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Conocer a Dios: Desde El Edén Hasta La Eternidad

DÍA 3 DE 5

Día 3: El Dios que se Hace Visible

Título del devocional: El Rostro del Padre Revelado

Durante siglos, los hombres imaginaron a Dios como un misterio lejano: fuego, nube, truenos, silencio. Pero el misterio decidió tener rostro.
El Dios invisible se hizo visible. No para que lo adoraran desde lejos, sino para que lo conocieran de cerca.

Jesús no vino a fundar una nueva religión; vino a derribar las paredes que la religión había levantado.
Cuando dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9), estaba rompiendo siglos de distancia. Ya no tenías que subir al monte, ni esperar al sacerdote, ni esconderte tras sacrificios. Dios había bajado. Caminaba entre los hombres con voz humana, lágrimas reales y manos que sanaban lo que la culpa había quebrado.

En Jesús, el Dios del Edén volvió a caminar entre nosotros.
Cuando perdonó a una mujer acusada, el cielo nos mostró su justicia verdadera: una que no condena, sino que restaura.
Cuando tocó a un leproso, el cielo nos mostró su compasión: un amor que no teme ensuciarse para limpiar.
Y cuando fue clavado en una cruz, el cielo nos mostró su corazón: un amor tan puro que eligió sufrir antes que perderte.

Ese es el rostro del Padre.
El Dios que no exige perfección, sino cercanía.
El Dios que no manda desde el trono, sino que ama desde la tierra.

Por eso Jesús dijo también:

“y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” (Mateo 11:27)

El conocimiento de Dios no se conquista; se recibe.
No se aprende solo con la mente, sino con el corazón rendido.

Ver a Jesús es ver la esencia misma de Dios: un amor que no negocia, una verdad que no impone, una gracia que transforma. La teología puede describirlo, pero solo la comunión puede conocerlo.

Él no vino a darnos un mapa al cielo.
Vino a mostrarnos que el cielo empieza cuando reconoces Su rostro en el tuyo.

Versículo de memorización:

“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” — Juan 14:9 (NVI)

Preguntas para reflexión y aplicación:

  1. ¿Cómo cambiaría tu relación con Dios si dejaras de verlo como un juez distante y lo vieras como el Padre revelado en Jesús?
  2. ¿Qué imagen distorsionada de Dios necesitas soltar para ver el verdadero rostro del Padre?

Acerca de este Plan

Conocer a Dios: Desde El Edén Hasta La Eternidad

Este plan de 5 días es un viaje para quienes buscan más que religión: relación. Descubrirás que la vida eterna no es un destino, sino caminar con Dios aquí y ahora. Desde el Edén hasta la eternidad, aprenderás que Él no quiere devoción distante, sino comunión profunda. No se trata de saber sobre Él, sino de conocer Su corazón y vivir desde esa cercanía transformadora.

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Nos gustaría agradecer a Giovanni Abadia Montoya por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/elgio.co?igsh=NHB6MWpmNGViODkx&utm_source=qr