De la misma manera, después de comer, levantó la copa de vino y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto entre Dios y su pueblo, que es sellado con mi sangre. Cuando beban el vino de esta copa, háganlo para recordarme». Cada vez que coman de este pan y beban de este vino, estarán anunciando la muerte del Señor hasta que él regrese.