Mateo 12
12
Señor del sábado
12:1-8 – Mr 2:23-28; Lc 6:1-5
12:9-14 – Mr 3:1-6; Lc 6:6-11
1Por aquel tiempo pasaba Jesús por los sembrados en sábado. Sus discípulos tenían hambre, así que comenzaron a arrancar algunas espigas de trigo y comérselas. 2Al ver esto, los fariseos le dijeron:
―¡Mira! Tus discípulos están haciendo lo que está prohibido en sábado.
3Él les contestó:
―¿No habéis leído lo que hizo David en aquella ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? 4Entró en la casa de Dios, y él y sus compañeros comieron los panes consagrados a Dios, lo que no se les permitía a ellos, sino solo a los sacerdotes. 5¿O no habéis leído en la ley que los sacerdotes en el templo profanan el sábado sin incurrir en culpa? 6Pues yo os digo que aquí está uno más grande que el templo. 7Si vosotros supierais qué significa esto: “Lo que pido es misericordia y no sacrificios”,#12:7 Os 6:6 no condenaríais a los que no son culpables. 8Sabed que el Hijo del hombre es Señor del sábado.
9Pasando de allí, entró en la sinagoga, 10donde había un hombre que tenía una mano paralizada. Como buscaban un motivo para acusar a Jesús, le preguntaron:
―¿Está permitido sanar en sábado?
11Él les contestó:
―Si alguno de vosotros tiene una oveja y en sábado se le cae en un hoyo, ¿no la agarra y la saca? 12¡Cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, está permitido hacer el bien en sábado.
13Entonces le dijo al hombre:
―Extiende la mano.
Así que la extendió y le quedó restablecida, tan sana como la otra. 14Pero los fariseos salieron y tramaban cómo matar a Jesús.
El siervo escogido por Dios
15Consciente de esto, Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron, y él sanó a todos los enfermos, 16pero les ordenó que no dijeran quién era él. 17Esto fue para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:
18«Este es mi siervo, a quien he escogido,
mi amado, en quien estoy muy complacido;
sobre él pondré mi Espíritu,
y proclamará justicia a las naciones.
19No disputará ni gritará;
nadie oirá su voz en las calles.
20No acabará de romper la caña quebrada
ni apagará la mecha que apenas arde,
hasta que haga triunfar la justicia.
21Y en su nombre pondrán las naciones su esperanza».#12:21 Is 42:1-4
Jesús y Beelzebú
12:25-29 – Mr 3:23-27; Lc 11:17-22
22Un día le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y hablar. 23Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será este el Hijo de David?»
24Pero, al oírlo los fariseos, dijeron: «Este no expulsa a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios».
25Jesús conocía sus pensamientos, y les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y toda ciudad o familia dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. 26Y, si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo. ¿Cómo puede, entonces, mantenerse en pie su reino? 27Ahora bien, si yo expulso a los demonios por medio de Beelzebú, ¿vuestros seguidores por medio de quién los expulsan? Por eso ellos mismos os juzgarán a vosotros. 28En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
29»¿O cómo puede entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate? Solo entonces podrá robar su casa.
30»El que no está de mi parte está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce. 31Por eso os digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia, pero la blasfemia contra el Espíritu no se le perdonará a nadie. 32A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.
33»Si tenéis un buen árbol, su fruto es bueno; si tenéis un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto. 34Camada de víboras, ¿cómo podéis vosotros que sois malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca. 35El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal. 36Pero yo os digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. 37Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará».
La señal de Jonás
12:39-42 – Lc 11:29-32
12:43-45 – Lc 11:24-26
38Algunos de los fariseos y de los maestros de la ley le dijeron:
―Maestro, queremos ver alguna señal milagrosa de parte tuya.
39Jesús les contestó:
―¡Esta generación malvada y adúltera pide una señal milagrosa! Pero no se le dará más señal que la del profeta Jonás. 40Porque así como tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de un gran pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en las entrañas de la tierra. 41Los habitantes de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán; porque ellos se arrepintieron al escuchar la predicación de Jonás, y aquí tenéis vosotros a uno más grande que Jonás. 42La reina del Sur se levantará en el día del juicio y condenará a esta generación; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí tenéis vosotros a uno más grande que Salomón.
43»Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos, buscando descanso sin encontrarlo. 44Entonces dice: “Volveré a la casa de donde salí”. Cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. 45Luego va y trae a otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado postrero de aquella persona resulta peor que el primero. Así le pasará también a esta generación malvada».
La madre y los hermanos de Jesús
12:46-50 – Mr 3:31-35; Lc 8:19-21
46Mientras Jesús hablaba a la multitud, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera, y deseaban hablar con él. 47Alguien le dijo:
―Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo.#12:47 Var. no incluye v. 47.
48―¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? —replicó Jesús.
