La Gracia Abunda: Esperanza Y Sanidad Para El Abuso SexualMuestra

Los límites

¿Cómo empiezas a poner límites cuando el trauma sexual agrede lo más interno de tu ser? Por mucho tiempo, estuve abrumada y frustrada porque no tenía la respuesta a esa pregunta. ¿Te has sentido igual?

Uno de los primeros pasos para establecer límites saludables fue conocer mi identidad en Cristo. Comprender mi valor como hija de Dios me dio el coraje para establecer y mantener límites saludables en las relaciones con los demás. Tenía temor que al establecer expectativas claras esto produciría una división entre mi familia y mis amigos. A pesar de esto, una respuesta firme: NO, fue lo que cambió los comportamientos incorrectos y me permitió volver a confiar en Dios, en los demás y en mí misma.

No todos entendieron o apoyaron mis cambios. Algunos se habían acostumbrado a los comportamientos y perspectivas anteriores. Al crear nuevos límites se originó el conflicto. Algunas personas quedaron heridas y perdí algunas relaciones. Esta situación de establecer límites fue muy difícil de atravesar; ¡pero no estaba sola! Deuteronomio 31:8 (RVR1960) dice “Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.”

Fui testigo de la increíble fidelidad de Dios al restaurar algunas relaciones. El permitió la separación, a veces, para desarrollar la comprensión, el amor y el perdón de Dios entre nosotros. Con algunas de esas relaciones Dios proveyó la reconciliación, pero con otras no lo hizo y quizás nunca lo hará. Solo Dios sabía qué relaciones eran buenas para mí y confié en Él para que Él tomara esa decisión.

Con el tiempo, Dios puede restaurar, renacer y reconciliar tus relaciones. Medita en el devocional anterior sobre la identidad hasta que la Escritura capture tu corazón. Recuerda que el amor del SEÑOR por ti es eterno y tú eres redimida. Cuando hayas comprendido quién eres, el establecer nuevos límites va a darle a tu corazón el espacio necesario para sanar. ¡Esta transformación es una demostración gloriosa de cómo Dios cambia tus cenizas por esplendor!

Querido Padre Celestial,

Gracias por ser SEÑOR y amigo de los sobrevivientes que están pasando por el proceso de la sanidad. Dale fortaleza con tu Espíritu a la mujer que quiere llorar y darse por vencida. Ayúdale a establecer límites sanos y a mantenerlos cuando haya un conflicto. Dale la sabiduría para atravesar los próximos obstáculos. ¡Tú eres nuestro Libertador y el Estandarte de Victoria! Oro en el nombre de Jesús. Amén.