La Gracia Abunda: Esperanza Y Sanidad Para El Abuso SexualMuestra

La pureza

El ataque sexual es una de las principales formas que tiene el enemigo para distorsionar el diseño original de Dios para la intimidad sexual. Por mucho tiempo sentí que nunca iba a poder ser limpia o pura otra vez. El abusador robó mi inocencia y luché con el pensamiento de que nunca iba a volver a ser pura. Me daba duchas muy largas y me refregaba la piel, pero todavía me sentía sucia. Hice promesas en la iglesia esperando que la religión me limpiara, pero seguí sintiéndome impura.

¡La obra completa de Jesús en la cruz me da esperanza y sanidad para mi pureza! El apóstol Pablo dice en Colosenses que, debido al sacrificio de Cristo, te puedes presentar delante de Dios como pueblo santo, sin culpa y sin reproche. Dios te viste con vestiduras de salvación y te viste con su justicia como una novia se adorna con joyas. Como ves, no importa lo que haya pasado, ¡eres pura por Cristo!

No sólo la pureza pertenece a tu pasado, sino que también se aplica a tu futuro. Para vivir en pureza debes recordar que tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo y le pertenece a Dios. El cuidado de tu cuerpo implica hacer morir la naturaleza carnal y revestirte de amor, perdón, compasión, gentileza, humildad, bondad y paciencia.

Cuando te acercas a un Dios santo, empiezas a dejar atrás todo lo que contamina o trae confusión a tu identidad en Cristo. El Espíritu Santo transforma tu forma de pensar, lo que eliges para entretenerte y la gente que te acompaña para hacerte más y más como Jesús.

Recuerda las promesas de Dios para darte perdón, amor y pureza. Aunque la meta del enemigo sea el engaño, ¡Dios usa la experiencia para pulirte como un instrumento elegido para Su gloria!

Querido Padre Celestial,

Gracias por Tu sabiduría y Tu apoyo durante el camino hacia la sanidad. Dale a la mujer que está leyendo esto el deseo dentro de su corazón de vivir una vida pura. Dale las herramientas para combatir las mentiras que el enemigo usa para tenerla atrapada en la impureza. Tú eres un Padre de verdad y de libertad. Permite que la paz y la protección de Tu Santo Espíritu la guíen en el camino de la pureza, un paso y un día a la vez. Gracias por Tu bondad y Tu gracia. Oro en el nombre de Tu Hijo, Jesús. Amén.