo, y lo lloró durante varias semanas. 35Toda su familia trató en vano de consolarlo. Pero él decía: «No dejaré de llorar hasta que muera y me reúna con mi hijo». Y seguía llorando.
36Mientras tanto en Egipto, José fue vendido a Potifar por los mercaderes. Potifar era un funcionario del faraón, rey de Egipto. Era nada menos que el capitán de la guardia.
Currently Selected:
:
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Nueva Biblia Viva
© 2006, 2008 por Biblica, Inc.®
Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.