Cuando Un Hijo Muere… ¡Sigue VIVO!Muestra

Día 2. Una nueva realidad

La palabra de Dios dice: "Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento" (Eclesiastés 7:1 RVR1960), “Del Señor vienen la muerte y la vida” (1 Samuel 2:6, NVI). Esto nos revela que Dios conoce nuestro tiempo en este mundo (Job 14:5-7), valora la partida de Sus fieles (Salmo 116:15) y llama bienaventurados a quienes mueren en Él (Apocalipsis 14:13).

Conocer la manera en que Dios piensa de la muerte y compararla con la manera en que nosotros pensamos o nos han enseñado, rompe con nuestra estructura mental, aquí debemos hacer un pare y determinar cómo ver la muerte en este momento de dolor y sufriumiento, ¿con los ojos de Dios o con los ojos del mundo?, si creemos lo que dice el mundo, tendremos una paz pasajera; pero si decidimos creerle al Señor, tendremos Su paz, esa que sobrepasa todo entendimiento (Juan 14:27).

Recordemos que en nuestras fuerzas no podemos, no tenemos el control ni la potestad para cambiar el orden de Dios, lo que sí podemos hacer es disponer nuestro corazón al Señor, confiar en Sus promesas, entregarle el control total de nuestra vida y permitir que nos ayude a ver esta nueva realidad con la fortaleza y esperanza que viene de Él.

Dios es Soberano, todo lo tiene bajo Su control.

Oración:

Amado Dios, reconozco que mi vida se partió en dos, estoy sin rumbo y necesito de ti para poder encontrar el norte ante esta nueva realidad. Te pido que me fortalezcas y consueles, me siento desesperado y sin fuerza, porque este nuevo camino es difícil e intransitable, y solo de tu mano podré sobrellevar este dolor que embarga mi vida.