Instruye Al Niño en Su CaminoMuestra

El Círculo de la Bendición

Como padres, todos queremos lo mismo: que a nuestros hijos les vaya bien. Que tengan una vida plena, protegida, con propósito. Pero a veces olvidamos que Dios ya reveló el camino para eso, un camino que no empieza en la universidad, ni en los talentos, ni en las oportunidades… sino en el corazón.

La Biblia lo llama obediencia y honra. Y aunque estas palabras suenen antiguas, están cargadas de vida. Cuando Pablo cita este mandamiento en Efesios 6, no está dando un consejo religioso: está recordando un principio espiritual eterno. Los hijos que obedecen y honran viven bajo la bendición de Dios.

Honrar no es solo “hacer caso”. Es reconocer autoridad con amor. Obedecer no es perder libertad, es aprender a caminar bajo cobertura. Y cuando un hijo entra en ese diseño, la bendición no es mística: es visible. Hay estabilidad, paz, dirección, puertas abiertas. No porque los padres sean perfectos, sino porque Dios respalda el orden que Él estableció.

Y aquí viene lo más hermoso: este principio no depende de que el mundo funcione bien, sino de que la familia funcione bajo Dios. Si nuestros hijos aprenden a honrar a los padres que ven, estarán preparados para honrar al Dios que no ven.

“La obediencia abre puertas. La honra las mantiene abiertas.”

🙏Oración final

Señor, gracias porque no dejaste la crianza a la suerte, sino que nos diste un camino claro. Enséñame a modelar obediencia y honra para que mis hijos puedan vivir dentro de Tu bendición. Que mi casa sea un lugar donde Tu orden trae paz y Tu verdad trae vida. Amén.