El rey del norte enviará su ejército y profanarán el templo y a los que adoran en Jerusalén. No permitirá el sacrificio diario. Entonces llevarán ahí la abominación que causa destrucción.
»El rey del norte utilizará sus halagos y mentiras para aprovecharse de los que violan el pacto sagrado. En cambio, los que sí conocen a Dios seguirán firmes en cumplir con el pacto.