Instruye Al Niño en Su CaminoMuestra

Entrena al Niño

Como padres, a veces pensamos que hablar es suficiente, pero la Biblia no nos llama solo a decirle cosas a nuestros hijos, sino a entrenarlos. Entrenar es caminar con ellos. Es repetir, modelar, corregir, acompañar y amar. Es enseñar el camino… mientras lo recorremos juntos.

“Dios no nos entrena con gritos, sino con gracia.” Él no se limita a señalarnos lo incorrecto; nos muestra lo correcto, nos recuerda quiénes somos, nos exhorta con amor y nos forma con paciencia. Ese es el modelo para entrenar a nuestros hijos: la verdad firme, pero envuelta en amor constante.

Entrenar no es controlar. No es presionar. No es empujar. Es sembrar hoy lo que ellos necesitarán mañana, aunque hoy no lo entiendan. Por eso Proverbios 22:6 no es un versículo mágico, es un llamado a la constancia. Lo que se entrena con amor, deja huella. Lo que solo se exige, deja heridas.

A veces sentiremos que repetimos lo mismo mil veces. A veces creeremos que nada cambia. Pero Hebreos 12:11 nos recuerda que “al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia.”
El entrenamiento no funciona en un día. Forma vida en una vida.

“Corregir es necesario, pero entrenar es transformador.”

🙏Oración final

Padre, ayúdame a no cansarme de entrenar a mis hijos. Que mis palabras formen, que mi ejemplo enseñe y que mi amor los sostenga. Enséñame a hablar a su corazón, no solo a su conducta. Dame tu paciencia, tu ternura y tu verdad. Amén.