Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Resentidos en Silencio: Cuando La Enfermedad Sacude La FeMuestra

Resentidos en Silencio: Cuando La Enfermedad Sacude La Fe

DÍA 5 DE 5

¿Y si tus cicatrices son la voz que otro necesita escuchar?

El propósito de Dios no se detiene por la enfermedad; al contrario, puede ser el terreno fértil donde más florezca su plan en tu vida. Cada proceso difícil lleva escondido un propósito: formar carácter y dar testimonio de la fidelidad de Dios.

En este último día de nuestro caminar juntos, te invito a que ya no veas más las situaciones que el Señor permite en tu vida como piezas aisladas, sino que al vivir constantemente llenos del Espíritu Santo, el Señor nos regala su visión para poder ver toda circunstancia con un propósito mayor.

Es ahí cuando ya no vemos piezas dispersas en desorden, sino que todo lo que quizás conllevó tanto tiempo, incluso años en formarse en tu vida, tan solo fue el propósito de Dios preparándote para este tiempo y el venidero.

Observa ejemplos de fe como los de Moisés, José, Pablo, entre tantos otros, que en medio de largos procesos entendieron que nada había sido en vano. El Señor está uniendo todas las piezas en el diseño perfecto de su obra en ti, para la gloria de su nombre y para que también seas instrumento de restauración para otros.

Una Oración que Marcó mi Sanidad

El día que verdaderamente descubrí que había ocurrido una transformación de sanidad en mí, fue el día en que pude orar de corazón lo siguiente:

“Padre, mi vida es completamente tuya. Impregna el carácter de Cristo en mí para que pueda vivir el propósito que tu escribiste de mí desde la eternidad. Seguiré orando por mi sanidad, creyendo que nada es imposible para ti.
No me conformo vivir con la enfermedad, sin embargo, he entendido que mientras espero ese milagro, elijo vivir en gozo y en el centro de tu propósito a lo que me has llamado; así como lo hizo Pablo también.
Amaré obedecer tu voluntad, con o sin enfermedad, pues he visto cómo has fortalecido mi carácter para caminar en tu propósito con firmeza y determinación.
Ahora ya no me resiento, sino que puedo decir como Job: ¡de oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven! (Job 42:5). ¡Bendito sea el camino roto que me llevó hasta ti para conocerte en profundidad! ¡Gracias Señor!”

Quizás esta oración pueda parecer disruptiva para algunos porque se pudiera percibir que aceptar la enfermedad es derrota o falta de fe. Yo también lo pensaba hasta que me tocó cruzar el Jordán de este proceso. Entonces comprendí que...

Solo un corazón sanado por Dios puede ver y entender el verdadero milagro en medio de lo que parecía un camino roto y sin esperanza.

Aceptar una nueva realidad no es rendirse, es afirmar que nuestra identidad no está definida por la enfermedad, sino por Cristo. Es una de las decisiones de fe más significativas, que junto a la armadura de Dios, protegerá tu mente y corazón contra las mentiras del enemigo.

Como hijos, estamos sentados con Él en lugares celestiales: herederos, respaldados por su autoridad y llamados a un propósito eterno. Esa autoridad no elimina el dolor de inmediato, pero nos libra de vivir en derrota y nos permite caminar en gozo, dar testimonio y cumplir la misión que Dios nos encomendó, con o sin enfermedad. ¡Aleluya!

Reflexiona

¿Qué parte de tu historia crees que Dios está usando como plataforma para testimonio y restauración de otros?

¿Cómo elegirás vivir tu fe ahora que has experimentado sanidad en el corazón?

Oración

Escucha esta oración y permite que el Señor ministre tu corazón en rendición a Él.

Oramos que este plan haya sido de bendición a tu vida y fortalecido tu fe. Si lo deseas, puedes conectarte con nosotros visitando nuestra página: Redireccionados

¡Gracias y bendiciones!

Acerca de este Plan

Resentidos en Silencio: Cuando La Enfermedad Sacude La Fe

Este plan está dirigido a quienes su vida dio un giro drástico a causa de una enfermedad que los obligó a enfrentar un antes y un después, redirigiendo su camino. Tal vez has guardado en silencio un resentimiento hacia Dios, temiendo lo que pensarán si lo expresas. Sin embargo, sigue esa pregunta dentro de ti: ¿por qué tuvo que ser así? Permite que el Espíritu Santo te acompañe para confrontarte en amor y sanar, en lugar de reprimir el dolor. Que este sea un tiempo de restauración o medicina preventiva para cuidar tu corazón y mantenerlo sano delante del Padre.

More

Nos gustaría agradecer a Redireccionados por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.facebook.com/redireccionados