Rut 2
2
3. RUT EN EL CAMPO DE BOOZ
(2.1-23)
Rut en el campo de Booz
1Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz.
2Un día Rut, la moabita, dijo a Noemí:
—Te ruego que me dejes ir al campo a recoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia.
—Vé, hija mía —le respondió ella.
3Fue, pues, y al llegar, se puso a espigar en el campo tras los segadores. Y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el pariente de Elimelec. 4Llegaba entonces Booz de Belén, y dijo a los segadores:
—Jehová sea con vosotros.
—Jehová te bendiga —le respondieron ellos.
5Luego Booz le preguntó a su criado, el encargado de los segadores:
—¿De quién es esta joven?
6El criado encargado de los segadores respondió:
—Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab. 7Me ha dicho: “Te ruego que me dejes espigar y recoger tras los segadores entre las gavillas.” Entró, pues, y ha estado trabajando desde la mañana hasta ahora, sin descansar ni un solo momento.
8Entonces Booz dijo a Rut:
—Oye, hija mía, no te vayas, ni recojas espigas en otro campo; te quedarás aquí junto a mis criadas. 9Mira bien el campo que sieguen y síguelas; pues he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados.
10Entonces ella, bajando su rostro, se postró en tierra y le dijo:
—¿Por qué he hallado gracia a tus ojos para que me favorezcas siendo yo extranjera?
11Booz le respondió:
—He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y cómo has dejado a tu padre y a tu madre, y la tierra donde naciste, para venir a un pueblo que no conocías. 12Que Jehová te recompense por ello, y que recibas tu premio de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.
13Ella le dijo:
—Señor mío, me has mostrado tu favor y me has consolado; has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni siquiera como una de tus criadas.
14A la hora de comer Booz le dijo:
«Ven aquí, come del pan, y moja tu bocado en el vinagre.»
Se sentó ella junto a los segadores, y él le dio del guiso; comió hasta quedar satisfecha y aun sobró. 15Cuando se levantó para seguir espigando, Booz ordenó a sus criados:
«Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis; 16dejaréis también caer para ella algo de los manojos; dejadlo para que lo recoja, y no la reprendáis.»
17Espigó, pues, en el campo hasta la noche, y cuando desgranó lo que había recogido, era como un efa de cebada. 18Lo tomó y se fue a la ciudad, y su suegra vio lo que había espigado. Luego sacó también lo que le había sobrado después de haber quedado satisfecha, y se lo dio.
19Su suegra le preguntó:
—¿Dónde has espigado hoy? ¿Dónde has trabajado? ¡Bendito sea el que te ha favorecido!
Ella contó a su suegra con quién había trabajado, y añadió:
—El hombre con quien he trabajado hoy se llama Booz.
20Dijo entonces Noemí a su nuera:
—¡Bendito de Jehová, pues que no ha negado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto!
—Ese hombre es pariente nuestro, uno de los que pueden redimirnos —añadió.
21Rut la moabita siguió diciendo:
—Además de esto me pidió: “Quédate con mis criadas, hasta que hayan acabado toda mi cosecha.”
22Respondió Noemí a su nuera Rut:
—Mejor es, hija mía, que salgas con sus criadas, y que no te encuentren en otro campo.
23Estuvo espigando, pues, junto con las criadas de Booz, hasta que se acabó la cosecha de la cebada y la del trigo. Y mientras, seguía viviendo con su suegra.
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Rut 2: RVR95
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Texto: Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblica Unidas, 1995.
Notas: Notas de Estudio Reina-Valera 95 © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995.
Rut 2
2
Rut trabaja en el campo de Booz
1Había en Belén un hombre rico y muy influyente llamado Booz que era pariente de Elimelec, el esposo de Noemí.
2Un día Rut la moabita le dijo a Noemí:
—Déjame ir a los campos de cosecha a ver si alguien en su bondad me permite recoger las espigas de grano dejadas atrás.
Noemí respondió:
—Está bien, hija mía, puedes ir.
3Así que Rut salió a recoger espigas detrás de los cosechadores, y resultó que lo hizo en un campo que pertenecía a Booz, el pariente de su suegro, Elimelec.