49Señalando a sus discípulos, añadió:
―Aquí tenéis a mi madre y a mis hermanos. 50Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
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Mateo 12: NVI
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MATEO 12
12
Los discípulos arrancan espigas en sábado#12.1-8 En esta sección y la que sigue (vs. 1-14) se trata del conflicto entre Jesús y los fariseos respecto al sábado, día semanal de reposo.
(Mc 2.23-28; Lc 6.1-5)
1Por aquel tiempo, Jesús caminaba un sábado entre los sembrados. Sus discípulos sintieron hambre y comenzaron a arrancar espigas#12.1-2 Sábado: Véase Índice temático. Arrancar espigas era considerado como un acto de cosechar, y por eso un “trabajo” prohibido en sábado (Ex 34.21). Según Dt 23.25, estaba permitido recoger al paso, incluso en un campo ajeno, granos para comer. y a comer los granos. 2Los fariseos, al verlo, dijeron a Jesús:
–Mira, tus discípulos hacen algo que no está permitido en sábado. 3Él les contestó:
–¿No habéis leído lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? 4Entró en la casa de Dios y comió los panes consagrados, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes.#12.3-4 1 S 21.1-6; cf. Ex 35.13; Lv 24.5-9. 5¿O no habéis leído en la ley de Moisés que los sacerdotes en el templo no cometen pecado por trabajar los sábados?#12.5 Nm 28.9-10. 6Pues os digo que aquí hay algo más importante que el templo.#12.6 Cf. vs. 41-42. Algo más importante: El adjetivo griego está en género neutro, lo que hace que se refiera solo indirectamente a Jesús. Algunos mss. lo ponen en género masculino (= uno más importante que el templo). 7Vosotros no habéis entendido qué significan estas palabras de la Escritura: ‘Quiero que seáis compasivos, y no que me ofrezcáis sacrificios.’#12.7 Os 6.6; cf. Mt 9.13. Si lo hubierais entendido, no condenaríais a quienes no han cometido falta alguna. 8Pues bien, el Hijo del hombre tiene autoridad sobre el sábado.
Jesús sana en sábado a un enfermo
(Mc 3.1-6; Lc 6.6-11)
9Jesús siguió su camino y entró en la sinagoga del lugar, 10donde había un hombre que tenía una mano tullida; y unos que andaban buscando pretextos para acusar a Jesús, le preguntaron:
–¿Está permitido curar a un enfermo en sábado?#12.10 Los judíos consideraban que sanar era un “trabajo” prohibido en sábado. Véase Sábado en el Índice temático.
11Jesús les contestó:
–¿Quién de vosotros, si tiene una oveja y se le cae en sábado a un pozo, no va a sacarla?#12.11 Lc 14.5. 12Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, sí está permitido hacer el bien en sábado.
13Entonces dijo a aquel hombre:
–Extiende la mano.
El hombre la extendió, y le quedó tan sana como la otra. 14Sin embargo, los fariseos, al salir, comenzaron a hacer planes para matar a Jesús.
Cumplimiento de la Escritura
15Jesús, al saberlo, se marchó de allí; mucha gente le seguía, y él sanaba a todos los enfermos, 16pero les ordenaba que no hablaran de él públicamente.#12.16 Que no hablaran: Mt 8.4; 9.30 (véase Mc 1.34 nota i). 17Esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el profeta Isaías:
18“Este es mi siervo, a quien he escogido;
mi amado, en quien me deleito.
Pondré sobre él mi Espíritu
y proclamará justicia a las naciones.
19No disputará ni gritará;
nadie oirá su voz en las calles.
20No romperá la caña quebrada
ni apagará el pábilo que humea,
hasta que haga triunfar la justicia.
21Y las naciones pondrán en él su esperanza.”#12.17-21 Is 42.1-4; cf. también Gn 22.2; Sal 2.7. Véase Mt 1.22 n. Caña quebrada y pábilo que humea son imágenes que simbolizan a personas débiles y desamparadas.
Acusación contra Jesús
(Mc 3.20-30; Lc 11.14-23; 12.10)
22Llevaron a Jesús un hombre endemoniado, que estaba ciego y mudo, y Jesús le devolvió la vista y el habla.#12.22 Mt 9.32-33. 23Todos se preguntaban asombrados:
–¿Será este el Hijo de David?#12.23 Hijo de David: título del Mesías (véase Mt 1.1 n.).
24Al oirlo, los fariseos dijeron:
–Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre el poder de expulsarlos.#12.24 Mt 9.34; 10.25. Beelzebú: nombre dado al diablo como jefe de los espíritus malos; se deriva del hebreo Baal-zebub (2 R 1.2-3), nombre despectivo (“señor de las moscas”) con que los hebreos llamaban al dios cananeo Baal.
