Manantial de vidaMfano

Dios es bueno.

Tres cosas se dicen de Dios:  que es bueno, que es fortaleza en el día de la angustia y que conoce a los que confían en Él.

Al ser un Dios bueno, Él desea el bien para sus criaturas, por eso envió a su Hijo Jesucristo para salvar a los que en Él creen. En cuanto a que es fortaleza en el día de angustia, lo vemos salvando a su pueblo de pestes, de guerras y de opresiones. Este Dios bueno y que salva también conoce a los que son de su redil, a los que han puesto su confianza en Él. El Señor Jesús dijo:

“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocieron ”(Jn. 10:14).

Usted que está leyendo, ¿es oveja del Señor?, ¿ha abierto su corazón a Cristo? Si es así, usted es la persona más bienaventurada, pues puede disfrutar de la bondad de Dios, puede estar seguro de que le librará en el día de la prueba y puede tener la certeza de que nunca le va a rechazar porque Él es su Padre. Si, por el contrario, no es hijo o hija de Dios, ¿por qué no abre hoy su corazón a Cristo? Él le ama de gran manera, Él fue herido por nuestras rebeliones, fue molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él y por su llaga nosotros fuimos curados. Abra su corazón a Jesucristo, será la mejor decisión que haya tomado en su vida.