YouVersion Logo
Search Icon

Josué 9:3-22

Josué 9:3-22 NVI

Los gabaonitas, al darse cuenta de cómo Josué había tratado a las ciudades de Jericó y de Hai, maquinaron un plan. Enviaron mensajeros, cuyos asnos llevaban costales viejos y odres para el vino, rotos y remendados. Iban vestidos con ropa vieja y tenían sandalias gastadas y remendadas. El pan que llevaban para comer estaba duro y hecho migas. Fueron al campamento de Guilgal donde estaba Josué y dijeron a él y a los israelitas: —Venimos de un país muy lejano. Queremos hacer un tratado con ustedes. Los israelitas replicaron: —Tal vez ustedes son de por acá y en ese caso, no podemos hacer ningún tratado con ustedes. Ellos dijeron a Josué: —Nosotros estamos dispuestos a servirles. Y Josué preguntó: —¿Quiénes son ustedes y de dónde vienen? Ellos respondieron: —Nosotros somos sus siervos y hemos venido de un país muy distante, hasta donde ha llegado la fama del SEÑOR su Dios. Nos hemos enterado de todo lo que él hizo en Egipto y de lo que hizo a los dos reyes amorreos al este del Jordán: Sijón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, el que residía en Astarot. Por eso los habitantes de nuestro país, junto con nuestros jefes, nos dijeron: “Tomen provisiones para el largo viaje, vayan a su encuentro y díganles: ‘Deseamos ser siervos de ustedes; hagamos un tratado’ ”. Cuando salimos para acá, nuestro pan estaba fresco y caliente, pero ahora, ¡mírenlo! Está duro y hecho migas. Estos odres estaban nuevos y repletos de vino, y ahora, tal como pueden ver, están todos rotos. Y nuestra ropa y sandalias están gastadas por el largo viaje. Los hombres de Israel participaron de las provisiones de los gabaonitas, pero no consultaron al SEÑOR. Entonces Josué hizo con ellos un tratado de ayuda mutua y se comprometió a perdonarles la vida. Y los jefes israelitas ratificaron el tratado. Tres días después de haber hecho el tratado con los gabaonitas, los israelitas se enteraron de que eran sus vecinos y vivían en las cercanías. Por eso se pusieron en marcha y al tercer día llegaron a sus ciudades: Gabaón, Cafira, Berot y Quiriat Yearín. Pero los israelitas no los atacaron porque los jefes de la comunidad les habían jurado en nombre del SEÑOR, Dios de Israel, perdonarles la vida. Y aunque toda la comunidad se quejó contra sus jefes, estos contestaron: —Hemos hecho un juramento en nombre del SEÑOR, Dios de Israel, y no podemos hacerles ningún daño. Esto es lo que haremos con ellos: les perdonaremos la vida, para que no caiga sobre nosotros el castigo divino por quebrantar el juramento que hicimos. Luego añadieron: —Se les permitirá vivir, pero a cambio de ser los leñadores y aguateros de la comunidad. De ese modo, los jefes de la comunidad cumplieron su promesa. Entonces Josué llamó a los gabaonitas y les reclamó: —¿Por qué nos engañaron con el cuento de que eran de tierras lejanas, cuando en verdad son nuestros vecinos?

YouVersion uses cookies to personalize your experience. By using our website, you accept our use of cookies as described in our Privacy Policy