Equipando a otros: Un llamado de liderazgo para expandir la capacidad del ReinoMuestra

La misión del trabajo

Todo cristiano llamado al ámbito laboral es un embajador corporativo (2 Corintios 5:20). Esto implica, entre otras cosas, que ha sido intencionalmente enviado para cumplir las siguientes misiones: expresar su fe (Mateo 28:19), ser sal y luz (Mateo 5:13-16), trabajar de todo corazón (Colosenses 3:23-24) y ser generoso (Hebreos 13:16). Entre las cuatro misiones esenciales de todo embajador corporativo, hay una que llamamos la Misión del Trabajo. Esta misión trata sobre la bendición, el privilegio y la oportunidad de trabajar de todo corazón y con excelencia.

El trabajo es una excelente manera de usar nuestras energías con significado, de poner en práctica las habilidades y talentos que Dios nos ha dado y de bendecir a otros con nuestras contribuciones únicas. Si el trabajo da gloria a Dios, entonces es importante hacerlo bien, con esfuerzo y asegurarse de que el proceso sea una bendición para los involucrados y que los productos y servicios resultantes mejoren la calidad de vida de las personas y el ambiente.

Por eso es tan importante estar inspirados, entrenados y equipados para prosperar en el trabajo. Una persona que quiere trabajar con excelencia siempre busca maneras de aprender, mejorar e incrementar su impacto positivo. Los líderes efectivos siempre están siendo equipados (y al mismo tiempo equipando a otros) para asegurarse de que trabajan de todo corazón y con excelencia, reconociendo que lo hacen para su verdadero Señor.

Para reflexionar: el trabajo se vuelve significativo cuando se hace para Cristo, con propósito, pasión y excelencia. ¿Cómo cambiarían mi actitud e impacto si realmente viera mi trabajo diario como adoración a Él?