El Precio De La Espera, El Premio De La PacienciaMuestra

Árbol de Vida (El Premio)

Gracias a Dios porque te ha permitido llegar al último día de este plan. Espero que el Señor te esté mostrando algo para tu vida y puedas avanzar en ello. Concluyamos.

El último paso de este proceso es: Cosechar.

Cuando el fruto está listo y maduro, se recolecta. Es la parte más emocionante aquí se disfruta el resultado de todo el trabajo y la espera.

Nuestro Señor es fiel y cumple sus promesas conforme a su voluntad, en el momento y en la manera que él desea, y siempre, siempre, procurando nuestro bien en ello.

Retomemos nuestro versículo principal: “La esperanza que se demora es tormento del corazón, pero árbol de vida es el deseo cumplido.” (Pr 13:12).

Si fuiste fiel en la siembra y el cuidado, el día de la cosecha llegó. Mira atrás, recuerda el tormento inicial cuando depositaste tu petición con dolor. Seguramente en algún punto sufriste y lloraste porque no veías tu anhelo cumplido, pero si en ese proceso también cumpliste con la voluntad de Dios, si mostraste un corazón humilde y obediente, ahora podrás gozarte con el fruto de ese esfuerzo. Dice Salmos 126:5: Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. El tormento inicial se ha transformado en regocijo.

Amigo mío, alégrate, si Dios te ha concedido tu petición, gózate, no por tus méritos, porque, aunque sin duda hiciste bien tu parte y fuiste fiel a la voluntad de Dios, es por la gracia de nuestro Dios, por su amor y fidelidad que has recibido eso que tanto anhelabas. ¡Alégrate! “...pero árbol de vida es el deseo cumplido”, así de hermoso termina esta porción. Nos sentiremos vivos, nos regocijaremos, nos llenaremos de vida, felicidad al recibir lo que le pedimos a Dios. Eso por lo que nos vimos atormentados ahora es felicidad, esa es la promesa: De tormento a vida.

Agradece a Dios. Un corazón agradecido habla de un corazón humilde y dependiente de Dios. Es nuestro Señor quien hace posible todo y no necesita sacrificios ni cosa alguna a cambio, pero si se alegra con un corazón agradecido. “Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salvación”. (Sal 118:21)

No dejes de hacer lo que has venido haciendo, persevera, sigue, continúa, porque, aunque hayas alcanzado la promesa de Dios de lo que tanto anhelabas, tu vida sigue, la carrera continúa y el Señor quiere seguir trabajando en tu vida, quiere perfeccionarte aún más, ya te mostró su gracia, sé fiel a él en todo y por todo y déjate moldear por nuestro Dios. “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Fil 1:6). El Señor es bueno.

Que el Señor te permita preparar tu vida para entregarte eso que tanto anhelas, que te mantengas fiel a la voluntad del Señor, cuides tu vida aferrándote a su Palabra y te alegres con las promesas cumplidas de parte del Señor, sé agradecido, persevera y deja que el Señor siga perfeccionándote todos los días. Que el Señor te bendiga.

Más planes en EsaVocecita