4Mientras estaba allí, llegó Booz de Belén y saludó a los cosechadores:
—¡El Señor sea con ustedes! —les dijo.
—¡El Señor lo bendiga! —respondieron los cosechadores.
5Entonces Booz le preguntó a su capataz:
—¿Quién es esa joven que veo allá? ¿De quién es?
6Y el capataz le contestó:
—Es la joven moabita que volvió con Noemí. 7Esta mañana me pidió permiso para recoger grano detrás de los segadores. Desde que llegó no ha dejado de trabajar con esmero, excepto por unos momentos de descanso en el refugio.
8Booz se acercó a Rut y le dijo:
—Escucha, hija mía. Quédate aquí mismo con nosotros cuando recojas grano; no vayas a ningún otro campo. Sigue muy de cerca a las jóvenes que trabajan en mi campo. 9Fíjate en qué parcela están cosechando y síguelas. Advertí a los hombres que no te traten mal. Y cuando tengas sed, sírvete del agua que hayan sacado del pozo.
10Entonces Rut cayó a sus pies muy agradecida.
—¿Qué he hecho para merecer tanta bondad? —le preguntó—. No soy más que una extranjera.
11—Sí, lo sé —respondió Booz—; pero también sé todo lo que has hecho por tu suegra desde la muerte de tu esposo. He oído que dejaste a tu padre y a tu madre, y a tu tierra natal, para vivir aquí entre gente totalmente desconocida. 12Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas viniste a refugiarte, te recompense abundantemente por lo que hiciste.
13—Espero continuar siendo de su agrado, señor —respondió ella—. Usted me consoló al hablarme con tanta bondad, aunque ni siquiera soy una de sus trabajadoras.
14Después, a la hora de comer, Booz la llamó:
—Ven aquí y sírvete de la comida. Puedes mojar tu pan en el vinagre.
De modo que Rut se sentó junto a los cosechadores, y Booz le dio a comer grano tostado. Ella comió todo lo que quiso y hasta le sobró.
15Cuando Rut regresó a trabajar, Booz ordenó a sus trabajadores:
—Déjenla recoger espigas aun entre las gavillas, y no se lo impidan. 16Además, arranquen de los manojos algunas espigas de cebada y déjenlas caer a propósito. ¡Permítanle recogerlas y no la molesten!
17Así que Rut recogió cebada allí todo el día y cuando la desgranó por la tarde, llenó toda una canasta.#2:17 En hebreo tarde, fue como un efa [22 litros o 20 cuartos]. 18Luego la cargó de vuelta al pueblo y la mostró a su suegra. También le dio el grano tostado que le había sobrado de su comida.
19—¿Dónde recogiste todo este grano hoy? —preguntó Noemí—. ¿Dónde trabajaste? ¡Que el Señor bendiga al que te ayudó!
Entonces Rut le contó a su suegra acerca del hombre en cuyo campo había trabajado. Le dijo:
—El hombre con quien trabajé hoy se llama Booz.
20—¡Que el Señor lo bendiga! —le dijo Noemí a su nuera—. Nos muestra su bondad no solo a nosotras, sino también a tu marido que murió.#2:20 En hebreo a los vivos y a los muertos. Ese hombre es uno de nuestros parientes más cercanos, uno de los redentores de nuestra familia.
21Entonces Rut#2:21 En hebreo Rut la moabita. dijo:
—Es más, Booz me dijo que volviera y me quedara con sus trabajadores hasta que termine la cosecha.
22—¡Excelente! —exclamó Noemí—. Haz lo que te dijo, hija mía. Quédate con las jóvenes hasta que termine la cosecha. En otros campos podrían molestarte, pero con él estarás segura.
23De modo que Rut trabajó junto a las mujeres en los campos de Booz y recogió grano con ellas hasta el final de la cosecha de cebada. Luego siguió trabajando con ellas durante la cosecha de trigo, a comienzos del verano. Y todo ese tiempo vivió con su suegra.
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Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, copyright © 2010 by Tyndale House Foundation. Used by permission of Tyndale House Publishers, a Division of Tyndale House Ministries, Carol Stream, Illinois 60188. All rights reserved.