Llamar a Dios.

Conectar con Él, demanda de nosotros tiempo de calidad.

Seguramente muchas veces hemos buscado a Dios sólo en emergencias. Lo peor de esto es que en medio de esa situación, hasta llegamos a creer que no nos atiende.

El desafío de estos 3 días es provocar que te atrevas a vivir conectado con Dios en todo momento, incluso en los buenos. Sobre todo cuando pases por valles de sombra y de muerte, dónde, como dijo el Salmista: No temeré mal alguno porque Dios está conmigo.

Al estar conectados con Dios, hace que pasemos procesos victoriosos y confiados para Su gloria.

Cada día tenemos la oportunidad de estar en armonía con Su presencia que en nosotros se convertirá en el hábito más poderoso de nuestra vida. Es el que hará que la vida tenga el éxito que añoramos porque en Su presencia están los beneficios que el mundo no nos dará.

Hoy abraza el secreto de tu vida: una llamada a Dios, cambia la vida y altera de manera esperanzadora todo lo que tengas que abordar en tu diario vivir.

Oración:

Padre, gracias por estar accesible y darme la libertad de acercarme a Tu presencia.

Hoy quiero vivir en Tu presencia.

Hoy quiero llamarte más que nunca.

Hoy se trata de Ti, para recibir y vivir bajo tu paz, confianza, seguridad …

Perdóname, por dejar en otro plano mi comunicación Contigo, decido que serás mi contacto y prioridad cada día.

Gracias por amarme, y por llamarme con lazos de amor.

Hoy clamo a Ti y sé que me enseñarás cosas grandes y ocultas que no conozco.

Oro con confianza y en clamor.

Gracias por atenderme, amén.

Te dejamos un gran abrazo,

LeaderFe