S. PAVLO A LOS CORINT. II. 5
5
CAPIT. V.
Proſsigue en las dichas eſperanças continuando el proposito. 2. De la fe de las quales que ſe cũplir an en el final juyzio, sale que el fiel ministro en todo ſu ministerio tenga la preſencia de Dios y de aquel herrible dia delante de ſi paraque ò encomẽdandoſe ò no encomendandoſe à ſus oyentes, el motiuo ſea siempre no gloria vana ſi no gloria de Dios, y la salud deellos, y satisfazer à ſu deuer ſin ningun carnal respecto aunque fueſſe del mismo Chriſto (ſi pudieſſe ſer) 3. Con eſto continua el autoridad del ministerio por el primer autor, y por loque contiene diziendo en summa, Ser embaxada que dies embió à los hombres por Chriſto, Que ſe reconcilien con Dios: laqual embaxada los ministros fieles lleuan a delante en perſona del mismo Chriſto, y por consiguiente, del mismo Dios.
1Porque fabemos que ſi la caſa terrestre de eſta nueſtra habitacion ſe des hiziêre, que tenemos de Dios edificio, caſa, no hecha de manos, eterna, en los cielos: 2Y por eſto tambiẽ gemîmos desseãdo ſer ſobrevestidos de aquella nueſtra habitacion celestial: 3 Si tambien fueremos hallados veſtidos, y no desnudos. 4Porque anſi mismo losque estamos en eſta cabaña, gemîmos cargados: porque no querriamos ſer desnudados, antes ſobre veſtidos consumiẽdo la vida à loque es mortal. 5Mas elque nos hizo para eſto mismo es Dios: elqual ansimismo nos ha dado el arra del Eſpiritu. 6Anſique biuimos confiados siempre: y sabiendo, que entretãto que estamos enel cuerpo, peregrinamos del Señor. 7(Porque por fe andamos, no por vista) 8Mas confiamos, y querriamos mas peregrinar del cuerpo, y ſer presentes àl Señor. 9¶ Y portanto procuramos tambien, ò ausentes, ò presentes, agradarle. 10 Porque es menester que todos noſotros parez camos delante del tribunal del Chriſto: paraque cada vno ſea pagado de lo propio de ſu cuerpo, como vuiêre hecho, ò bueno, ò malo. 11Anſique estando ciertos de aquel terror del Señor, persuadimos àl mundo: mas à Dios somos manifiestos: y eſpero que tambien en vuestras consciencias somos manifiestos: 12 No nos encomendamos otra vez à vosotros: mas damoshos occasion de gloriaros de noſotros, paraque tẽgays que responder contra losque ſe glorian en las apparencias, y no en el coraçon. 13Porque ſi loqueamos, à Dios: y ſi estamos en seso, à vosotros. 14Porque la Charidad del Chriſto nos constriñe: 15Pensando eſto, Que ſi vno fué muerto por todos, luego todos ſon muertos; item, Por todos fue muerto el Chriſto: paraque tambien losque biuen, ya no biuan para ſi, mas para aquel que murió y resuscito por ellos. 16Demaneraque noſotros de aqui adelante à nadie conocemos ſegun la carne: y ſi aun àl Chriſto conocimos ſegun la carne, aora empero ya no lo conocemos. 17Demanera que elque es en el Chriſto, nueua criatura es: las vejezes ſe paſſarõ, heaqui todo es hecho nueuo: 18¶ Y todo eſto por Dios, el qual nos recõcilió à ſi por Iesus el Chriſto, y [nos] dió el ministerio de la recõciliaciõ: 19Porque ciertamente Dios eſtaua en el Chriſto recõciliando el mundo à ſi, No imputandoles ſus peccados: y puso en noſotros la palabra de la Recõciliaciõ: 20Anſique embaxadores somos en Nõbre del Chriſto como ſi Dios hos oraſſe por medio nuestro: oramos hos en Nõbre del Chriſto, Recõciliahos à Dios. 21Alque no conoció peccado, hizo peccado por noſotros, paraque noſotros fuessemos hechos justicia de Dios enel.
Currently Selected:
S. PAVLO A LOS CORINT. II. 5: BDO1573
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Biblia del Oso 1973 Public Domain.
Edición Digital © Sociedades Biblicas Unidas, 2000.
2 Corintios 5
5
¡Queremos estar en el hogar de Dios!
1Bien sabemos que en este mundo vivimos como en una tienda de campaña, que un día será destruida. Pero en el cielo tenemos una casa permanente, construida por Dios y no por seres humanos. 2-3Mientras vivimos en este mundo, suspiramos por la casa donde viviremos para siempre. Sabemos que, cuando estemos allí, estaremos bien protegidos. 4Mientras vivimos en esta tienda de campaña, que es nuestro cuerpo, nos sentimos muy tristes y cansados. Y no es que no queramos morir. Más bien, quisiéramos que nuestros cuerpos fueran transformados, y que lo que ha de morir se cambie por lo que vivirá para siempre. 5Dios nos preparó para ese cambio y, como prueba de que así lo hará, nos dio el Espíritu Santo.
6Por eso estamos siempre alegres. Sabemos que, mientras vivamos en este cuerpo, estaremos lejos del Señor. 7Pero, aunque no lo podamos ver, confiamos en él. 8No nos sentimos tristes, aunque preferiríamos dejar este cuerpo para ir a vivir con el Señor. 9Por eso tratamos de obedecerlo, ya sea en esta vida o en la otra. 10Porque todos nosotros vamos a tener que presentarnos delante de Cristo, que es nuestro juez. Él juzgará lo que hicimos mientras vivíamos en este cuerpo, y decidirá si merecemos que nos premie o nos castigue.
¡Seamos amigos de Dios!
11Nosotros sabemos que hay que obedecer y adorar a Dios. Por eso tratamos de convencer a los demás para que crean en él. Dios nos conoce muy bien, y espero que también ustedes nos conozcan. 12No estamos tratando de impresionarlos al hablar bien de nosotros mismos. Lo que queremos es darles una razón para que se sientan orgullosos de nosotros. Así sabrán cómo responder a los que se creen importantes, y que en realidad no lo son.
13Si acaso estamos locos, lo estamos por querer servir a Dios. Y si no lo estamos, es para el bien de ustedes. 14El amor de Cristo domina nuestras vidas. Sabemos que él murió por todos y que, por lo tanto, todos hemos muerto. 15Así que, si Cristo murió por nosotros, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida.
16A partir de ahora, ya no vamos a valorar a los demás desde el punto de vista humano. Y aunque antes valorábamos a Cristo de esa manera, ya no seguiremos valorándolo así. 17-19Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos. 20Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios.
21Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.
Currently Selected:
:
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.