25Jesús, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: “Toda nación dividida en bandos enemigos se destruye a sí misma, y una ciudad o una casa dividida en bandos no puede mantenerse. 26Por lo tanto, si Satanás expulsa a Satanás, contra sí mismo se ha dividido. ¿Cómo, pues, mantendrá su poder? 27Vosotros decís que yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú; pero si es así, ¿quién da a vuestros seguidores el poder para expulsarlos?#12.27 Había exorcistas judíos que practicaban la expulsión de demonios (cf. Hch 19.13). Por eso, ellos mismos demuestran que estáis equivocados. 28Pero si yo expulso a los demonios por el poder del Espíritu de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros.
29“¿Cómo podrá entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si antes no lo ata? Solamente así podrá robárselos.#12.29 Is 49.24-26.
30“El que no está conmigo, está contra mí;#12.30 Mc 9.40; Lc 9.50. y el que conmigo no recoge, desparrama.
31“Por eso os digo que Dios perdonará a los hombres todos los pecados y todo lo malo que digan, pero no les perdonará que con sus palabras ofendan al Espíritu Santo. 32Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre; pero a quien hable contra el Espíritu Santo no le perdonará ni en este mundo ni en el venidero.#12.31-32 Mc 3.28-29; Lc 12.10. Sobre el llamado “pecado imperdonable”, véase Mc 3.30 n.
El árbol se conoce por su fruto
(Lc 6.43-45)
33“O dais por bueno el árbol y por bueno el fruto, o dais por malo el árbol y por malo el fruto, pues por el fruto se conoce el árbol.#12.33 Mt 7.20; Lc 6.44; cf. Eclo 27.6. 34¡Raza de víboras!,#12.34 Mt 3.7; 23.33; Lc 3.7. ¿cómo podéis decir cosas buenas, si sois malos? ¡De lo que rebosa el corazón, habla la boca!#12.34 Mt 15.18; Lc 6.45. 35El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él. 36Y yo os digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado. 37Pues por tus palabras serás juzgado, y por tus palabras serás declarado inocente o culpable.”
Algunos piden una señal milagrosa
(Mc 8.11-13; Lc 11.29-32)
38Algunos de los fariseos y maestros de la ley dijeron entonces a Jesús:
–Maestro, queremos verte hacer alguna señal milagrosa.#12.38 Mt 16.1; Mc 8.11; Lc 11.16; Jn 6.30. Señal milagrosa: algún milagro que demostrara la autoridad de Jesús como Mesías.
39Jesús les contestó:
–Esta gente malvada e infiel#12.39 Mt 16.4; Mc 8.12. Infiel: La infidelidad conyugal aparece en el AT como símbolo de la infidelidad a Dios. Cf. Jer 3.20; véase Os 1.2 nota f. pide una señal milagrosa, pero no se le dará más señal que la del profeta Jonás. 40Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez,#12.40 Jon 1.17. así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la tierra. 41Los habitantes de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se convirtieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás,#12.41 Jon 3.5. y lo que hay aquí#12.41 Lo que hay aquí (en vs. 41 y 42): La expresión griega es de género neutro; véase 12.6 n. es más que Jonás. 42También en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón,#12.42 1 R 10.1-10; 2 Cr 9.1-12. y lo que hay aquí es más que Salomón.
El regreso de un espíritu impuro
(Lc 11.24-26)
43“Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, anda por lugares desiertos#12.43 Se consideraba que los demonios habitaban especialmente en los lugares desiertos o secos. en busca de descanso; y, si no lo encuentra, 44piensa: ‘Me volveré a mi casa, de donde salí.’ Al llegar, encuentra la casa desocupada, barrida y arreglada. 45Entonces va y reúne otros siete espíritus peores que él, y todos juntos se meten a vivir en aquel hombre, que al final queda peor que al principio.#12.45 2 P 2.20. Eso mismo le va a suceder a esta gente malvada.”
La madre y los hermanos de Jesús
(Mc 3.31-35; Lc 8.19-21)
46Todavía estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos,#12.46 En griego, como en castellano, la palabra hermanos se refiere en primer lugar a personas que son hijas de los mismos padres; sin embargo, en las lenguas bíblicas (hebreo, arameo y griego), la palabra puede referirse en algunas ocasiones a personas unidas por otros grados de parentesco. (Cf. Mt 13.55-56; Mc 3.31-32; 6.3; Lc 8.19-20; Jn 2.12; 7.3,5; Hch 1.14; 1 Co 9.5.) que querían hablar con él. Como se quedaron fuera, 47alguien avisó a Jesús:
–Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo.#12.47 Algunos mss. omiten el v. 47.
48Pero él contestó al que le llevó el aviso:
–¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
49Y señalando a sus discípulos, añadió:
–Estos son mi madre y mis hermanos. 50Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.#12.50 Cf. Ro 8.29.
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Sociedad Bíblica de España